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El Hombre Mecánico


Enviado por   •  11 de Febrero de 2015  •  1.791 Palabras (8 Páginas)  •  262 Visitas

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Johnny Medina Castro

EL HOMBRE MECÁNICO

"El hombre debe poder decidir sobre el bien y el mal, incluso si opta por el mal. Negarle esa elección es convertirlo en algo que no llega a ser humano, en una naranja mecánica"

Stanley Kubrick

Me parece que La Naranja Mecánica sí rompe con las convenciones hechas verosímiles, y se enmarca en un cine novedoso que busca “el progresivo enriquecimiento de lo decible fílmico” por parte del director Stanley Kubrick. Un ejemplo de ello es su tratamiento estético de la ultraviolencia poco utilizado por cineastas anteriores a él. Ahí Kubrick se aparta de la violencia en las películas del Western como las de Sam Peckinpah, donde los protagonistas son siempre seres humanos empujados a matar por las circunstancias de la vida. En este tratamiento estético de la violencia, Kubrick dotó a sus planos de una poderosa expresividad y belleza por medio de recursos bien medidos como el gran angular, el zoom out, cámara en mano, la cámara subjetiva y el montaje acelerado o el ralentí, a los que habría que añadir su facilidad para encontrar el encuadre óptimo. La música también contribuyó a este efecto. Piezas como ‘La urraca ladrona’, de Gioacchino Rossini, o la ‘Obertura de Guillermo Tell’ (esta última con los arreglos de Walter Carlos), crean la sensación de estar presenciando una coreografía. El juego bipolar de La naranja mecánica encuentra en el binomio ética-estética otra vía de interpretación. La frialdad ética de Alex tropieza con su ferviente pasión estética: la música. Sobre el aspecto emocional de este filme, es notable resaltar el uso que hace Kubrick de la música clásica al hacer de ella un fiel acompañante de las vicisitudes de Alex, particularmente la música de Beethoven, para sacudir a la audiencia con esa yuxtaposición de una composición musical sublime confrontada a los actos brutales de nuestro protagonista.

Utiliza los colores para expresar sentimientos, la luz como salvación y la oscuridad como caída. Ángulos de cámara desde el suelo para la desesperación y desde arriba en los momentos de euforia. Sin que nos demos cuenta todos estos elementos se unen para provocar todo un torrente de sentimientos en el espectador que se siente en más de una ocasión tan asqueado como la víctima o tan excitado como los agresores. Gracias a los planos, la música, los colores, la luz y el cuidado por los detalles, Kubrick crea confusión a la vez que nos guía en esta oscura y agresiva historia, en la que de otra forma caeríamos por el camino sin remedio.

Pero no todo queda en manos del director. La actuación —principalmente la del protagonista— es fundamental para que el conjunto de toda la película pueda transmitir su discurso de la mejor forma posible. Así, el personaje principal (Alex) interpretado por el actor Malcon McDowell hace un buen papel al hacernos creer a los espectadores en esa maldad innata que el personaje tiene, con un carácter completamente corrupto y perverso, en contraposición con cualidades fascinantes, como su inmenso carisma, su ingenio y su energía —el actor cree, y nos hace creer que “él es” el personaje, aceptando “el mágico sí” que el papel demandaba—. Uno de los puntos del método Stanislavski es: “los actores deben hacer todo el uso posible del hecho de que las pequeñas acciones físicas, que ocurren en medio de importantes circunstancias dadas, poseen tremenda fuerza”. Ese punto del método se ve perfectamente representado en la secuencia de la técnica Ludovico, donde el esfuerzo que tuvo que hacer el actor al ponerse pinzas en los parpados durante largo tiempo y lubricar sus ojos con gotas es muy grande.

Existe una analogía de esta película con la ideas de Thomas Hobbes acerca de la concepción del hombre y la sociedad civil. Tanto Kubrick como Hobbes están muy separados de las ideas de Rousseau, para Kubrick “la naturaleza del hombre no es ciertamente aquella de un noble salvaje. El hombre nace con muchas debilidades, y, frecuentemente, la sociedad lo vuelve peor”. Este pensamiento se puede constatar en la escena inicial de la película de Kubrick 2001: Una odisea del espacio (1968) donde describe prehistóricos como mono-hombres empuñando armas de guerra, como las herramientas que supuestamente les levantaron de su estado animal y los hizo humanos. O también en la simple imagen de Alex como la auténtica personificación del mal.

Desde la perspectiva de la Sociedad Civil del cuerpo social (El Estado), observamos lo siguiente: Alex seria la encarnación del hombre que se guía por el puro derecho natural (Estado de guerra) utilizando su poder para satisfacer sus intereses, junto con sus tres amigos forman una especie de manada criminal, poniendo así en peligro a la sociedad civil los intereses y la seguridad. Previamente Hobbes adhiere y por ende fundamenta lalegitimación de la Sociedad monárquica (Estado Social), el poder absoluto (del Soberano, la autoridad) al Leviatán que controla el derecho natural.

Al no cumplir el contrato del que son parte (contrato social abstracto) y violar los fines para el cual fue instaurado (fines como la paz y seguridad); si consideramos la primera ley natural: “todo hombre debe esforzarse para alcanzar la paz, utilizará todos los medios a su

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