ANÁLISIS DE LA PELÍCULA: “TE DOY MI ALMA”

ANÁLISIS DE LA PELÍCULA: “TE DOY MI ALMA”

Todo inicia a raíz de la curiosidad de una joven llamada Marie Franquin Spierlrein,  acompañada de un historiador, ambos buscaban descubrir la verdadera historia de Sabina Spielrein, en qué consistió el tratamiento al que la sometió el doctor Jung y qué pasó con ella cuando regresó a Rusia. Es gracias al diario de Sabina que conocemos muchos detalles de su tratamiento y lo que éste le cambió la vida, fue un proceso largo ya que al principio ella no entablaba ninguna conversación con nadie, si no fuese por el sentido humanista del doctor Jung que le mostró preocupación, interés y cariño hacia su persona para entrar a su mundo e incentivar que ella colaborará en sus terapias. A lo largo de la sesiones por el tiempo que compartían Sabina empezó a sentir admiración y amor hacia Jung, ya que los demás doctores sólo se encargaban de torturar a los pacientes, mantenerlos dormidos provocando únicamente que les tengan miedo y rabia.  El doctor Jung, usando un método de la psicoterapia logró la mejora de Sabina, además su peculiar interés sobre ella convirtió la  relación paciente - doctor a una relación de vínculo amoroso (amantes), lo que está prohibido por el  Código de ética profesional de los psicólogos. Nace un gran problema cuando crece la necesidad de Sabina de tener un hijo con el doctor Jung, lo que le hace tomar conciencia de que él estaba casado y tenía una hija, entonces  influenciado por el consejo de su mentor, Freud, decide dar fin a  su romance con Sabina.

Sabina Spielrein:

Una joven reacia, intranquila, al principio de apariencia indomable, sin embargo muy inteligente y astuta, fue maltratada por su padre física y psicológicamente cuando ella era una niña, debido a ello tiene una imagen punitiva hacia él, por otro lado, aparenta una postura introvertida, donde al principio le es difícil, tanto que evita evita relacionarse y expresarse con las personas que la rodean, ha tenido varios periodos de depresión, pues su mente como consecuencias emite sus recuerdos al inconsciente, es por ello que mantiene su culpa y sus pensamientos como producto de sus alucinaciones o imaginaciones.

Cuando fue llevada por su padre hacia el hospital psiquiátrico, su "yo" ya no tenía un sentido relacional, por lo que su persona no tenía ningún valor para ella, lo demostraba lastimándose hacía sí misma, en ocasiones había intentado dañar su propio cuerpo, tratando de lidiar con el dolor emocional, la rabia, y la indignación.

Con el tiempo, se convirtió en una gran psicoanalista y construyó un centro donde realizaba tratamientos psicoanalíticos con métodos innovadores y humanistas, incluido el tratamiento de  niños que habían sufrido violencia o traumas   físicos y psicológicos.

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