Rojo Como El Cielo

Es una película que habla acerca de la vida de Mirco Mencacci, un niño alegre, inquieto, al que le encantaba ir al cine y compartir momentos de juego con los demás niños de su edad. Un día el tomo la escopeta de su padre y provocó un serio accidente, ocasionándose una herida en la cabeza, que le trajo como consecuencia la ceguera; en ese entonces debido a una ley existente en Italia que no permitia a los incapacitados asistir a la escuela tuvo que abandonar su escuela regular para ir a un colegio especial para invidentes como él, una vez ahí empezó a tener problemas con sus compañeros ya que no aceptaba su condición, tiempo después conoció a una niña con la que compartía momentos de juego y aventura durante su estancia en el colegio, pero todo esto era a escondidas pues la madre de ella no la dejaba jugar con ningún niño, ya que si no la podían correr de este lugar.

Debido al gusto que tenía Mirco por el cine y todo lo relacionado con este, junto con sus amigos del colegio grabo un cuento en una cinta que su profesor le había otorgado. Juntos realizaron los efectos de sonido, la narración y los distintos personajes, pero el director al darse cuenta de esto expulsó a Mirco inmediatamente, ya que para él, el ser invidente era una gran barrera en la vida por lo que según él ese tipo de personas no podían llegar a hacer nada más de lo que se les enseñaba en el colegio. Pero la amiga de Mirco habló con Hetore un amigo invidente que habían conocido en una ocasión que se escaparon para ir al cine. Hetore era un manifestante que trabajaba en una de las fábricas de este pueblo y junto con sus demás manifestantes acudieron al colegio para reclamar la estancia de Mirco.

El maestro encargado de las clases de Mirco, tomó la decisión de encarar al director y decirle lo que opinaba sobre su metodología de estudio en su institución, el cual aunado a su orgullo y rectitud sobre las reglas no tuvo más remedio que escuchar lo que el maestro le decía para dejarlo hacer lo que él comentaba.

Al final los pequeños muestran su obra a sus padres, los cuales con los ojos vendados escuchan atentos el cuento de sus hijos, que con tanto orgullo, trabajo y pasión lograron realizar. Después de todo la ley que existía en Italia de 1975 fue abolida y ahora los pequeños invidentes pueden estudiar en cualquier escuela regular. Actualmente Mirco trabaja haciendo efectos especiales para la cinematografía y es uno de los más reconocidos en Italia.

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