Cómo Hacer Un Documental
sismaito10 de Septiembre de 2013
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Cómo hacer un documental
En los últimos años se ha experimentado una oleada de películas documentales que han abierto un hueco entre las grandes producciones, las cuales suponen un desafío para los espectadores que la mayoría de las producciones no pueden ofrecer. A menor escala, cada vez hay más opciones para que cualquier persona realice un documental y consiga atraer a una audiencia significativa mediante YouTube, festivales de cine e incluso TV.
Si se tiene un programa para editar video, una cámara decente y un micrófono, ya se dispone de todo lo necesario para realizar, ahora mismo, un documental, programa informativo o documento histórico propio.
A continuación se presenta la idea general de las distintas etapas de la realización de un documental, desde la primera idea hasta cómo hacer llegar la producción final a la audiencia.
Elección del tema
Antes de agarrar la cámara y ponerse a grabar, vale la pena hacerse algunas preguntas:
¿De qué va a tratar el documental? - No se trata sólo de saber el tema, sino de especificar en qué te quieres centrar realmente. Piensa en lo que te interesa personalmente del tema y qué quieres resaltar en tu película.
¿Puedes filmarlo? ¿Puedes hacer las entrevistas y filmar todo lo que necesitas para que el documental sea un éxito? Si necesitas filmar un partido de fútbol o un concierto, ¿puedes conseguir permiso para hacerlo? Si necesitas filmar en el Amazonas, ¿puedes desplazarte hasta allí? Si necesitas imágenes de la llegada del Hombre a la Luna, ¿puedes conseguirlas? (la verdad es que sí, la NASA proporciona de forma gratuita todas sus imágenes a cualquier realizador que las solicite).
¿Cuánto quieres que dure el documental y a quién está dirigido? Estas dos preguntas van siempre relacionadas. Los documentales de TV duran generalmente unos 50 minutos. Las grabaciones de YouTube no pueden durar más de 10 minutos. Las películas de cine duran, por lo general, más de una hora y media. En los festivales de cine suele haber dos categorías, una para cortometrajes (unos 10-20 minutos) y otra para largometrajes (50 minutos o más), pero en cada una hay que cumplir una serie de requisitos específicos. La duración del documental y la audiencia determinarán muchas de las siguientes opciones. Por ejemplo, un documental en línea necesita mantener constantemente el interés del espectador, si no se aburrirá y pasará a otra cosa. Sin embargo, una película de cine puede permitirse un desarrollo algo más lento.
Planificación
Una vez que tienes claro lo que quieres hacer, es hora de empezar a pensar cómo puedes conseguirlo.
En la mayoría de documentales existen varias entrevistas con personas que tienen un gran conocimiento del tema o que están personalmente implicadas en la "acción" de la película. Decide cuanto antes quiénes van a ser estas personas y asegúrate de que estarán disponibles y dispuestas a hablar contigo. También debes tener en cuenta qué información pretendes conseguir de cada uno de los entrevistados, e intentar elegir a gente que pueda aportar datos de interés, que la audiencia esté dispuesta a escuchar.
Busca a protagonistas con gran personalidad. Los grandes documentales a menudo siguen la trayectoria de una personalidad o un grupo de personalidades a través de un gran acontecimiento. Si encuentras a alguien lo suficientemente interesante y consigues estar en el lugar idóneo cuando ocurra algo que cambie su vida, la película estará prácticamente hecha. Si no tienes protagonistas de tanto peso en tu documental, tendrás que hacer horas extraordinarias para elegir una historia lo suficientemente interesante como para que supla esta carencia.
Empieza haciendo un boceto del guion. Obviamente no puedes saber exactamente lo que va a ocurrir en el documental línea por línea, pero sí debes poder dividirla en escenas y empezar a pensar cómo quieres rodar cada una de estas escenas.
Si pretendes que tu documental dure 50 minutos, divídelo en segmentos de 5-10 minutos y resume el contenido que esperas en cada uno de los segmentos. De esta forma sabrás rápidamente cómo va a funcionar tu película y cómo se desarrollará la historia. Luego, a medida que vayas filmando y editando, las cosas cambiarán, pero un buen boceto inicial significa que sabes qué escena debes eliminar si aparece una nueva oportunidad, y qué hueco tienes que cubrir si te falla alguna de las entrevistas.
Cuanto más sepas de la película antes de empezar a grabar, más fácil será tu trabajo.
El narrador
Cuando empieces a editar, deberás convertir todo lo que has grabado en una historia que tenga sentido y, a menudo, ése es el trabajo del narrador. Antes de empezar, tienes que decidir si el narrador va a ser parte de la historia o si se va a quedar en segundo plano, simplemente conectando toda la historia.
