RESEÑA: Intenciones en arquitectura, Capítulo 1 (La Percepción), de Christian Norberg-Schulz

RESEÑA

Intenciones en arquitectura, Capítulo 1 (La Percepción), de Christian Norberg-Schulz1

JUAN CAMILO VILLEGAS ECHAVARRÍA

1 Trabajo presentado para la asignatura Introducción a la Teoría e Historia de la Arquitectura (Semestre 2017-1), Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia

El primer capítulo del libro de Norberg-Schulz aborda los componentes que afectan la percepción; las ideas fuerza son:

Fenómenos y objetos. La percepción es nuestro principal canal para suministrarnos información sobre el mundo que nos rodea y actuar de forma correcta o apropiada, y sin embargo no es un elemento fiable, que no trasmite un mundo objetivo y sencillo. La percepción nos pone en contacto con objetos, cuyas manifestaciones percibimos. Dichas manifestaciones son fenómenos que se presentan si existe un objeto. Así pues, los objetos están compuestos no solo por sus propiedades conocidas sino también por las desconocidas, pudiendo ser estas, tanto fenómenos tangibles como intangibles.

Niveles objetuales. Los objetos (en el sentido más amplio de la definicion) poseen una serie de propiedades que no percibimos al mismo tiempo. Existen algunas que son de más fácil acceso, mientras que hay otras que requieren un esfuerzo analítico mayor. Es un error común juzgar los objetos por la primera impresión, o mejor, por la percepción de las propiedades más accesibles (o de nivel inferior) Normalmente la percepción no lleva solo hasta un nivel intermedio; alcanzar un nivel superior es solo posible mediando primero un cambio de actitud. Podría decirse que los niveles superiores se corresponden a objetos culturales (o bien, al fenómeno cultural de otros objetos), mientras que los niveles inferiores corresponden al objeto físico mismo.

La actitud y la intención. El imaginario de cada persona determina su actitud a la hora de percibir los objetos. En tanto los objetos son inferiores, la percepción tiende a unificarse en lo colectivo, pero en cuanto el objeto es superior, la actitud altera y afecta el resultado de nuestra percepción. Las diferentes actitudes e intenciones dan lugar a diferentes polos intencionales.

Objetos intermediarios. La percepción de un objeto siempre está afectada por el sistema de objetos que median entre nosotros y las manifestaciones del mismo. Los otros objetos de este sistema aportan elementos para enriquecer y complementar la percepción o para distorsionarla. Estos objetos intermediarios afectan notablemente la manera en que aprendemos y aprehendemos los objetos.

Socialización. La actitud (la intención) a la hora de percibir un objeto está determinada por un imaginario individual que se circunscribe en un imaginario colectivo. La las expectativas sociales, que se trasmiten al individuo a través de la socialización, modifican la actitud, y por tanto la percepción; aprendemos a responder de formas especificas frente a determinados fenómenos.

Esquemas y variaciones. El proceso de aprendizaje de objetos, conlleva a un proceso de aprender a percibir, y, debido a nuestra naturaleza humana, esto nos lleva a la creación de esquemas, prejuicios y paradigmas. Los esquemas son sistemas abiertos, sujetos a revisión y cambio una vez detectamos su insuficiencia para percibir adecuadamente objetos y fenómenos superiores, pero su misma comodidad y seguridad (y por tanto, falsa sensación de objetividad en la percepción) ocasiona la tendencia a desarrollar resistencia al cambio. Aun así son necesarios, en tanto que configuran nuestros hábitos de percepción.

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