Resumen de plinio el mesias

Coraza invisible

El teniente Antulio Gonzales, se encontraba en el cabaret de Herminia tomando vino junto a su colega Onorio Montero; al tiempo que sonaba en el ambiente un antiguo merengue de Desiderio Arias (un caudillo regional) que hablaba del mismo como un hombre rebelde. Para ambos tenientes aquella canción tenía mucha similitud con la situación actual, pues al igual que aquel personaje el forajido se perdía en los montes del sur ofreciendo combate. Tenían una gran incertidumbre al no saber si el fugitivo estaba vivo o muerto y esto les molestaba. Se sentían derrotados.

Montero aprovechaba y le refería historias a Gonzales sobre los rumores y leyendas que se contaban del “del mesías” y los demás perseguidos del acontecimiento de palma sola; pero su colega, el teniente Gonzales era un hombre estudiado y aunque escuchaba a su compañero no creía en cuentos, más bien en estrategias y proclamaba el aniquilamiento de fugitivo importándole más tomar su vino. Pero el teniente Montero quería que Antulio Gonzales, su colega, entendiera el carácter irreal del hombre buscado hablándole sobre su increíble capacidad de sobrevivir a las balas pues se decía que la fe Liborista lo protegía como una coraza invisible.

Aquel mismo día Montero se retiró temprano con la intención de continuar su búsqueda en Ocoa. Encontrándose con que el hombre había distribuido nuevos “papelitos”; llegando a la conclusión de que el “mesías” era nativo de aquel lugar. Los habitantes de aquel pueblo aseguraban haberlo visto en una vivienda en busca de alimento. Más tarde se rumoraba fuertemente que había sido capturado en Azua poco tiempo después.

Un engendro que no es de Dios

Efectivamente, era el “mesías” había caído en una redada de la unidad del teniente Gonzales. Se contaba que cuando el hombre buscado y ahora al parecer atrapado sintió un ruido extraño se metió en un ropero y no intento defenderse; se decía que su captura fue una traición.

El teniente Gonzales, orgulloso de su supuesto logro, daba declaraciones a la prensa de lo sucedido. Nadie podía explicarse aquella captura. Los más sorprendidos eran los agentes que lo custodiaban. En toda la ciudad solo se hablaba del apresamiento, la noticia se propago rápidamente y solo se escuchaban los comentarios de la multitud aclamando que no lo mataran “es de los nuestros” decían.

Algunas personas afirmaban que cuando la policía de acerco al lugar el fugitivo ya se había ido pero; nadie sabía lo que en realidad había pasado. El único que afirmaba aquel apresamiento era Gonzales.

Ambos tenientes hablaban de lo sucedido y de las operaciones que se desplegaron para atrapar aquel hombre. El teniente montero aseguraba que Gonzales le había copiado las tácticas militares. Pero al pasar las horas el teniente montero no tuvo más que burlarse de su colega pues se descubrió que el hombre apresado no era el que buscaban; era Crusito paredes, un campesino que aquel día había cruzado el pinar para ir a la gallera.

Enseguida el teniente Montero mostro a Gonzales una serie de imágenes de los distintos disfraces que utilizaba el fugitivo para escabullirse. Había más de quince imágenes distintas incluyendo mujeres, hombre, niños y hasta animales. Una mujer en Barahona aseguraba haberlo visto como un anfibio mitad hombre mitad pez según sus propias palabras: “un engendro que no era de Dios”.

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