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Inmunización


Enviado por   •  21 de Abril de 2023  •  Apuntes  •  2.251 Palabras (10 Páginas)  •  100 Visitas

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INMUNIZACIÓN

Según el Programa Ampliado de Inmunización (PAI), la inmunidad “se refiere a la protección de un individuo contra enfermedades infecciosas o sea la capacidad del organismo para resistir y sobreponerse a una infección”.

Si bien la inmunidad es la protección o capacidad que tiene un organismo de subsistir ante una infección, se la divide en base a la naturaleza de la misma, es decir, según el origen de ella: la inmunidad innata, y la inmunidad adaptativa.

Inmunidad innata

La inmunidad innata, también conocida como inmunidad natural o nativa, se trata de la capacidad de resistencia preexistente que posee el cuerpo desde el nacimiento y que no ha tenido contacto previo con algún agente no propio (llámese antígeno), por ello se considera como una inmunidad inespecífica; y se puede considerar como la primera línea de defensa, ya que es representada por la piel, la mucosa y sus secreciones, así como células encargadas de la eliminación de agentes infecciosos (macrófagos, neutrófilos y células asesinas). Por otro lado, la inmunidad adaptativa o específica, está conformada por los anticuerpos y los linfocitos T y B; de tipo específica, ya que es necesario la exposición previa de un agente infeccioso. Los antígenos, así como cualquier otro organismo, pueden ser de un tipo diferente con respecto a una clase específica, por ende la inmunidad adaptativa se encarga de proporcionar la resistencia necesaria hacia cada tipo de antígeno existente y generar una respuesta inmunitaria permanente por si el organismo es expuesto de nuevo ante cierto antígeno.

Inmunidad adaptativa

Al mismo tiempo, la inmunidad adaptativa se divide de acuerdo a la adquisición de la inmunidad. Existe un tipo inmunidad adaptativa en la que se induce luego del contacto con algún antígeno ajeno, en cuyo caso, el cuerpo del hospedador (paciente) produce anticuerpos de manera activa para que después los linfocitos puedan generar una respuesta adecuada ante el antígeno; por ende, la respuesta suele ser permanente pero con la condición de la amplia duración de activación de la respuesta inmune y la prolongación o repetición del contacto con el antígeno necesario; a esto se le conoce como inmunidad activa.

Por otro lado, también se pueden transferir anticuerpos previamente producidos en otro hospedador, bien sea animal o humano; con la condición de que es de corto plazo, pudiendo durar semanas o meses, y la probabilidad de generar una respuesta de hipersensibilidad ocasionada por la transferencia de anticuerpos de otra especie; sin embargo, proporciona grandes cantidades de anticuerpos y genera una rápida acción de resistencia sin la necesidad de activación de una respuesta inmunitaria activa; a este tipo de inmunidad se le conoce inmunidad pasiva.

Ahora bien, la inmunidad pasiva se le divide en dos tipos según la forma de transferencia de los anticuerpos.

El primero se refiere al proceso de trasplante de anticuerpos de forma natural, es decir, hace referencia al paso de anticuerpos de una madre al niño a través de la placenta y representa a uno de los momentos más vulnerables de la vida, y que abarca una duración de hasta seis meses luego del nacimiento, aparte de que la capacidad inmunitaria estará limitada a la experiencia previa de la madre; a esto se le conoce como inmunidad natural.

El segundo se refiere a cuando se obtiene la resistencia de forma artificial, dado que es producida por la administración de anticuerpos específicos de origen humano o de origen animal por medio de productos terapéuticos, o por la administración de vacunas, que estimulan de forma artificial la inmunidad a través de la exposición a un antígeno; a esto se le llama inmunidad artificial o pasiva.

En consecuencia, la inmunidad pasiva es indispensable para el subsistir de cualquier individuo, ya que gracias a ella se puede generar una resistencia favorable para la recuperación de cada quién, siendo la base de lo que se conoce hoy en día como el proceso de inmunización.

Inmunización

Según la OMS, “la inmunización es el proceso por el que una persona se hace inmune o resistente a una enfermedad infecciosa, por lo general mediante la administración de una vacuna”. Por otro lado, la PAI define como inmunización a la “acción de conferir inmunidad mediante administración de antígenos o mediante la administración de anticuerpos específicos”. En consecuencia, se puede decir que la inmunización es un proceso artificial mediante el cual un individuo se vuelve inmune a una enfermedad, mediado por la administración de antígenos o de anticuerpos específicos a través de un inmunobiológico.

Los componentes que conforman a los inmunobiológicos son dependientes de la casa productora, los componentes que constituyen éstas sustancias generalmente son: el líquido de suspensión (puede ser un líquido simple, como el agua destilada, o tan complejo como el medio biológico donde se haya producido el inmunobiológico); los preservantes, estabilizadores y antibióticos (sustancias que inhiben o previenen el crecimiento bacteriano en los cultivos virales, producto final o para estabilizar el antígeno, por ejemplo timerosal, fenoles, albúmina, y antibióticos específicos); y los adyuvantes (mayormente presentes en inmunobiológicos con microorganismos muertos y fracciones de los mismos, y se utilizan compuestos como aluminio o alumbre, o de calcio para incrementar la respuesta inmune).

La mayor parte de los inmunobiológicos se ven representados por las vacunas, uno de los más innovadores inventos en el área de ciencias de la salud. La vacuna no es más que una mezcla preparada en la que se suspenden microorganismos vivos atenuados, muertos o inactivados, fracciones de estos o partículas protéicas, polisacáridas o ácidos nucleicos de patógenos que se administran en el cuerpo para generar una inmunización. Estas mezclas se clasifican a su vez en cuatro categorías: vacunas vivas atenuadas (que se producen por la modificación de los virus o bacterias que produzcan la enfermedad), vacunas muertas o inactivas (obtenidas por la inactivación de los microorganismos por métodos químicos o físicos; produciendo respuestas inmunes de menor intensidad y duración, y pueden ser virus bacterias o sus componentes y toxinas), vacunas de polisacáridos conjugados (aquellas en las que un polisacárido es unido químicamente a una proteína; generando mayor potencia), y vacunas recombinantes (producidas por ingeniería genética; por un antígeno protéico obtenido por la inserción en un microorganismo o en un cultivo celular de fragmento apropiado, habitualmente un plásmido bacteriano que contiene un gen o segmento de ADN que codifica al antígeno deseado).

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