Reporte de lectura #1 Reporte de lectura.

Reporte de lectura #1

“¿Quién maneja tu control remoto?”

El autor relata que cierta noche de regreso a casa, en la carretera un auto se cruzó bruscamente hacia su carril, su reacción al momento de emparejarse con el vehículo fue gritarle al conductor: ¡usted casi me choca! Y sorprendentemente el hombre le respondió: Cometí un error. Por favor, discúlpeme.  Y en realidad, ¿fue el acto del conductor lo que lo hizo enojarse? o ¿se molestó el autor consigo mismo? Y la verdad es que fue el autor quien se molestó consigo mismo ya que la molestia era su única opción disponible en ese momento y fue así como reacciono naturalmente.

Las personas reactivas actúan como producto de sus impulsos, son como una lata de refresco que antes de abrirla la agitas y al abrirla explota. En cambio, las personas proactivas piensan las cosas muy bien antes de actuar, son quienes tienen el control remoto de sí mismos. Antes de actuar piensan muy bien las cosas para no hacer cosas de las que después se puede arrepentir.

Desde mi punto de vista, es muy importante que reflexionemos acerca de qué tipo de personas somos, si reactivas o proactivas.  Ya que si te sientes mal o te entristeces cuando alguien te insulta o habla mal de ti, eres una persona reactiva. En cambio, si no permites que los demás decidan como vas actuar, si al fracasar en algo te levantas y sigues adelante, eres una persona proactiva.

En nuestras manos está el control remoto de nuestra vida. Lo vamos a manejar nosotros o permitiremos que otros lo hagan?

Dímelo de frente. Pág. 117

Reporte de lectura #2

“¿Envidioso yo?”

El autor relata que en cierta ocasión que le tocó viajar en avión, llevaba mucho sueño y a la hora de abordar decidió descansar durante el vuelo. Un señor de mediana edad que se sentó alado de él  también iba con las mismas intenciones. En un momento el señor comenzó a dormir tan profundamente que hasta roncaba. El autor nunca pudo conciliar el sueño. En cierto momento, llego a sentir un poco de envidia ya que él nunca pudo conciliar el sueño. Pero al momento de aterrizar, ambos bajaron y al autor se le pasó su envidia y continuó con su trayecto.

Desde mi punto de vista, esta experiencia nos ayuda a reflexionar y comprender acerca de la envidia, ya que la envida comienza cuando nos hacemos a la idea de que nos falta algo que alguien más si tiene… Y se complica más cuando permitimos que la envidia vaya creciendo más y más a tal grado que se convierta en un obstáculo para continuar con nuestra vida ya que si seguimos con esa envidia, nunca nos dejará seguir adelante. En cambio, si dejamos de pensar en eso, pronto se nos pasará y podremos concentrarnos en trabajar para lograr lo que deseamos en vez de estar estancados pensando en lo mismo y nunca salir del hoyo.

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