El Perfume

ANÁLISIS DE LA OBRA “EL PERFUME”

Para analizar la película El Perfume, obra basada en la novela del mismo nombre de Patrick Süskind, podemos utilizar como tema central el pensamiento de Grenouille y la forma como emplea sus habilidades para lograr un objetivo, crear el mejor de los perfumes, basándonos en Charles Sanders Peirce para entender el argumento, desde la Lógica, la Ética y la Estética para entender la historia de su vida.

Para realizar este análisis, nos vimos abocados a partir de la obra original, no solo de la cinematográfica, por contar con elementos y diálogos que en la proyección se pueden encontrar reducidos u obviados.

Al igual que en el libro no olemos como lo hace el protagonista de la historia, pero de la misma forma que en la obra literaria se hacen unas perfectas descripciones de todas las sensaciones que produce el olfato, en la película se logra lo mismo usando sobre todo técnicas visuales que proporcionan la misma descripción.

El vestuario de los personajes, el contexto en donde se desarrolla toda la acción de los personajes, cada objeto o detalle utilizado en el ambiente, las actividades que desarrollan los personajes y los diálogos utilizados, automáticamente te ubican en una Europa del pasado y es aquí donde la función poética se presenta.

En El Perfume se describe de forma implícita el proceso semiótico de una manera tan clara que notamos que no es producto del azar sino de una intencionalidad del autor, es por eso que encontramos a los perfumes, como hilo conductor de la historia, como una representación del signo, que desencadena acciones y reacciones.

Se pone en evidencia el papel que juegan los sentidos en las personas, ya que no todos percibimos de la misma manera, las ideas y pensamientos pueden cambiar llevándonos a convertirnos en seres despiadados y perder todo nuestro control.

Se puede notar la mezcla que existe entre lo bello, lo feo y todas las percepciones que se pueden tener sobre las cosas y las personas. ¿Existe un límite entre lo ético y lo estético?

Jean Baptiste Grenouille es un marginado social, que al no tener nada que perder pone en juego su talento para conseguir una meta. Sus demonios interiores lo arrastran sin remordimientos ni culpas a la búsqueda de la perfección de la captura de la belleza y la virtud, que poseen las doncellas asesinadas para conseguir su obra maestra.

Su vida oscura, su pobreza, y su instinto asesino, lo han marcado en su gran soledad y en la falta de amor hacia los otros, su necesidad de posesión hace del objeto de su deseo (la obtención del perfume perfecto) el elemento que atormenta su espíritu pues cede ante el poder creador dado por su talento natural para cuya solución no encuentra otra alternativa que la de asesinar para poseer el objeto deseado.

El proceso de indagación permanente es lo que rige la obra; Según Peirce, "el proceso de indagación tiene como punto de partida la interrupción del flujo de la experiencia y es seguido por la formulación y evaluación de hipótesis, para finalizar en la fijación de una creencia. Dicha creencia puede caracterizarse como una expectativa respecto de cómo se comportará el mundo en nuestras futuras interacciones con él." Se entiende entonces que esta es guiada por la búsqueda de la satisfacción de un deseo, que lo lleva a indagarse todo el tiempo para lograr su objetivo. Así, a partir de diversos fracasos, vuelve a estructurar su búsqueda a través de la elaboración de objetivos más definidos.

Cada personaje de la obra está relacionado con un aroma, o en el caso del protagonista, con la falta de él, esto se encuentra presente a través de la triada signo – interpretante – objeto, como observamos en la forma en que se tratará los aromas (objeto) en relación directa con su sensación (interpretante) e inmediatamente conectada con su reacción particular (interpretante dinámico).

No se podría hablar del deseo de Grenouille sin tener en cuenta su creatividad a la hora de elaborar su fragancia.

En términos semióticos, para Peirce, lo creativo es lo nuevo, ideado a través de la abducción. "Lo creativo es valioso, inteligible y original"; es expresión de la propia subjetividad, que Peirce entiende en términos de signos y que aparece caracterizada por la continuidad y el crecimiento, donde la curiosidad permite la creación de nuevas ideas.

Como la abducción supone pensar en diversas explicaciones, un creativo como Grenouille lo hizo desde un comienzo, su extraordinaria habilidad le permitía detectar miles de fragancias y combinar en su mente nuevas mezclas, con lo que finalmente se dio a la tarea de crear un perfume “supremo”

Un elemento reiterativo supone el relacionar aromas con distintos objetos, para los cuales no existen suficientes adjetivos que permitan una descripción suficientemente amplia del aroma en cuestión, el autor recurre a esta serie de metáforas olfativas como una manera de describir, con aromas, lo espantoso de un lugar o la belleza de una dama, allí encontramos un carácter subjetivo en la interpretación de los signos

De esta manera, en base al tratamiento que el autor da al perfume, principal elemento dentro de su novela, vemos justificada la interpretación de la misma en base a los conceptos de Peirce. Haremos nuestro análisis enfocados en las maneras concientes o inconcientes en que los personajes intentan llegar a un determinado objetivo haciendo uso de la lógica semiótica.

Puede ser conveniente partir de la principal búsqueda en la novela, o sea de la que hace su protagonista: Jean Baptiste Grenouille, cuyo objetivo principal, dice es convertirse en “el perfumista más grande de todos los tiempos” y “revolucionar el mundo de los olores”. Es interesante analizar el momento en el cual el protagonista construye las razones con las que se justifica en la importancia de llevar a cabo estos objetivos es decir, el momento mismo en el que

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