Consumos Y Producciones

El siguiente escrito está basado en la lectura Jóvenes: Consumos y Producciones Culturales.

Decidí hablar sobre este artículo porque me pareció muy interesante, sobre todo y como persona joven que soy, el punto de vista que da la escritora sobre la juventud.

Me agrada como al principio del texto se hace mención de las exclamaciones que se usan popularmente para referirse a las personas jóvenes entre ellas: “los jóvenes el futuro del país”, y como bien lo dice el texto ¿qué somos actualmente?, las personas adultas muy seguido se olvidan de que alguna vez fueron jóvenes, quizás con inseguridades, con cierto grado de rebeldía, con mucha inexperiencia sobre la mayoría de las cosas pero ante todo esto eran seres que sentían, que pensaban, que tenían buenas ideas que ofrecer y sobretodo que tenían la necesidad de tener voz y voto en la sociedad a su alrededor. Para todos los individuos es verdaderamente costoso “ponerse en los zapatos de los demás” como se dice popularmente, pero lo que a mí me parece verdaderamente extraño es que uno no logre ponerse de nuevo en los zapatos que alguna vez estuvo, porque claro es mucho más fácil entender algo por lo que uno ha pasado que entender algo por lo que no, así que las personas adultas deberían tomar conciencia de esto y prestar más atención a esos seres que andan por ahí que a menudo son invisibilizados llamados jóvenes.

Ante la gran gama de aspectos que podríamos hablar aquí sobre la juventud nos vamos a enfocar en el título del escrito “consumos y producciones culturales” frente a esto salta la pregunta ¿y a qué nos referimos con eso? La respuesta es sencilla, como todas las personas, los individuos jóvenes necesitamos espacios de recreación, los cuales quizás sean los que nos diferencian de los adultos, refiriéndonos en los tipos de “hobbies” que utilizamos.

Las formas de entretenimiento son tan diversas como lo son las personalidades de cada uno, como se hace mención en el texto el mercado ofrece diversidad de recreaciones, claro pero la mayoría llenos de etiquetas de cómo debemos comportarnos, como debemos vestirnos, que clase de música “esta a la moda”, que tipo de maquillaje debemos usar, como debe ser nuestro cuerpo y un sin número más de patrones que debemos reproducir para tener “aceptación” de quienes nos rodean. Si bien es cierto que existe esto hay quienes no se dejan manipular por esta industria cultural y viven su cotidianidad de formas diferentes es aquí donde entra a relucir las propuestas que menciona el texto, donde se analizan tres ofertas culturales que alejadas de lo que me referí anteriormente, tratan de temas que están inmediatos a nuestra realidad y tienen una relevancia de peso, dejamos de lado como nos debemos comportar según la industria y se habla de problemas como “…la violencia, la xenofobia, el olvido, la recuperación de la memoria, la vitalidad de la cotidianidad…”.

Como punto importante que quiero destacar de las tres producciones, dos son nicaragüenses, en mi opinión no se pudo escoger mejor debido a que para nadie es un secreto que nosotros los costarricense sea por nosotros mismos o por influencias de nuestra sociedad hemos satanizado a las personas de este país de una forma increíble, al punto de hacer chistes verdaderamente groseros de ellos, como una de las tantas formas que los insultamos.

Comenzamos con la propuesta nacional del grupo “Malpaís” el cual surgió alrededor del año 2002 el éxito de este grupo radica en el ahondamiento de temas que son comunes para la mayoría de las personas (amor, momentos de nostalgia,

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