Resumen Libro Traguese Ese Sapo Por Bryan Tracy
agasep0618 de Septiembre de 2013
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¡ Tráguese ese sapo!
21 estrategias para tomar decisiones
rápidas y mejorar la eficacia profesional
BRIAN TRACY
Introducción
¡Tráguese ese sapo!
Nos ha tocado vivir en una época maravillosa. Nunca ha habido más posibilidades y oportunidades
para que saque el máximo partido de sus objetivos. Como quizá nunca antes en la historia de la
humanidad en la actualidad las opciones nos desbordan. De hecho hay tantas cosas buenas que
puede hacer que su capacidad para decidir entre ellas puede ser el factor decisivo de lo que logre en
la vida.
Si usted es como la mayoría de las personas, está abrumado con demasiadas cosas por hacer y muy
poco tiempo disponible. Mientras lucha por ponerse al día, no dejan de surgir, como olas, nuevas
tareas y responsabilidades y probablemente en varias.
Por esta razón, y quizá más que nunca, su capacidad para seleccionar la tarea más importante en
cada momento y después su capacidad para empezar esa tarea y terminarla pronto y bien, tendrán
probablemente mayor impacto en su éxito que cualquier otra habilidad que pueda desarrollar.
Una persona promedio que desarrolla el hábito de establecer claras prioridades y completar
rápidamente tareas importantes superará a un genio que habla mucho y hace planes maravillosos
pero consigue hacer muy poco.
Durante muchos años se ha dicho que si lo primero que hace cada mañana es tragarse un sapo vivo,
podrá continuar el día con la satisfacción de saber que lo peor que podía haberle sucedido
probablemente ya ha pasado.
Su “sapo” es su tarea mayor y más importante, la que probablemente postergue si no hace
inmediatamente algo al respecto. También es precisamente la tarea que puede tener el mayor
impacto en su vida en este momento.
También se ha dicho que “si tiene que tragarse dos sapos, tráguese primero el más feo”.
Este es otro modo de decir que si tiene delante dos tareas importantes, empiece por la mayor, la más
dura y la más importante. Discipínese para empezar inmediatamente y luego perseverar hasta que
haya completado la tarea antes de pasar a otra cosa.
Plantéeselo como un “test”. Considérelo un desafío personal. Resista la tentación de empezar por la
tarea más fácil. Recuerde continuamente que una de las decisiones más importantes que tiene que
tomar cada día es la elección de lo que hará inmediatamente, y de lo que hará después, si además
hace otra cosa.
Una observación final: “Si tiene que tragarse un sapo vivo, de muy poco sirve sentarse y
contemplarlo mucho rato”.
La clave para alcanzar altos niveles de rendimiento y productividad es desarrollar el hábito
perdurable de encarar su tarea principal como pirmera cosa cada mañana. Tiene que desarrollar la
rutina de “tragarse ese sapo” antes de hacer cualquier otra cosa y sin ocupar demasiado tiempo en
pensarlo.
Diversos estudios de hombres y mujeres que consiguen mejores remuneraciones y son promovidos
con mayor rapidez demuestran que la cualidad de la “orientación a la acción” se destaca como la
conducta más visible y coherente en todo lo que hacen. La gente exitosa y eficaz es la que se
concentra directamente en sus tareas principales y luego se disciplina para trabajar resuelta y
continuamente hasta que completa esas tareas.
En nuestro mundo, y especialmente en el mundo de los negocios, a uno le pagan y promueven por
lograr resusltados específicos y mensurables, por hacer una contribución valiosa y sobre todo, por
aportar aquello que de uno se espera.
El “fracaso en la ejecución” es uno de los mayores problemas en las organizaciones de hoy. Mucha
gente confunde actividad con logro. Hablan continuamente, mantienen reuniones interminables y
hacen planes maravillosos, pero en última instancia, ninguno hace el trabajo ni obtiene los
resultados requeridos.
El 95 por ciento de su éxito en la vida y en el trabajo está determinado por la clase de hábitos que
desarrolla con el tiempo. El hábito de establecer prioridades, superar las indecisiones y encarar su
tarea más importante es una habilidad mental y física. Como tal, este hábito se puede aprender
mediante la práctica y la repetición reiteradas hasta que se aloja en su subconsciente y se convierte
en rasgo permanente de su conducta. Una vez que es un hábito se convierte en automático y es fácil
ponerlo en práctica.
