El bullying en la película stand strog chrissa

Ética y moral, bullying

El comportamiento ético es aquel que depende del criterio y se desarrolla de acuerdo al contexto; cuando somos niños recibimos la guía basada en experiencias de lo que socialmente se representa como bueno o malo, estos comportamientos ofrecen una gama amplia de virtudes, consideradas valores y antivalores. El niño antes de ser influido por la selección de lo malo, tiende a elegir comportamientos al azar pero si después de haberle ilustrado en el campo emocional del comportamiento ético tiende a orillarse hacia las actitudes incorrectas, entonces podemos decir que el criterio del niño ha sido influenciado por la manipulación de lo malo y ha comprobado que estas actitudes le generan un placer instantáneo. Cuando un grupo de niños ha decidido lastimar, mofarse o incluso agredir físicamente a otro niño a causa de sus diferencias en un ambiente estudiantil, es necesaria la intervención de los directores de la institución para corregir el comportamiento de los involucrados.

En el caso presentado en clase, podemos observar que las niñas que agredieron a nuestra protagonista deberían recurrir a la distinción interna de lo bueno y malo para evaluar su comportamiento, el ritual social de la disculpa sería un buen inicio en el reconocimiento de sus actos. Normalmente la víctima de las agresiones decide no reportarlas ya que no quiere ser catalogada como socialmente se les concibe “chismosa”, es entonces que a partir de ese miedo generado por victimarios con un grado de manipulación elevado, los afectados deciden no hablar, lo cual es incorrecto ya que se crea un círculo de poder donde la vulnerabilidad es el arma del victimario; nuestra protagonista decidió que sus miedos sociales no la detendrían, es entonces que reporto el comportamiento de las agresoras a la dirección de la institución donde sucedió el percance. Los agresores son seres que trabajan acompañados de un sequito que celebre sus bromas y agresiones para con los demás, ellos se empoderan de la aprobación que el grupo les brinda, normalmente el grupo rodea al agresor por el miedo que les provoca ser blanco de su frustración pero dentro de esa estructura de abusadores ninguno nota la relación que existe y quién empodera a quien, es por eso que las niñas envueltas en el percance que no se atrevieron a detener a la agresora son de igual manera culpables por alentar y no reflexionar sobre lo que estaba sucediendo; en ocasiones alguien dentro del círculo de los transgresores existe una parte que está harta del miedo infundido así que recuerda su estructura interna capaz de diferenciar el comportamiento ético y decide ponerla en práctica, quitándole poder al agresor principal y validez a los otros seguidores, tal es el caso de la niña que decide reivindicarse con la verdad, sean las consecuencias que sean, decide que hablar de lo que paso la libera de esa carga social que el agresor principal

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