Yo, Ulrike, grito. Dario Fo y Franca Rame. Análisis

Yo, Ulrike, grito

Camila Luna

Análisis de Personaje

-Contexto Histórico del Autor

Franca Rame y Dario Fo: Italianos nacidos entre guerras y de una juventud transcurrida en los periodos Nazi y Fascista, formaron parte de una gran ola de artistas que se enfocaron en la denuncia social y política. La una casada con el otro y socios de una compañía teatral autogestiva. Franca Rame, además era descendiente de un largo linaje de cómicos ambulantes y estuvo enormemente involucrada en el movimiento feminista que se suscitó en los años 70s, principalmente desde su trinchera artística.

-Contexto Dramático

Género: Realista. Tragedia.

Contexto Histórico: Una Alemania fracturada por las consecuencias de la segunda guerra mundial, y dividida como resultado de los acuerdos de Yalta entre el régimen soviético comunista (República Democrática Alemana) y el régimen occidental capitalista (República Federal Alemana), así como la división entre estos mismos de la capital del país con el famoso muro de Berlín, emblemático de la Guerra Fría. A su vez, en el mundo se suscitaban otros tantos conflictos bélicos igualmente patrocinados por la Guerra Fría, tales como la guerra de Corea, la guerra de Vietnam y la crisis de los misiles en Cuba. Todo esto, como es natural, provocando una postura contestataria en las juventudes de los países afectados, entre estos, por supuesto, Alemania.

-Personaje

Análisis Intelectual: Periodista con estudios en filosofía, pedagogía, sociología y alemán por la universidad de Marburgo. Más tarde, en la universidad de Münster conoce al marxista español Manuel Sacristán y por quien se une a la Federación Socialista Alemana de Estudiantes, participando con gran importancia en las protestas antinucleares y dando comienzo a una larga vida de activismo. Por estos mismos tiempos se unió al ilegal Partido Comunista de Alemania, aunque dejó su militancia cuando éste fue reformado.

Después colabora en la Unión Alemana por la Paz, liderada por Renate Riemeck, su madre adoptiva y a quien le debe gran parte de la semilla de sus ideas. A la par, comenzaba a gestarse su idea de guerrilla urbana bajo el argumento de que se encontraban en una sociedad sorda y en donde las palabras ya no bastaban, por lo que era momento de hacer las cosas de otro modo o nunca se llegaría a nada.

Adquiere un puesto como redactora de la revista política Konkret, desde la cual apoyó a los movimientos antinucleares y de oposición y en donde conoció a su futuro marido, Klaus Rainer Röhl, otro editor de la revista con quien tuvo dos hijas.

En el marco de todas la movilizaciones ocurridas en el año de 1968 alrededor del

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