Concierto OFUNAM

Concierto OFUNAM

El domingo 12 de mayo de 2013, asistí al concierto de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, ese día mí papá me acompaño hasta al metro La Raza; de ahí tome toda la línea verde, para así llegar a metro Universidad; al encontrarme a éste metro tome el pumabus de la línea 3 que recorre toda la Zona Cultural de Ciudad Universitaria. Baje del pumabus cuando llegue a la sala Nezahualcóyotl, ya que en ese lugar seria el concierto, al estar en dicha sala adquirí mi boleto en la zona OB, con un costo de 80 pesos.

Cuando mire el reloj eran apenas las 11:00 a.m., estuve vagando por los alrededores de la sala y a los pocos minutos encontré a dos compañeros de mi clase de Taller de Comunicación, me mantuve hablando con ellos durante un lapso de 45 minutos; entonces fue así que decidimos entrar a la sala para poder ocupar nuestros respectivos lugares y disfrutar del concierto. Antes de entrar a la sala Nezahualcóyotl, pude observar que al concierto asistieron diversas personas, de distintas edades y distintas clases sociales, esté es un claro ejemplo de que la cultura no es algo elitista o que para tener acceso a ella hay que tener un buen nivel económico.

Al entrar a la sala, ocupamos tres asientos que estaban vacíos, muy al frente por cierto, pero fue una satisfacción enorme darme cuenta de que en esos asientos había una vista espectacular de toda la sala, pero sobre todo de toda la orquesta. El concierto se dividió en dos partes, cada una tenía una duración de una hora; en la primera parte del concierto, la orquesta abrió con la canción

Abdelazer Suite del compositor Henry Purcell, a quien se le atribuye como el mejor compositor inglés de todos los tiempos. En verdad fue un satisfactorio deleite haber podido escuchar esas sinfonías tan coordinadas y palpantes para mis odios.

Esa no fue la mejor parte del concierto, la verdadera emoción fue haber visto que el grandioso Horacio franco entraba por la puerta principal a la sala para poder deleitarnos con su maravilloso sondeo de flauta. En la actualidad Horacio Franco es uno de los artistas mexicanos mayormente aclamados por todo el mundo; es un gran honor decir que estudió en el Conservatorio Nacional de Música, que se fundó en el año de 1866 aquí en nuestro México natal. Horacio Franco es una persona a destacar en mi presente crónica, ya que mi admiración por él es enorme, no solo posee un gran talento para la música, sino también posee una gama de valores excepcionales; ha luchado por los derechos de la comunidad LGBT, ha expandido los programas de música para la educación social en más de 10 países incluyendo el nuestro. Un claro ejemplo de que antes de ser famoso y reconocido, hay que ser una persona cálida y eficiente en función al progreso de las personas.

Horacio Franco toco de maravilla la flauta y el flautín, su repertorio musical duro alrededor de 40 minutos, claro está siempre acompañado de la orquesta, que al sonar juntos hacían debrayar mis emociones al máximo nivel. Al concluir su presentación, Franco se comportó de una manera agradecida y sencilla con todo el público en general, una muestra de esto fue el gran aprecio que mostro a sus admiradores y a varios miembros de la OFUNAM, incluyendo al director.

Cuando Franco se retiró del escenario de la sala, hubo un intermedio de 10 minutos, el cual yo aproveche para ir al sanitario y adquirir algo de comer; regrese para retornar a mi asiento original, cuando dieron la tercera llamada y comenzó la segunda parte del concierto. En esta segunda parte del concierto hubo varios directores invitados, entre ellos destacan Iván López Reynoso que a sus apenas 22 años de edad se integra como director de esta importante orquesta, el cual hizo un excelente trabajo al poder coordinarse con toda esa multitud de músicos.

Por todos los asuntos expuestos anteriormente, puedo mencionar que al salir de

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