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Xq Repiten Los Alumnos

alejandra21071014 de Noviembre de 2011

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2. Una mirada sobre la problemática de la repitencia

2.1. Introducción

Hacer repetir el año es un procedimiento usado frecuentemente en las escuelas

cuando un niño o una niña no logra los aprendizajes esperados. Consiste en reiterar

el mismo nivel de desafío haciendo que curse el año nuevamente. La fundamentación

de esta práctica no suele cuestionarse. Está basada en una determinada

concepción teórica del aprendizaje, aunque se decide muchas veces sin criterios

claros y explícitos.

La repitencia y el abandono durante el año escolar (generalmente, después de las

vacaciones de mitad de año) son las manifestaciones más evidentes, más registrables,

de una sucesión de pequeños fracasos en la experiencia escolar de los

niños y las niñas: no entender los temas de la clase, faltar mucho, no hacer la

tarea, no contar con útiles y libros para estudiar, vivir situaciones familiares

adversas, sufrir por discriminaciones y burlas dentro de la escuela, no tener a

quién recurrir por más apoyo y explicaciones, tener que usar su tiempo para trabajar

en la calle o en la casa.

La repitencia y el abandono escolar afectan principalmente a los más pobres. Las

estadísticas muestran diferencias notables en la tasa de repitencia: mientras que

entre los niños y las niñas más pobres, 23 de cada 100 repiten; entre los más

ricos, 4,5 de cada 100. Por ello, trabajar intensamente en la disminución de la

repitencia y el abandono escolar es equivalente a trabajar por la mejora de las

oportunidades educativas de los más pobres.

Generalmente, cuando un alumno o una alumna está en riesgo de abandonar la

escuela, la explicación se concentra exclusivamente en factores personales o del

entorno socioeconómico. Partiendo de esos supuestos, las estrategias de retención

suelen asumir dos modalidades diferentes, con efectos de corto alcance:

1. La de bajar los niveles de aprendizaje requeridos para la promoción, en un

proceso que se conoce como “promoción social” y que alude a aquellos

casos, muy frecuentes, en que se aprueba a los alumnos y las alumnas o se

los pasa de un año a otro “para que tengan el certificado”, justificando esta

actitud con la argumentación de que por su origen social no van a continuar

estudios en los niveles subsiguientes. Esta modalidad se encuentra

sostenida por mitos sociales que consideran que los niños y las niñas que

viven en situación de pobreza o son culturalmente pobres no pueden

aprender.

2. La de carácter remedial, que implica

“poner en tratamiento” a los alumnos

y las alumnas con dificultades,

para superar los síntomas. Este “tratamiento”

suele ser, por ejemplo, la

repitencia, para ver si se pueden

lograr resultados dándole “más dosis

de la misma medicina”.

A continuación, se aborda este tema aportando

datos estadísticos y algunas reflexiones

que pueden acompañar la discusión.

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Propuestas para superar el fracaso escolar

2.2. Inclusión escolar total, plena y oportuna

La repitencia es uno de los fenómenos que describen el fracaso escolar y tiene

graves consecuencias, pocas veces consideradas con la debida seriedad o atención.

La información, seriamente analizada, revela situaciones graves en los itinerarios

escolares de muchos niños, niñas y jóvenes. Es posible que las altas tasas

escolarización alcanzadas en la Argentina en comparación con las de la región

hayan desviado el foco del análisis pormenorizado de las características de las

trayectorias escolares de los alumnos y las alumnas y como resultado, la conciencia

acerca de los enormes costos asociados a la repitencia es débil, tanto en lo

que respecta a la ineficiencia en la prestación de servicios educativos, como en

los impactos personales, sociales y de productividad, derivados de una situación

vinculada a la repitencia reiterada, que es el abandono.

Desde la perspectiva de la política y la gestión del sistema educativo, y para

encuadrar sus responsabilidades en cuanto a la disminución del fracaso escolar

de los niños, niñas y adolescentes que viven en situación de pobreza, se plantean

dos conceptos relevantes: la inclusión escolar total, plena y oportuna como derecho;

y las oportunidades educativas como rasgo de la oferta del Estado para ejercer

ese derecho, canalizado a través de todas y cada una de las escuelas.