Estamos diseñados mental y emocionalmente de tal modo que el cumplimiento de las tareas nos
proporciona una sensación positiva. Nos hace felices. Hace que nos sintamos ganadores.
Cada vez que completa una tarea de cualquier dimensión o importancia experimenta un brote de
energía, entusiasmo y autoestima. Mientras más importancia tenga la tarea terminada, más feliz,
más confiado y más poderoso se sentirá consigo mismo y con el mundo.
Completar tareas importantes dispara la liberación de endorfinas en el cerebro. Estas endorfinas le
levantan el ánimo de forma natural. El flujo de endorfinas liberado tras la terminación exitosa de
cualquier tarea le hace sentirse más creativo y seguro.
Este es uno de los así llamados secretos más importantes del éxito. Puede desarrollar una “adicción
positiva” a las endorfinas y a la sensación de claridad potenciada, confianza y competencia que ellas
disparan. Si desarrolla esta “adicción”, casi sin pensarlo comienza a organizarse la vida de tal modo
que empieza y completa continuamente tareas y proyectos cada vez más importantes. Y realmente
se convierte en un adicto, en un sentido muy positivo, al éxito y a la aportación.
Una de las claves para vivir una vida maravillosa, tener una carrera exitosa y sentirse magnífico
consigo mismo, es desarrollar el hábito de empezar y terminar trabajos importantes. Esa conducta
va a adquirir un poder propio y le resultará más fácil completar tareas importantes que no
completarlas.
Puede que conozca la historia del hombre que detiene a un músico en una calle de Nueva York y le
pregunta cómo puede llegar al Carnegie Hall. El músico le dice: “Practica, hombre, practica”.
La práctica es la clave para dominar cualquier habilidad. Por fortuna su mente es como un músculo.
Se vuelve más fuerte y capaz con el uso. Con la práctica puede aprender cualquier conducta o
desarrollar cualquier hábito que considere necesario o deseable.
Necesita tres cualidades claves para desarrollar los hábitos de la focalización y de la concentración,
cualidades que se pueden aprender. Son: decisión, disciplina y determinación.
Primero, adopte la decisión de desarrollar el hábito de completar las tareas. En segundo lugar,
discipínese para practicar los principios que va a aprender hasta que los domine. Y finalmente,
respalde todo lo que hace con determinación hasta que el hábito se afirme y se convierta en parte
permanente de su personalidad.
Hay una manera especial de acelerar su progreso para convertirse en la persona altamente
productiva, eficaz y eficiente que quiere ser. Consiste en que piense continuamente en las
recompensas y beneficios de estar orientado a la acción, de moverse rápido y mantenerse
focalizado. Considérese a sí mismo como la clase de persona que consigue realizar con rapidez y
bien los trabajos importantes.
El cuadro mental que se haga de sí mismo ejerce un efecto poderoso en su conducta. Visualícese
como la clase de persona que quiere ser en el futuro. Su imagen de sí mismo, la manera como se ve
interiormente, determina en gran medida su rendimiento exterior. Como dice Jim Cathcart,
conferenciante profesional, “la persona que ves es la persona que serás”.
Usted posee una capacidad virtualmente ilimitada para aprender y desarrollar nuevas habilidades,
hábitos y capacidades. Si se entrena, mediante la repetición y la práctica, para superar la
postergación de las decisiones y consigue hacer sin pérdidad de tiempo las tareas más importantes,
su vida y su carrerra discurrirán por el carril rápido y podrá pisar el acelerador a fondo.
¡Tráguese ese sapo!
1
Ponga la mesa
Hay una cualidad que uno debe
poseer para ganar, y es determinación
de propósito, el conocimiento de lo que
uno quiere y un deseo ardiente de lograrlo
NAPOLEON HILL
Coja ahora mismo una hoja de papel en blanco y escriba una lista de diez objetivos que quiere
lograr el año próximo. Escriba sus objetivos como si el año ya hubiera pasado y ya fueran realidad.
Use el tiempo presente y la primera persona para que su subconsciente los acepte de inmediato.
Por ejemplo, puede escribir: “Gano equis dinero al año”, o “peso tantos kilos” o ”tengo este
automóvil”.
Luego, de la lista de diez objetivos seleccione el objetivo que, de lograrlo, tendrá el mayor impacto
positivo en su vida. Sea cual sea este objetivo, escríbalo en otra hoja de papel, establezca una fecha
tope, haga un plan, emprenda una acción según ese plan y después cada día haga algo que le
acerque a ese objetivo. ¡Este objetivo le puede cambiar
...