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Mitología muisca


Enviado por   •  20 de Junio de 2013  •  4.495 Palabras (18 Páginas)  •  371 Visitas

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La mitología muisca estaba muy bien documentada gracias a que el territorio de la Confederación muisca fue escogido como sede de la administración colonial en una nueva unidad administrativa de un territorio más vasto conocido como Nuevo Reino de Granada. Ese factor permitió que los más destacados cronistas se establecieran en Bogotá y recopilaran mucha información de primera mano.

Sue (El Sol): era el padre del partenón muisca y su templo estaba en Sugamuxi o Suamox (Sogamoso), ciudad sagrada del sol. Era este el dios más venerado, especialmente por los súbditos del Zaque que se consideraban hijos de Xue y que le rendían culto a base de sacrificios humanos muy sangrientos y del consumo de ojos de niños, los cuales eran extraidos en el momento mismo del ritual.

Chía (La Luna): su templo estaba en lo que hoy conocemos como el municipio de Chía y era venerada especialmente por los súbditos del zipa, que se consideraban sus descendientes.

Bochica: este misterioso personaje no era propiamente un dios, pero era digno de gran veneración. Como sucede con seres mitológicos de otros pueblos, quizá se trate de un antiguo jefe o héroe inmortalizado en los relatos que protagoniza. Dice de él el relato que en la sabana, vivían los muiscas, pero se habían cansado de las inundaciones, que podían ser causadas o por Huitaca, la hermosa y malvada mujer, o Chibchacum (el protector de los agricultores). Entonces, del cielo salió un arco iris, y de él bajó un hombre blanco, con barbas blancas y túnica. Éste dijo llamarse Bochica y les enseñó a tejer. Bochica escuchó las quejas de los muiscas sobre las inundaciones, y con su bastón de oro partió dos piedras al borde del precipicio donde terminaba la sabana y salió toda el agua, creándose el salto de Tequendama. Bochica castigó a Huitaca y Chibchacum. A la primera la convirta en lechuza, y obligándola a cargar el cielo. A Chibchacum, lo obligó a cargar la tierra, y cada vez que se la cambia de hombro, la tierra tiembla.[cita requerida] Se creía que los zipas eran descendientes de la luna (Chía) y los Zaques del sol (Xue).

La estatua de la Diosa del Agua fue tallada en piedra por la escultora bogotana María Teresa Zerda. La Diosa del Agua - Sie se identifica con Bachué.

Bachué: la madre de los muiscas. Dice de ella el relato que un día, de la laguna de Iguaque, salió una mujer esbelta y bella, con un niño en sus brazos. Ella (Bachué), se sentó a la orilla de la laguna y esperó hasta que su hijo creciera. Cuando este alcanzó la edad suficiente, se casaron y tuvieron muchos hijos, siendo estos hijos los muiscas. Bachué les enseñó a cazar, cultivar, respetar las leyes y adorar a los dioses. Bachué fue tan buena, que los mismos muiscas se referían a ella también como Furachoque (‘mujer buena’, en chibcha). Cuando ya eran muy viejos, Bachué y su Hijo-Esposo decidieron volver a Iguaque y se convirtieron en serpientes sumergiéndose en el lago. Ese día los muiscas, a pesar de su tristeza sabían que Bachué, su madre, era feliz. De la leyenda existen otras versiones. Por ejemplo aquella que dice que después de sumergirse en Iguaque, Bachué asciende al cielo para converirse en Chía, mientras que en otros versiones Chía es una diosa diferente de Bachué. El Dorado era un lugar mítico en la parte central de la Nueva Granada (hoy Colombia). Se suponía que tenía grandes reservas de oro. A partir de este mito se han desarrollado historias como en la película de dibujos animados The Road to El Dorado (La ruta hacia El Dorado) producida por Bonne Radford. En ella dos aventureros españoles se embarcan en la misión de encontrar la Ciudad de Oro. La película mezcla elementos de las culturas Azteca, Mayas e Incas, e incluso representa a Hernán Cortés, conquistador de México. La misma fue un éxito mundial, salvo que descontextualiza completamente el origen de la leyenda. El Dorado tiene como origen la Confederación chibcha y la misma nace de la antigua tradición del zipa de ofrendar dones a la diosa Guatavita en la laguna del mismo nombre. Dicen los relatos que el zipa se cubría completamente de oro. Esa tradición que fue conocida por pueblos circunvecinos a los muiscas, atrajo muy especialmente a los españoles que atravesaron las selvas colombianas y venezolanas en búsqueda de una Ciudad de Oro con tesoros fabulosos. De esta leyenda y su legitimo origen colombiano, viene el nombre de Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá.

Arquitectura

Los muiscas construían sus casas utilizando como principal material la caña y el barro para hacer las tapias llamadas bahareque. Las casas comunes eran de dos formas: unas cónicas y otras rectangulares. Las primeras consistían en una pared en círculo hecho de palos enterrados como pilares más fuertes sobre los cuales se sostenía de lado y lado un doble entre tejido de cañas cuyo intersticio era tupido de barro. El techo era cónico y cubierto de pajas aseguradas sobre varas la profusión de tales construcciones en forma cónica en la sabana de Bogotá, dio origen a que Gonzalo Jiménez de Quezada le diera a esta altiplanicie el nombre de Valles de los Alcázares. Las construcciones rectangulares consistían en paredes paralelas también de bahareque, como las anteriores, con techo en dos alas en forma rectangular.

Tanto las construcciones cónicas como las rectangulares tenían puertas y ventanas pequeñas. En el interior el mobiliario era sencillo y consistía principalmente en camas hechas también de cañas, llamadas barbacoas, sobre las cuales se tendía una gran profusión de mantas; los asientos eran escasos pues los indígenas solían descansar en cuclillas en el suelo. Además de las casas comunes existían otras dos clases de construcciones: una para los señores principales, probablemente el jefe de la tribu y del clan, y otras para los jefes de las confederaciones chibchas, como los Zaque y los zipas.

Historia

La historia precolombina de los muiscas es en realidad pobre por la pérdida de mucho material que permita una reconstrucción detallada a causa de las guerras de conquista durante el siglo XVI. Todo lo que sabe de los muiscas precolombinos es gracias a la tradición oral, las crónicas de los conquistadores y a las excavaciones arqueológicas adelantadas especialmente después de la Independencia.

Antecedentes

Las excavaciones realizadas en el área del altiplano cundiboyacense dejan evidencias de una gran actividad humana en ese territorio a partir del periodo arcaico, es decir, hace más de 10.000 años, al inicio del Holoceno. Ello terminó una hipótesis tenida como válida durante el siglo XIX que los muiscas habían sido los primeros habitantes del Altiplano. Colombia cuenta además con uno de los yacimientos

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