Dilemas éticos en la práctica clínica

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Ensayo “Dilemas éticos en la práctica clínica”

González Rosales Hussein 5º “A”                                                    

                    Dr.: Uría Medardo Guevara

Prácticas de Bioética

Recopilando la información de artículos anteriores es importante tener en cuenta que, a lo largo de la vida profesional de un médico, este se enfrentara a innumerables conflictos con respecto a la toma de decisiones sobre su actuar.

A esto lo conocemos como dilemas éticos, en este caso me permití adentrarme un poco en un dilema como lo es el Alzheimer.

La enfermedad de Alzheimer, también conocida como demencia senil de tipo Alzheimer o deterioro neurocognitivo mayor de tipo neurodegenerativo Alzheimer, es una de las afecciones más devastadoras y misteriosas que afectan al sistema nervioso central. Desde su identificación por Alois Alzheimer a principios del siglo XX, esta enfermedad ha desafiado a la medicina y la ciencia en su búsqueda de una cura. En este ensayo, exploraremos en detalle la naturaleza de la enfermedad de Alzheimer, sus síntomas iniciales, su progresión implacable y las implicaciones que tiene para quienes la padecen y sus seres queridos.

La Enfermedad de Alzheimer como Enfermedad Degenerativa

La enfermedad de Alzheimer se inscribe en el grupo de enfermedades degenerativas del sistema nervioso central. Esto significa que, con el tiempo, las estructuras cerebrales de las personas afectadas comienzan a deteriorarse. Uno de los aspectos más notorios de este proceso es la formación de placas de amiloide y ovillos neurofibrilares en el cerebro, dos características distintivas de la enfermedad. Estas acumulaciones anómalas de proteínas contribuyen a la disfunción neuronal y a la pérdida progresiva de las funciones cognitivas.

El médico neurólogo y psiquiatra Alois Alzheimer dejó una huella imborrable en la historia de la medicina al describir por primera vez los síntomas y las lesiones de esta enfermedad en su paciente Auguste Deter en 1901. La observación de placas de amiloide y ovillos neurofibrilares en el cerebro de Deter marcó el inicio del estudio de la enfermedad de Alzheimer. Esta mujer relativamente joven experimentó cambios notables en su memoria y comportamiento, lo que la llevó a consultar con Alzheimer. Su caso sirvió como punto de partida para la comprensión de esta afección.

Síntomas y progresión

La pérdida de memoria es un síntoma omnipresente en la enfermedad de Alzheimer y es siempre anormal. Los primeros indicios suelen manifestarse a través de quejas leves de la memoria, como la repetición de ideas, olvido de palabras o hechos aparentemente triviales, y cambios de humor inexplicables. Estos síntomas iniciales pueden confundirse con problemas de memoria relacionados con la edad o estrés, lo que a menudo conduce a un diagnóstico tardío.

Es importante destacar que, aunque algunos pacientes pueden experimentar un deterioro cognitivo leve, la enfermedad de Alzheimer es progresiva y, en última instancia, incurable. A medida que avanza, los síntomas se vuelven más graves, afectando la capacidad del individuo para realizar actividades diarias básicas, como vestirse o alimentarse. La comunicación y la identidad personal se desdibujan, y la persona afectada por la enfermedad puede dejar de reconocer a sus seres queridos.

La enfermedad de Alzheimer no solo representa una carga para la persona que la padece, sino también para sus cuidadores y familiares. A medida que avanza la enfermedad, surgen complicaciones médicas que pueden llevar a la muerte, ya sea directamente o debido a la pérdida de control sobre las funciones básicas. Es una enfermedad que afecta no solo la mente, sino también el cuerpo, lo que hace que el proceso de cuidado sea extremadamente desafiante y emocionalmente agotador.

La Responsabilidad del Cuidador Principal

El cuidador principal es la persona que asume la responsabilidad de cuidar al enfermo. Esta tarea puede recaer en un miembro de la familia, quizás una hija, pero también puede involucrar a otros familiares o incluso a un personal contratado. Las responsabilidades del cuidador principal incluyen proporcionar cuidados básicos, como alimentación, higiene y medicación, así como ofrecer apoyo emocional y, en algunos casos, aportar recursos económicos. También pueden servir como compañía para el paciente, reduciendo los riesgos asociados con la soledad y el aislamiento.

El Riesgo del Colapso del Cuidador

El papel del cuidador principal puede ser abrumador y agotador. El estrés y la carga emocional que conlleva el cuidado de un ser querido enfermo pueden llevar al llamado "riesgo de colapso" del cuidador. Para prevenir esto, los cuidadores primarios necesitan apoyo y capacitación. Los grupos de apoyo de familiares y cuidadores ofrecen un espacio donde pueden compartir experiencias y aprender estrategias para lidiar con los desafíos del cuidado. La capacitación en aspectos específicos, como la alimentación, movilización y prevención de enfermedades, es esencial para garantizar el bienestar tanto del paciente como del cuidador.

Diagnóstico Temprano y Planificación

Un diagnóstico temprano de la enfermedad es fundamental, ya que permite planificar cómo enfrentar los desafíos físicos, emocionales y financieros que conlleva el cuidado a largo plazo. A medida que la demanda diaria de cuidados aumenta, es posible que sea necesario considerar la ubicación del paciente en centros de cuidado especializados. La planificación anticipada es esencial atención para asegurar que el paciente reciba la adecuada y que el cuidador principal no se vea abrumado por la responsabilidad.

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