También tendrás que dilucidar si vas a mostrar al narrador en pantalla o si sólo necesitas su voz en off. Por lo general, cuanto más personalmente implicado esté el narrador, más será necesario traerlo ante la cámara, lo que significa que también necesitarás un escenario donde filmar estos vínculos para tu historia.
A veces, si tienes una idea clara de la forma que quieres dar a tu programa, vale la pena confeccionar un diálogo con la narración antes de empezar a grabar, pero tienes que estar listo para cambiarlo todo una vez que la cámara empiece a rodar.
Permisos
Si puedes, ponte en contacto de antemano con todas las personas que vas a entrevistar y los responsables de los escenarios donde quieres filmar, y asegúrate de que no tienen ningún inconveniente en que les grabes y edites sus imágenes. Si pretendes dar a tu trabajo un alcance público, deberás convencer a todos los protagonistas y propietarios de los escenarios para que te firmen su acuerdo. En este documento simplemente deben confirmar que las personas implicadas están de acuerdo en que edites las grabaciones como creas oportuno. Puede que esto les sorprenda, pero si tu producción llega a publicarse en Internet o aparece en TV, y alguien no está muy contento con el trabajo final que has hecho, te alegrarás de haber obtenido su consentimiento por escrito.
Eventos
Si estás documentando algo que está ocurriendo realmente ante ti, ya sea algo programado, planificado o espontáneo, nunca podrás saber a ciencia cierta qué va a ocurrir. Esto significa que necesitas un plan. Necesitas saber todo lo que puede ocurrir y cómo lo vas a grabar decidiendo de antemano dónde colocarte con tu cámara y teniendo claros las tomas y los cortes que necesitas.
Esto es lo más importante en un escenario en el que todo puede cambiar de repente y necesitas replantearte todo sobre el terreno ya que si al menos sabes perfectamente lo que necesitas, puedes reaccionar mucho más rápidamente ante acontecimientos inesperados.
Intenta siempre obtener una mezcla de planos generales de toda la escena y de primeros planos con detalles. Intenta que la cámara se mueva lo menos posible y, si puedes, graba 10 segundos, o más, antes y después de cada movimiento de cámara para que luego tengas más opciones a la hora de editar. Por último, intenta que cada toma dure al menos 10 segundos. Una toma de dos segundos rara vez tiene alguna utilidad.
Entrevistas
Durante una entrevista tienes algo de control sobre el entorno de grabación, así que aprovéchalo. Intenta que la iluminación sea la correcta, rueda tus tomas de forma lineal y evita ruidos exteriores (especialmente música). Cuando encuadres la toma, coloca los ojos de la persona a un tercio de la parte superior de la pantalla y haz que mire al entrevistador en vez de a la cámara. Realiza preguntas abiertas que no se puedan responder con un simple sí o no, y formula siempre las preguntas más importantes de un par de formas distintas (o más) de forma que siempre tengas grabada al menos un par de versiones de la misma respuesta.
Tomas variadas
Independientemente de lo que estés grabando, obviamente querrás centrarte en la acción principal. Sin embargo, asegúrate de que también realizas tomas de detalles cada vez que puedas. Estas tomas tienen un valor incalculable a la hora de editar y contextualizar la acción ya que te permiten realizar cortes de la forma que quieras. Por ejemplo, una escena de un acontecimiento deportivo será mucha más fácil de editar si cuentas con algunas tomas del público que puedas intercalar. Del mismo modo, las tomas de los gestos de las manos del entrevistado o incluso de la habitación donde está sentado, nos facilitarán la edición.
Sonido
Si hay algo que diferencía las producciones de vídeo profesionales de las aficionadas, es la calidad de sonido. Si no se oye lo que el entrevistado está diciendo, entonces da igual lo interesante que sea o lo que esté contando. De lo contrario, si la calidad de sonido es clara y cristalina, el espectador no tendrá en cuenta una toma movida, un mal enfoque o un mal encuadre.
El sonido suele ser lo último que se nos pasa por la mente a la hora de grabar, cuando en realidad es uno de los aspectos más importantes. Incluso si dispones de una cámara bastante buena, lo más probable es que el micrófono incorporado esté diseñado para recoger todo el sonido de alrededor. Cuando quieras centrarte en un sonido en particular, por ejemplo la voz del entrevistado, este micrófono no te servirá.
En las entrevistas, este problema de sonido se puede resolver rápida y fácilmente. Un micrófono de pinza (o de solapa) cuesta unos 400 pesos y se conecta directamente a la cámara. Estos micrófonos sólo captan el sonido de
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