Caso J Glottmann

CASO J GLOTTMANN

Las empresas J Glottmann, que inicialmente se llamaba la casa del radio fueron creadas por Don Jack Glottmann, en 1935. Su principal actividad económica era la de importar y comercializar electrométricos o todo lo que fuera novedoso en Colombia, pero como lo novedoso en aquella época era sinónimo de costoso su modalidad de pago facilitaba la adquisición de aquellos bienes vendiéndolos a crédito.

Poco a poco las empresas J Glottmann fueron constituyendo una gran fuente de trabajo para miles de personas y de progreso para la economía del país. Desafortunadamente el 9 de abril de 1948 fue incendiado su principal almacén y todas sus oficinas, pero pudo superar la crisis de ese momento. Sin embargo se les aproximaba una crisis peor, fue en el año 1950 cuando hubo un cambio radical en el modelo económico de nuestra nación según el cual el país podría desarrollarse aceleradamente con el solo recurso de prohibir la importación para "obligar" a la industria a producir en el país. Esta noticia dejaba al señor Jack Glottmann prácticamente sin negocio pues como se había dicho antes la actividad principal era importar para comercializar, así que Jack Glottmann tenía dos opciones, producir o cerrar la compañía.

Fue así como nació la Industria Colombiana de Artefactos S.A (Icasa), eso sí, Icasa tuvo que ser hecha con unos pocos miles de dólares que le quedaban a Jack de sus ahorros, y desesperado por empezar tuvo que pedir préstamos millonarios de financistas, cuyos intereses se comían todo lo que la incipiente empresa lograba producir. El arranque de Icasa fue durísimo y el nivel de estrés que manejaba Don Jack era intenso, sumado a una incontrolable adicción al cigarrillo, le produjeron la muerte en 1959, a los 51 años.

Los delegados tras la muerte fueron sus hijos Saulo y Jaime de 25 y 22 años, que apenas sabían del negocio de su padre y les toca tomar frente ante la situación. Para manejar las empresas se fijaron dos grupos en la organización donde cada uno se hacía a cargo de una de estas, Saulo en Icasa y Jaime en J Glottmann. La responsabilidad que les dejaba su padre era inmensa, claro está que hubieran podido triunfar si se instalaba un buen manejo del proceso administrativo y desde un principio se plasmaran los objetivos, primeramente la de saldar todas las deudas y tener como meta una buena productividad y un manejo prudente de las empresas. Claramente ellos siguieron luchando por la herencia de su padre y en mantenerla sin primero analizar cómo estaba la empresa y como iban a poder seguirla, así que lo que se esperó en esos años fueron grandes frustraciones y fracasos y esto llevo, junto con problemas de seguridad a que Saulo se retirara de la compañía, dejando a su hermano solo en esta travesía.

Para 1977 y 1978 las compañías por primera vez lograron excelentes utilidades pero como llegaron se

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