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THE MASQUE OF THE RED DEATH


Enviado por   •  10 de Marzo de 2017  •  Síntesis  •  7.931 Palabras (32 Páginas)  •  349 Visitas

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THE MASQUE OF THE RED DEATH

La muerte roja devastó el país durante mucho tiempo. Nunca hubo una plaga tan mortífera u otra tan horrible. La sangre era su marca de identificación- la rojiza y horrible sangre. Primero, la víctima sentía un dolor puntiagudo y experimentaba mareos. Después, la sangre empezaba a salir a raudales de su piel. Las marcas rojas del cuerpo, y especialmente en la cara, eran los signos de que esa persona tenía la muerte roja. Por supuesto, nadie quería conocerle; nadie iría cerca de él. El proceso entero, desde la captura de la plaga hasta la muerte, solo duró una hora y media.

Pero el príncipe Próspero era feliz y valiente. Después de que la mitad de su gente hubiera muerto, llamó a mil personas sanas, amigos despreocupados de su corte y se los llevó lejos, a uno de sus distantes castillos.

El castillo era una magnífica construcción. El príncipe, con su inusual peroexcelente gusto, lo había planeado. Había una pared fuerte y alta alrededor del castillo. En la pared había vejas de hierro.

Cuando todos estuvieron dentro, los cortesanos sellaron las enormes verjas cerradas, entonces nadie podría salir y nadie podría entrar. Había bastante comida en el castillo, y el príncipe prohibió todo tipo de entretenimientos: los bufones, músicos, bailarines de ballet y el vino. El príncipe y sus amigos planearon escapar de la terrible plaga fuera de las paredes del castillo. El mundo podría cuidarlos después de eso; ellos no estarían preocupados o pensar sobre eso. Todos estaban a salvo dentro del castillo. Fuera estaba la “muerte roja”.

Cinco o seis meses después, mientras que la plaga continuaba matando a miles de personas en el exterior, el príncipe Próspero invitó a sus amigos a un baile de disfraces. El baile sería en una suite de siete habitaciones.

En muchos palacios, las suites eran construidas en línea recta. Pero este era diferente, para el príncipe, como tú recordaras, tenía un gusto extraño. Había una curva puntiaguda de siete a diez metros, por tanto, tú solo podías ver una habitación a la vez. En medio de cada pared, de derecha a izquierda, había una angosta y alta ventana. Estas ventanas miraban hacia el corredor que cruzaba a lo largo de todas las habitaciones. Las ventanas estaban hechas de vidrieras de colores, y el color del vidrio variaba de acuerdo con la decoración de la habitación. En una habitación, por ejemplo, todo era azul, y las ventanas brillaban azules. En la segunda habitación todo era morado como las ventanas. La tercera habitación era verde, la cuarta, naranja, la quinta blanca y a sexta violeta. Solo en la séptima habitación, todo estaba cubierto de terciopelo negro. Solo en esta habitación las ventanas eran de diferente color frente a la decoración- eran rojo pasión, el color de la sangre.

La noche del baile, no habían encendido velas en ninguna de las siete habitaciones. Sin embargo, en el corredor en frente de cada vidriera, había mesas de tres patas sujetando un plato de fuego. La luz del fuego alumbraba a los cristales de colores y producía un efecto raro y a la vez bonito efecto. En la habitación negra sin embargo, el efecto de la luz brillaba con intensidad a través de los cristales rojo pasión y en el terciopelo era horrible de verdad. La luz daba un efecto tan salvaje a las caras de quien entraba a esa habitación que algunos de los invitados eran suficiente valientes para poner un pie ahí.

En esta negra habitación había un enorme reloj negro. Su péndulo sonaba con un fuerte y monótono sonido. Todas las horas, cuando el reloj sonaba, daba un fuerte y claro sonido musical. Era un sonido tan extraño que los músicos de la orquesta tuvieron que parar de tocar para escuchar. Los bailarines pararon de bailar, y toda la fiesta llegó a ser escalofriante. La gente olvidó su alegría. Con cada campanada, los invitados del príncipe sintieron al tiempo acercarse y acercarse hacia ellos. Pero tan pronto como las campanadas dejaron de sonar, las risas empezaron de nuevo. Los músicos sonrieron y prometieron que ellos no pararían de tocar la próxima vez que el reloj sonara. Pero, sesenta minutos después cuando el reloj hizo el mismo sonido, toda la gente reaccionó de la misma forma.

Aun así, el baile era magnífico. El príncipe tenía buen ojo para el color y los efectos. No solo él planeó la decoración de las siete habitaciones para el baile, sino también lo que cada uno debería de llevar puesto. Y más extraño todavía, ¡los trajes más estrafalarios nunca vistos! Eran grotescos. Era una colección de fantasía moviéndose alrededor de las habitaciones. Esos trajes tan fantásticos bailaron acerca de esto, cambiando de color de acuerdo con el color de la habitación haciendo que la música de la orquesta fuera como el eco de sus pasos. Y después de que el reloj negro en la habitación de terciopelo tocara la hora, por un momento todo estaba inmóvil. Todo estaba en silencio excepto el sonido del reloj. Pero las campanadas solo duraron un instante, y una carcajada silenciosa se pudo oír una vez más. La música empezó de nuevo, y la fantasía bailó más salvajemente que antes, cogiendo sus colores de las habitaciones. Ninguno de los bailarines se atrevió a entrar en la habitación negra, como la luz salía a raudales de las ventanas era más roja y más sangrienta que nunca, y la habitación pareció cada vez más terrorífica.                       Las otras habitaciones estaban llenas. La gente estaba disfrutando de ellos mismos en la fiesta del príncipe. Ninguno de los invitados pensó en el sufrimiento y en la muerte fuera del castillo.

Cuando el reloj tocó medianoche, la música paró y los bailarines estaban inmóviles. El reloj tocó la duodécima campanada, y la gente anunció que una figura disfrazada había entrado a la habitación azul. Las noticias de la extraña llegada se difundieron rápidamente por la suite. Primero, la gente se sintió sorpresa y desaprobación. Después, ellos mostraron su horror.

Había muchos trajes estrafalarios en la fiesta esa noche, pero todos estaban de acuerdo en que el extraño traje era demasiado lejana. La figura era alta y delgada, y se había disfrazado de la cabeza a los pies con la ropa de la muerte. Su máscara se parecía a la cara de una persona muerta, y era difícil decir si era real o no. La máscara desconocida iba disfrazada como la muerte roja- su ropa estaba chorreando sangre, y había sangre en su cara y en la frente.

El desconocido se movió lentamente entre los bailarines. Cuando el príncipe Próspero le vio, tembló de miedo, pero después su cara se volvió roja con ira.

La música paró cuando él empezó a hablar. “¿Quién se atreve a insultarnos de esta manera?” él gritó. “¿Quién se atreve a venir aquí y reírse de nosotros? Sujetadle y quitadle su máscara, entonces, podremos saber quién es. ¡Nosotros le colgaremos al amanecer! Las palabras del príncipe sonaron a través de las siete habitaciones, porque él era un hombre fuerte y valiente.

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