El concepto de inclusión escolar se desagrega en las siguientes notas:

Inclusión escolar total: implica la atención a la totalidad de la población

desde el acceso hasta el completamiento, por lo menos de la escolarización

obligatoria. Para ello, la oferta debe estar “allí donde está la gente”. La contracara

de la escolarización total es la desescolarización.

Inclusión escolar oportuna: hace referencia a la fluidez de los itinerarios

escolares, en tanto permiten cubrir las etapas en tiempo previsto y con

satisfacción de sus necesidades básicas. En el caso del sistema educativo

argentino, implica 13 años de escolaridad como mínimo, cursados entre los

5 y los 17 años de edad, y significa el logro de las expectativas fijadas en los

contenidos acordados federalmente.

Inclusión escolar plena: hace referencia a la calidad y pertinencia de las

experiencias educativas que “acopian” los alumnos y las alumnas en su

recorrido, partiendo desde la “riqueza” de las oportunidades que ofrezca el

sistema, evitando generar propuestas de menor calidad para los sectores

de inclusión más difícil.

Dado que la inclusión escolar es un derecho de la niñez y la adolescencia, debe

poder ser ejercido en todas y cada una de las escuelas. Por tanto, es responsabilidad

esencial del Estado, nacional y de las provincias, garantizar las condiciones en

las cuales las escuelas y sus docentes produzcan el ámbito de enseñanza adecuado.

Las oportunidades educativas refieren a la oferta del sistema educativo a la que

tiene acceso la población, con las escuelas a las que puede asistir, considerada en

su conjunto o por estratos. Estas oportunidades educativas están soportadas en

dos dimensiones fundamentales:

Las condiciones organizativas posibilitadoras de la oferta del sistema

educativo.

La propuesta de enseñanza que se presenta a los alumnos y las alumnas.

Todos pueden aprender

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La ampliación de las oportunidades educativas se refiere a la concentración adicional

e intencional de recursos para adecuar con sentido de mejora las condiciones

posibilitadoras y las condiciones de estructuración de las experiencias de

aprendizaje, en función de necesidades de aprendizaje de más compleja resolución

relacionadas con privaciones económicas, dificultades biopsicológicas, etc.

El itinerario escolar es la experiencia personal, subjetiva y particular a la situación

de un alumno o una alumna, en una escuela o una sucesión de ellas, en un

contexto determinado; es resultado de la utilización de las oportunidades educativas

al alcance y/o posibilidad de elección de alumnos, alumnas y familias.

Dentro de parámetros equivalentes de condiciones posibilitadoras satisfechas,

es la estructuración de las experiencias de aprendizaje de las que participan los

alumnos y las alumnas el factor principal que configura la cantidad y calidad de

su itinerario escolar.

A continuación se presentan algunos gráficos y datos que dan cuenta de la situación

y evolución de las condiciones de inclusión escolar.

Inclusión escolar total

a. Evolución reciente

Para caracterizar la evolución reciente del camino hacia “inclusión escolar total”,

se presentan los datos de desescolarización por edad simple, conforme se captó

en los censos nacionales de población de 1980, 1991 y 2001.

Gráfico 1: Evolución intercensal del porcentaje de desescolarización

de la población de 6 a 18 años

Fuente: Censos Nacionales de Población, Hogares y Viviendas, años 1980, 1991 y 2001.

Como muestra el gráfico 1, aparece una importante disminución de la población

fuera de la escuela entre los períodos intercensales, con una incorporación masiva

de niños y niñas al sistema educativo entre los años 1991 y 2001. Esta incorporación

adquiere dimensiones muy relevantes en todas las edades presentadas.

En el nivel secundario (edades 12-17) asiste a la escuela una importante población

de reciente incorporación al sistema educativo, población que tradicionalmente

no accedía a este nivel. Esta situación complejiza la dinámica escolar para

estos niveles de estudio.

b. Factores que motivan la reducción de la desescolarización

Una demanda creciente de las familias por más educación.

La ampliación de la oferta del Estado.

Las disposiciones de ampliación de

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