PRAXIOLOGÍA MOTRIZ Y LA EDUCACION FISICA

PRAXIOLOGÍA MOTRIZ Y LA EDUCACION FISICA

La Educación Física no es contemplación sino intervención lo afirmaba Parlebas. La educación física depende de un sistema de valores, por lo mismo se afirma que su orientación es normativa. El objetivo es de ejercer una influencia sobre las personas, ya que no es basada solamente en una recopilación de intenciones, también en una disciplina de acción.

No es considerada como una ciencia, sino una práctica, se apoya en resultados científicos y genera investigaciones aplicadas. El patio de la escuela, el jardín de niños o el callejón polideportivo pasan a ser un laboratorio donde existen los aprendizajes, relacionado con actividades motrices y actividades pedagógicas que merecen ser investigados.

La distribución de prácticas físicas y deportivas en actitudes lógicas a partir del ángulo de una acción motriz se refiere a una herramienta de un primer orden para el docente. Frente a muchas actividades, la persona es la que se encarga de elegir. Y antes de perderse en motricidad didáctica de segunda opción, hace falta que considere cualquier tipo de práctica que puede poner en sentido su pensamiento pedagógico.

Como afirmaba Parlebas (2001) “todas las técnicas corporales pueden se pueden analizar en términos de conducta motriz, situaciones desde los y actividades lúdicas. Desde otra perspectiva, el movimiento ya no es lo más importante, lo más importante es la persona que se mueve y que actúa, las decisiones motrices, los impulsos afectivos, el amor al riesgo, las estrategias corporales, la descodificación motriz. Cualquiera época y lugar, las practicas de motricidad realizan una intervención con el objetivo de apoyar a las conductas motrices de las personas. La clave de la educación física, todo lo relacionado con conductas motrices.

El concepto de conducta motriz se refiere a la persona que se mueve o es una síntesis de su estudio; considerando decisiones motrices de la persona, respuestas afectivas, la noción de riesgo, estrategias corporales; también como la interpretación que se hace de las decisiones motrices de todos los participantes. Toda conducta motriz informa en la intervención estrictamente física o motriz de su autor. También de la forma de vivencia persona o forma de vivir al día que le acompañan (alegrías, temores, percepciones…) es un ejemplo de la manera de estar y vivir la vida de las personas.

La conducta motriz se debe de entender como la organización significante del comportamiento motor, así como lo menciona Parlebas. La conducta motriz lleva a cabo un alumno actuando de forma única con su personalidad, es decir, actuando como en realidad eres actuando en acción las diferentes dimensiones afectivas, cognitiva y relacional. La educación motriz no habla solamente de enseñar a botar un balón, hacer una vuelta o saltar simplemente, sino también a educar a la persona que interviene mientras participa. Desde este ángulo podemos decir que la praxilogía motriz dice que la educación física es la pedagogía de conductas motrices.

Todo juego deportivo o práctica dispone de una lógica que desprende un conjunto de relaciones internas con los demás protagonistas, el espacio, el material y el tiempo que darán una serie de consecuencias relacionadas a la praxiología sobre la persona. Por ello tiene sentido saber, por ejemplo, que cuando Alexis nada, lanza, salta, corre, activa más que un conjunto de movimientos musculares y óseas. Daniel después de cuatro brazadas en la piscina tiene que descansar, su respiración está siendo forzada debido al miedo que tiene en sumergir su cabeza; María cuando está botando un balón contra un oponente decide pasar la pelota a un compañero ya que nunca consigue saber las acciones de la otra persona.

La educación motriz tiene que intervenir en la educación de las conductas motrices y tiene que intervenir

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