Caso Resolucion Creativa De Problemas

El proceso de creatividad aplicada en acción: recomendaciones y ejemplos

Por: Eduardo Kastika

1. Comenzar con los DESEOS

Observe las Figuras 1 a 20. Son varias hojas escritas con frases e ideas que resultaron de un ejercicio de Resolución Creativa de Problemas.

Es el caso de un Ingeniero que está tratando de redireccionar su carrera. No se siente conforme con su vida (laboral, profesional, pero también personal) y buscó una ayuda en las técnicas de creatividad.

En la Figura 1, Usted verá un montón de frases del tipo “¡Qué bueno sería…!”, “Me gustaría…”, “Sería fantástico si…”.

Figura 1: Listado de formulaciones de deseos posibles.

Son deseos escritos. Una forma de plasmar las sensaciones del Ingeniero (José): qué siente, qué le gustaría, dónde le duele…

Es una manera de intentar definir qué es lo que realmente quiere.

Muchas veces sabemos qué es lo que NO queremos pero no sabemos qué es lo que queremos. Llegar a una clara definición de lo que queremos, ayuda mucho.

No es una sola frase. Son muchas. Porque así es la vida.

No sentimos una sola necesidad, una sola amenaza, una sola oportunidad. En este ejemplo, proponemos 22 frases diferentes. Pero podrían ser más. El nuestro es sólo un ejemplo, suponiendo que José ha dedicado no más de 10 minutos a la tarea de listar los deseos que se le ocurren.

A partir de aquí, luego, surgirá un ranking. Algunas frases van a estar marcadas como importantes y otras nos. Algunos deseos van a ser más valiosos que otros. Será, por lo tanto, un ranking basado en nuestros valores. A partir de ahí, aparecerán los proyectos más y menos relevantes.

2. Definir a dónde vamos a enfocar nuestra atención

En nuestro ejemplo sólo vamos a dividir entre los deseos que vamos a tener en cuenta y los que, por ahora, vamos a dejar de lado. Un ranking consistente en sólo dos escalones. Lo hacemos así porque lo que nos interesa es definir en qué cuestiones vamos a enfocar nuestra energía y en qué cuestiones no.

El listado de frases es, sin embargo, un conjunto complejo de emociones, sensaciones, dudas, expectativas. Todas estas emociones son muchas, están relacionadas, algunas incluyen a otras y no están totalmente claras.

Al convertirlas en frases, al escribirlas, José intenta clarificarlas un poco más.

No es que las clarificará del todo. Al menos AVANZARÁ un escalón en el nivel de claridad de sus problemas.

Después, si, Usted verá, en la Figura 2, que hay cinco frases marcadas. Y luego, en la Figura 3, una hoja con una sola frase “Me gustaría dedicarme a una actividad que realmente me apasione”.

Figura 2: Selección de las formulaciones de deseos consideradas más interesantes.

¿Cómo supo José qué frases marcar? No lo “supo”. Lo intuyó.

Pasar de 22 frases a 5 fue un salto “no analítico”. “No lógico”, podríamos decir. En el estricto y literal sentido de la expresión, José eligió lo que quiso.

Y luego, a partir de estas 5 frases marcadas, llegó a una frase concreta en forma de desafío (Figura 3). ¿Cómo o hizo? También: como quiso. Sin demasiadas reglas. Le pareció que hablar “del bien de la humanidad” era demasiado amplio y especificar el tema de “la tala de árboles” era demasiado específico.

Entonces optó por una redacción intermedia.

Figura 3: Formulación del deseo relevante.

Podría haber llegado a otro planteo de su deseo relevante. No hubiera estado mal. Ni bien. Hubiera sido otro modo de empezar. Ni mejor, ni peor. Me animo a decir que hubiese sido bastante parecido. Porque más allá de que el tema de la tala de árboles o el tema de la ayuda a la humanidad no figuran en su planteo de deseo relevante, José sabe que estos temas están ahí.

Importante: todo lo que se escribe en este Proceso de Resolución Creativa es BORRADOR. Son ideas en proceso. Como si estuviésemos pensando en voz alta.

Lo que escribimos no nos compromete, no nos ata. Es para nosotros y sólo para nosotros. De hecho es FUNDAMENTAL tener la certeza de que nadie opinará sobre lo que hemos escrito. Podemos ir y volver, tachar, agregar, corregir, guardar, tirar, lo que queramos. Es para nosotros.

Y si alguien nos ayuda a escribir todo esto, debe saber que lo hace sólo en su carácter de facilitador. Una vez que terminó de facilitar el proceso su tarea finalizó.

Todo lo que quedó escrito antes del deseo relevante quedará a disposición de José. Si quiere lo usa. Si no, no.

[Por lo general, en un proceso como el del ejemplo, en el que una persona piensa algo para sí misma durante, digamos, un par de horas, todo lo que ha escrito sólo sirve para llegar a las ideas finales. Casi nunca se vuelve sobre estas primeras hojas.]

Volvamos a lo nuestro: “Me gustaría dedicarme a una actividad que realmente me apasione”, escribió José.

Esta es la frase que eligió como disparador. Lo que nosotros llamamos “deseo relevante”. De todas las que podría haber elegido, eligió esa frase. Es como decir: “Me pasan un montón de cosas, pero AHORA voy a ocuparme de esto, voy a dedicarme a pensar en ESTO”.

Dejo de pre-ocuparme en todo y me ocupo de esto.

Así empieza el Proceso de Resolución Creativa. Con la decisión de ponerse a pensar en algo que Usted quiere resolver, abordar, desentrañar, aprovechar.

3. Recomendaciones para expresar el deseo relevante

Los deseos deben ser expresados en forma simple, concreta, clara. Sin un gran desarrollo. Esto es lo que llamamos orientación al objetivo.

Podríamos escribir una historia acerca de nuestros deseos. O un párrafo. O incluso una novela, un melodrama.

Pero en este caso, no queremos regodearnos

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