RESEÑA: EL ALQUIMISTA - PAULO COELHO

RESEÑA: EL ALQUIMISTA - PAULO COELHO

Por María Jose Salas Vera

Cuando hablamos del alquimista no solamente estamos hablando de un simple relato literario más del montón, sino que estamos hablando de una de las obras más importantes, estupendas y famosas del escritor brasileño Paulo Coelho, un escritor digno de admirar no solo por la manera como escribe sino por la increíble forma en que desarrollo todo su potencial a través de representación de miles de momentos buenos y dolorosos que fueron plasmados a través de sus obras literarias.

Es inevitable hablar de una obra como estas y no transportarse a un terreno profundamente rico, evocador y humano, estamos hablando de un escrito literario poderoso, sencillo sabio e inspirador que mantiene siempre al lector conectado e incluso llega a identificarlo y a embarcarlo en un viaje sin igual que nos transmite reiteradamente la importancia de seguir nuestros sueños sin importar que tantos obstáculos encontremos en nuestro camino.

El libro comienza de la mejor forma con una fabulosa y motivante frase que atrapa al lector la cual dice “Las cosas más simples son las más extraordinarias y solo los sabios consiguen verlas”, y prosigue con la idea de inculcar a las personas que cuando se desea algo con todo el corazón el universo conspira para que esto se cumpla.

El alquimista nos cuenta la historia de Santiago, que decide trabajar por sus sueños. En principio el joven tiene un negocio de ovejas las cuales consiguió debido a la herencia de su padre, el joven viajaba  con ellas a todas partes, y gracias a estas obtenía el dinero suficiente para subsistir, pero al pasar el tiempo poco a poco empieza a crecer en el protagonista la ambición la idea de viajar y explorar nuevos lugares, hasta que un día ocurre que, el joven pastor experimenta varias veces una especie de entre sueño y premonición, por eso para interpretarlo y solucionar su inquietud acude a una gitana, y después a un sabio. Hasta que llega a la conclusión de que el sueño era una señal que le decía que su tesoro se encontraba en las pirámides de Egipto, es así pues, como el joven decide vender sus ovejas, dejar todo  lo que había construido atrás, para emprender su nueva aventura y partir hacia el nuevo continente en busca de su tesoro.

Es aquí cuando el autor nos deja entrever que  así como Santiago todos tenemos una leyenda personal y que muchas veces “El problema es que ellas (las ovejas) no se dan cuenta de que están haciendo caminos nuevos cada día. No perciben que los pastos cambian, que las estaciones son diferentes, porque sólo están preocupadas por el agua y la comida. Quizás suceda lo mismo con todos nosotros” y que es “Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante”.

Después de vender sus ovejas Santiago pasa el estrecho hasta Marruecos. Allí se encuentra con un hombre que finge querer ayudarlo, todo con el  objetivo de robar todo el dinero que había obtenido por las ovejas, dejándolo solo, sin dinero y en un lugar que desconocía. Desesperado y con la intención de reestablecerse para poder volver a España y comprar nuevamente sus ovejas, empieza a trabajar exitosamente en una pequeña tienda  de jarros de cristal ubicada en medio del desierto. Al pasar un año entero, este recupera su dinero y mucho más que el dinero reflexiona y se da cuenta que obtuvo algo más que no se podía comprar, ya que en poco tiempo había aprendido el oficio de los cristales y la lengua del lugar, por eso justo cuando tenía pensado volver a España, recuerda su sueño y su Leyenda Personal, es en ese momento  cuando decide embarcarse en una caravana que atraviesa el Sahara, en busca de las pirámides de Egipto y su tesoro viviendo todo tipo de situaciones desde estar en una guerra, aprender nuevas costumbres, conocer acerca de la alquimia hasta enamorarse perdidamente de la mujer que el destino interpuso en su camino.

...