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PRODUCTO UNO Síntesis. Texto: La Evaluación En El Aula De Shepard Lorrie A./ Brennan Robert. México, INEE, 2006, Páginas De La 9 A La 44. (Material Anexo. Unidad I.


Enviado por   •  14 de Noviembre de 2014  •  6.219 Palabras (25 Páginas)  •  736 Visitas

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PRODUCTO UNO

Síntesis. Texto: La evaluación en el aula de Shepard Lorrie A./ Brennan Robert. México, INEE, 2006, Páginas de la 9 a la 44. (Material Anexo. Unidad I.

El modelo de evaluación en el aula que se desarrolló a fines del siglo XX busca lograr en mucho mayor medida, que el estudiante alcance un entendimiento; asimismo, busca obtener el uso formativo de la evaluación como parte del proceso de aprendizaje este nuevo modelo de evaluación en el aula, se ha hecho manifiesto en un nuevo tipo de libro de texto de evaluación fundamentado en la práctica docente.

La prueba estandarizada es exacta no sólo debido a que uno puede calificarla objetivamente, también porque da suficientes muestras del desempeño del examinado así como del material sobre el cual se examina, por otra parte, es lo bastante flexible para examinar información y juicio, la evaluación de relaciones, causas y consecuencias.

A diferencia de las pruebas estandarizadas que se aplican en un único momento, la vigilancia de niños es continua. Legitima la importancia de la observación profesional en el aula y tiene en cuenta experiencias de aprendizaje más ricas que aquellas que pueden sepultarse sin riesgos en la prueba.

La evaluación formativa se define como la evaluación llevada a cabo durante el proceso de enseñanza con el fin de mejorar la enseñanza o el aprendizaje, puede implicar métodos informales, tales como la observación y las preguntas orales, o el uso formativo de medidas más formales como exámenes tradicionales, portafolios y evaluaciones del desempeño. Para que los docentes sean eficaces en reforzar el aprendizaje de los estudiantes, deben comprobar constantemente la comprensión que éstos vayan logrando, darles a conocer la importancia de que ellos mismos asuman la responsabilidad de reflexionar y supervisar su propio progreso. El modelo de evaluación formativa requiere que el maestro y el estudiante tengan una comprensión compartida de los objetivos del aprendizaje. La evaluación sumativa refiere a las evaluaciones realizadas al final de una unidad de enseñanza o curso de estudio, con el propósito de dar calificaciones o de certificar el aprovechamiento del estudiante. La evaluación formativa es válida si contribuye al progreso del aprendizaje del estudiante. Para que se respalden mutuamente, la evaluación formativa y la sumativa deben alinearse desde el punto de vista conceptual. Deben incorporar objetivos de aprendizaje importantes, que se sirvan de una amplia gama de tareas y tipos de problemas para captar las comprensiones de los estudiantes. Las evaluaciones deben apoyarse en modelos compatibles sobre el aprendizaje del estudiante, aun cuando los modelos referentes al aula pueden ser mucho más detallados. Las concepciones contemporáneas del aprendizaje han transformado nuestra comprensión de cómo ocurre el aprendizaje, pero de manera más fundamental, han alterado nuestras concepciones de qué es el aprendizaje, qué significa ser competente en un campo y, por consiguiente, cómo buscaríamos evidencia de esa competencia.

De acuerdo con la teoría cognitiva, quienes aprenden construyen el conocimiento conectando nueva información a estructuras previas de conocimiento. Los esquemas mentales sirven para organizar el conocimiento para que cuando se necesite lo recuperemos y utilicemos en situaciones problemáticas. Los procesos ejecutivos, llamados metacognición, permitan monitorear y manejar su propia comprensión y aprendizaje a quienes aprenden.

Vygotsky (1978, p. 57) sostenía que “todas las funciones en el desarrollo cultural del niño primero, en el nivel social, y luego en el nivel individual; primero entre la gente (interpsicológica), y luego dentro del niño (intrapsicológica).

La evaluación carece de significado si no abarca las cosas que más queremos que aprendan los estudiantes; tomo en cuenta aspectos específicos de las interacciones entre evaluación y enseñanza, cómo tener acceso al conocimiento previo, cómo hacer explícitos los criterios, proporcionar retroalimentación, etcétera. El conocimiento previo es más que un conjunto de hechos que un estudiante ha acumulado en su casa y en grados anteriores, incluye patrones de lenguaje y formas de pensar que los estudiantes desarrollan por medio de sus roles sociales y susexperiencias culturales.

La evaluación debe realizarse como parte de actividades de aprendizaje significativo. Tal como lo ilustraron Wiggins y McTighe (1998), la elaboración de evaluaciones que manifiesten objetivos de aprendizaje es esencial para una buena enseñanza, y no sólo una cuestión de medir resultados, el conocimiento previo es esencial para el aprendizaje.

La evaluación implica que los maestros reúnen evidencia acerca de la comprensión del estudiante, también toman en consideración cuáles prácticas docentes funcionan y cuáles no, y qué nuevas estrategias hacen falta.

Cuando la evaluación y la enseñanza están eficazmente entrelazadas, entonces las ideas de evaluación pueden usarse en tiempo real para ajustar la enseñanza la evaluación paralela de la docencia pregunta si los estudiantes han tenido una oportunidad adecuada para aprender.

La evaluación sumativa y la calificación constituyen una seria amenaza para los objetivos de aprendizaje declarados por la evaluación formativa. Las prácticas de las calificaciones pueden minar el proceso de aprendizaje de varias maneras. Las pruebas y las tareas calificadas comunican lo que es importante aprender, los estudiantes concentran su atención y esfuerzo sólo en la porción calificada del currículo. Las políticas escolares exigen que los maestros

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