“CULTURA CORPORATIVA: Clima y ética de la administración”

“CULTURA CORPORATIVA: Clima y ética de la administración”

Un aspecto importante del medio interno de una empresa es su Cultura Corporativa, la suma total de valores, costumbres, tradiciones y significados que hace única a una empresa. A menudo se llama a esto, el carácter de una organización. Aunque es difícil medir la cultura corporativa, es fácil reconocerla: un banco con una antigüedad de 100 años ubicado en el distrito de Nueva York tendrá un carácter conservador, y una empresa de computación moderna ubicada en el Silicon Valley de California, un carácter liberal.

La cultura corporativa comprende la visión de los fundadores de la empresa y de sus primeros héroes. A menudo se trata de una mitología que adorna los logros actuales de dichas personas; estos primeros valores sirven para guiar e influir a la administración actual. Sólo piense en la imagen de héroe inventor Tomás Edison, trabajando sin descanso por las noches, para comprender la gran dedicación de los empleados actuales de la empresa que fundó, General Electric, o la imagen de la empresa postal que no permite que ni la lluvia, ni la nieve, ni el granizo, ni la oscuridad de la noche, eviten que se entregue la correspondencia. La dedicación de un Edison y la perseverancia de las primeras empresas de mensajería, continúan influyendo e inspirando a los trabajadores de hoy. A estos valores se les llama “valores fundamentales de la cultura corporativa”.

Cuando los trabajadores ingresan a una compañía nueva, por lo común reciben una orientación formal. Ésta consiste desde una simple instrucción verbal, un folleto mimeografiado o un manual impreso de clases formales. Parte de esta orientación puede ser contar de nuevo los primeros días de la empresa y las hazañas de sus héroes. No es sólo compartir las “anécdotas de lucha de la empresa”, sino una transmisión de los valores esenciales apreciados dentro de ella. La orientación expone la filosofía, los valores y las acciones esperadas de los empleados de la empresa.

En los administradores también influyen los estándares éticos, que ordenan la conducta tanto dentro como fuera de la empresa. Algunas acciones se consideran ilegales por las leyes, pero otras, aunque legales, se consideran contrarias a la ética. Las acciones no éticas son aquellas que van en contra de los estándares de moral aceptados del momento y del lugar, y esto origina un punto importante. Los estándares éticos son producto de un momento y un sitio, y pueden cambiar con el paso del tiempo y con cambios de lugar. Lo que es aceptable en un lado puede ser completamente inaceptable en otro, y las conductas permitidas hace unas cuantas décadas ahora están prohibidas. Los sobornos políticos y las mordidas para los ejecutivos, aceptables y esperadas en ciertas partes del mundo, son inadmisibles en Estados Unidos. Por décadas, la privacidad del trabajador promedio estadounidense no era importante. Ahora se espera el respeto a esa privacidad, y un empleador que viola de manera rutinaria la privacidad del trabajador, se enfrenta con grandes dificultades éticas y finalmente ¡legales!

Los valores de una cultura corporativa también influyen en los estándares éticos dentro de una empresa. Una corporación para la que es valioso ganar en el área de negocios, puede alentar y aprobar las conductas de los ejecutivos que busquen “ganar a cualquier costo”. El gerente implacable que tenga esta filosofía (aunque si tiene mucha rotación de personal y es odiado por los empleados), será recompensado por la empresa. No obstante, otra empresa puede no aprobar dicha filosofía y considerar que esas conductas en sus ejecutivos no son éticas ni aceptables.

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