Aspectos generales de la auditoría contable

Aspectos generales de la auditoría contable

La evaluación del desempeño de las organizaciones constituye un elemento importante para determinar si se han logrado todos los objetivos esperados. Por tanto una evaluación de desempeño basada únicamente en los resultados y criterios de eficiencia clásicos, nos limita a no poder en un futuro dar más de lo que se tiene previsto. Partiendo de esto, es necesario que se realicen evaluaciones integrales que involucren distintos procesos y áreas de la organización, tales como contabilidad general, presupuestos, costos, entre otras. De igual manera es responsabilidad de la entidad la aplicación de técnicas financieras adecuadas.

Antes de entrar al tema que corresponde, se debe definir el termino contabilidad, ya que de aquí depende la realización de la auditoría. La contabilidad es la técnica que se ocupa de registrar, clasificar y resumir las actividades mercantiles que se llevan a cabo día a día en una empresa. Ésta tiene el propósito de interpretar los resultados, controlar los recursos y tomar medidas previas para evitar así cualquier situación desfavorable que se pueda llegar a presentar. También incluye una serie de fases que son importantes para llegar a obtener los resultados futuros esperados en una organización. Dentro de estas fases se encuentran en último lugar, pero no menos importante, la auditoría contable.

Como ya sabemos que la auditoría constituye la última fase en el desarrollo de los procesos contables, es necesario que se plantee una definición clara acerca de lo que es la misma. El autor Ramiro Andrade Puga, en su libro Auditoría (1998; 37), define la auditoria como: “El examen posterior y sistemático que realiza un profesional auditor, de todas o parte de las operaciones o actividades de una entidad con el propósito de opinar sobre ellas, o de dictaminar cuando se trate de estados financieros”. Es decir, la auditoría no es más que el instrumento de gestión utilizado para evaluar los procedimientos contables de una empresa y así ratificar el cumplimiento y control se las actividades contables.

De acuerdo a la definición anterior, podemos decir que el objetivo fundamental de una auditoría radica en la emisión de un juicio o diagnostico acerca de las actividades financieras. Logrando que se puedan tomar las decisiones adecuadas, así como también que se puedan corregir fraudes y errores. Ésta busca también, asegurarse de que el sistema contable aplicado y la entidad misma, es confiable, de modo que proporcione datos pertinentes y fiables. La auditoría además efectúa una serie de sugerencias que permiten a la organización mejorar el control interno aplicado en las actividades.

La auditoría puede clasificarse de diversas maneras, no obstante, las dos consideradas como las más importantes corresponden a: auditoría interna y auditoría externa. La primera es aquel control realizado por empleados de una empresa para garantizar que se están llevando a cabo los procedimientos. La segunda, es aquella que se lleva a cabo por una exigencia legal y que es realizada por una persona independiente, que no tiene ninguna relación con la empresa. Ambas tienen como finalidad la verificación del proceso operativo, contable y administrativo de la organización en cuestión y se diferencian en el examen que cada una realiza de la empresa.

Las actividades de auditoría, tanto de la externa como de la interna, se encuentran realizadas por contadores profesionales que reciben el nombre de auditor interno y auditor externo. Estos deben cumplir con unos requisitos, que no son tan fáciles de alcanzar, ya que esto requiere de tiempo, dedicación y conocimientos. El autor Lefebvre Francis en su Manual de Auditoría (2012) cita que: “El auditor debe reunir una serie de características personales y profesionales; formación académica, experiencia profesional, competencia

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