Reseña Del Funcionalismo

DIMENSIÓN EPISTEMOLÓGICA, METODOLÓGICA E IDEOLÓGICA DEL FUNCIONALISMO

Morán Carrillo, José María. (2006). Epistemología, ciencia y paradigma en Trabajo Social. Editorial: Aconcagua Libros.

Palabras clave: funcionalismo, dimensión metodológica, dimensión ideológica, trabajo social, sociedad.

“Epistemología, ciencia y paradigma en Trabajo Social” es el título del libro de José María Morán, publicado por la Editorial Aconcagua libros (2006). Este libro se puede pensar, como una pauta adecuada para comprender cómo surgen los paradigmas en el Trabajo Social. El autor, partiendo de la filosofía de la ciencia y las contribuciones positivistas, hace un repaso detallado por cada uno de los paradigmas propuestos: Funcionalista, Conflictivista y Hermenéutico. Así pues, con la intencionalidad de proporcionar al lector una comprensión más profunda de las manifestaciones del trabajo social.

Para comenzar, es oportuno mencionar que en la formación del Trabajador Social se hace necesario estudiar la teoría del funcionalismo, para determinar cuál ha sido su enfoque y respaldo científico en la explicación de los distintos problemas sociales.

Así pues, los elementos de la teoría funcionalista que se destacan en el libro de Morán (2006) son: el funcionalismo surge en una época de transformación social donde se busca el orden y el equilibrio social perdido a través de leyes que expliquen los fenómenos sociales. Estudia la sociedad sin tener en cuenta su historia, la analiza como la encuentra, considerando cada componente de la sociedad unido con los demás, formando un todo con una función definida. Se enfoca en mantener el orden y equilibrio social.

Así mismo, se considera los fenómenos sociales con respecto al todo en que se valen. Desde otro punto de vista, se hace énfasis en el equilibrio y las estructuras institucionales estables, por lo cual los cambios socioculturales son considerados como negativos, llevando a plantear una teoría conformista. Sin embargo se argumenta que si se analiza el sistema y el origen del mal funcionamiento se determina qué curar y cambiar para lograr el equilibrio, donde el trabajador social puede mantener a la sociedad estable.

Prosiguiendo con el tema, no se puede dejar de mencionar a Mills, un gran contradictor de la Teoría de Sistemas, la cual según él no permitía explicaciones causales a las problemáticas sociales.

El estructural funcionalismo que subyace en determinadas prácticas profesionales encasilla y limita el Trabajo Social, captura su objeto y lo restringe a una teoría estructurada que no pretende tanto explicar el origen de la problemática que subyace tras los fracasos sociales, sino que se limita a poner en evidencia el papel que cumple una situación problema dentro de un marco teórico establecido (Morán, 2006:170).

Esta brevísima descripción de las teorías del funcionalismo basta para comprender que se puede llegar al cuestionamiento de algunos principios relacionados con los fenómenos sociales. En este caso, el Trabajo Social debe tener una función transformadora de la realidad que vive la sociedad y esto se debe realizar a partir de objetivos claros que determinen la orientación de dicha transformación.

Por consiguiente, los juicios de valoración y las concepciones predeterminadas no pueden ser la base para el Trabajo Social, se debe ser objetivo y aceptar que las distintas escuelas y teorías han surgido en momentos históricos de la sociedad y han realizado aportes importantes, pero en su momento se deben escoger los elementos positivos y excluir los que no se adaptan a la época actual, que es de grandes transformaciones.

Por último, no se puede dejar a un lado el aporte de Joaquín García Roca en la intervención social,

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