La resistencia en V de Vendetta.

La resistencia en V

Jose Alberto Ríos Chávez

Con el filme se representa una forma de resistencia ante la gobernabilidad alienadora que maneja y modula la realidad. Es preciso establecer que la resistencia aporta al poder y a la gobernabilidad en cuanto es regulada por el monarca pero no siempre vemos esto con V, ya que la resistencia que en principio es ideológica se traduce en romper una realidad normalizada,

Hemos estudiado que las relaciones de poder son productivas pero no solamente desde la producción marxista (producción de capital) sino también productora de vida; esto es, las relaciones de poder generan formas de pensar, de hablar, de actuar. Producciones de la vida social que decimos que genera realidad puesto que estas relaciones de poder no son solamente de un individuo o de una clase puesto que atraviesan todo el conjunto social.

Esto es lo que podemos ver con el régimen totalitario que gobierna en el filme, que controla y modula la realidad que construyen los medios de comunicación y regula las anormalidades a través de la violencia legítima con todo un brazo de fuerza pública atento a todos los flujos sociales; de esta manera han creado en la nación unas conexas formas de conciencia ideadas por quienes prevalecen en la decisión política del poder^[1] gracias a unas redes reticulares de relaciones de poder que atraviesan y producen individuos.

Todo el discurso que produce el gobernante en el filme está dirigido a ir más allá de esto y volver sujetos a los individuos, normalizados todos por unas prácticas que devienen en realidad como mecanismo de control. Este proceso, que se constituye como producción política, se ve a pequeña escala dentro de la película en el sitio de reclusión y experimentación en el que V se convirtió en esa figura de resistencia y en el que la protagonista también es internada falsamente por el mismo V.

En este sitio, los individuos se vuelven sujetos y todos son atravesados por las mismas prácticas y formas de conciencia, generando para ellos una realidad determinada e inamovible, aun cuando se presenten pequeños brotes de resistencia. Sin embargo, es la resistencia también un elemento fundamental en estas relaciones de poder evidenciadas en la película pues V rompe todas estas realidades moduladoras (lo cual se evidencia con todo el proceso de engaño a Evey en la supuesta prisión, que no era vigilada por nadie y que solo fue usada por V para romper en ella el miedo y consolidarse como cara de la resistencia.

La cara de la resistencia ante un sistema con tantas regulaciones se traduce en la famosa mascara. V argumenta que como agente de resistencia desviado de la normalización no podrán combatirlo ni reprimirlo como hombre, ni como sujeto ni como individuo; él no es una resistencia física sino una resistencia idealista (a la cual no se le pueden modular los movimientos ni reprimir físicamente), contra lo que no podrá abatirlo ninguna bala. Cito al personaje que en un momento del filme recita: “¿Querías matarme? Bajo esta capa no hay huesos ni carne que matar. Solo hay una idea. Las ideas son a prueba de balas”. Este sentido de resistencia se extiende no solo a la capa sino a la máscara.

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