Competencia Monopilistica

DETERMINACIÓN DE PRECIOS DE BEBIDAS GASEOSAS.

Las bebidas gaseosas cuentan con diversos sustitutos. En primer lugar, se encuentran los jugos de frutas y las bebidas instantáneas. Este tipo de productos han sido siempre sustitutos tradicionales de las bebidas gaseosas. Sin embargo, en los últimos años estos han perdido importancia debido a los bajos precios que presentan las gaseosas. En el mercado de bebidas gaseosas observamos que todas las empresas producen un mismo bien, pero diferenciado (envase, marca, publicidad, etc.). Pero que son sustitutos entre sí, entonces teniendo en cuenta que cada empresa tiene decisión sobre el precio y la cantidad producida, veremos que estamos en un mercado de competencia monopolística.

En el siguiente cuadro podemos ver un claro ejemplo de lo dicho anteriormente, cada empresa tiene diferentes presentaciones y precios que hace que se diferencien entre sí.

Cuadro N° 01

(Precio de las bebidas gaseosas en el Perú)

Luego de ver una radiografía del mercado de bebidas gaseosas nos formulamos la siguiente interrogante.

¿CÓMO SE DETERMINA LOS PRECIOS DE LAS BEBIDAS GASEOSAS?

Para responder esta pregunta primero veremos algunos antecedentes de este mercado, especialmente en América Latina.

Según la asociación nacional de bebidas refrescantes de Chile el mercado de gaseosas ha experimentado un aumento del 5.8% con respecto al año anterior, lo que se traduce en un total de 428 millones de litros de bebidas gaseosas, este aumento se produjo gracias a la agresiva campaña publicitaria que desarrollaron las empresas de este sector, haciendo que la competencia entre las marcas de gaseosas por diferenciar su producto y darlo a conocer al público sea más reñida.

En una publicación del diario El Clarín de Argentina muestra que el año pasado se registró un aumento de 7.8% de incremento en las ventas de bebidas gaseosas pero en este caso fue una marca en especial la que incremento sus ventas, Coca-Cola al ser patrocinador del certamen de fútbol que se jugó en ese país, elevó sus ventas gracias a la publicidad en los estadios y en las transmisiones de los partidos, lo que muestra la gran importancia de la publicidad en el mercado de bebidas gaseosas.

Cabe señalar que en los dos antecedentes que se menciona, los precios no variaron y que los cambios en la demanda se atribuyen únicamente a la difusión del producto.

El análisis realizado sobre la industria de bebidas gaseosas muestra que esta cala en la definición de una industria que se organiza bajo los principios de la competencia monopolística.

El concepto de competencia monopolística que se basa en Varian (2003: 460), González y Martí (2006, 176), es el siguiente:

Es aquella organización de mercado en la que existen muchas empresas que venden artículos muy parecidos; pero no idénticos debido a esta diferenciación del producto, el vendedor tiene cierto grado de control sobre el precio. El conjunto de estas empresas formarán una industria, cada una de estas producen un bien único – una determinada marca, por ejemplo – dichos bienes son sustitutos cercanos desde la perspectiva de los consumidores, es decir consideran que todas las marcas son en cierta medida sustitutas.

Un análisis más profundo de competencia monopolística lo encontramos en Mansfield (1998: 348), donde nos dice que se caracteriza por la producción de un solo bien dentro de cada industria. Las curvas de demanda que enfrentan las firmas presentan una pendiente negativa, porque cada firma produce un producto diferenciado y tiene, por lo tanto, poder de mercado sobre su propio producto. Cada firma cree que puede ajustar sus precios y cantidades en algún punto sobre la curva de demanda, sin producir cambio alguno en los precios de sus rivales, de forma que la industria aproxima su curva de demanda a la de un monopolio. La salida y entrada se debe a las pérdidas o ganancias puras que tengan las firmas en el mercado. Si alguna firma presenta pérdidas en su industria entonces se retira del mercado. Si por el contrario, registra ganancias puras, impulsará la entrada de firmas a la industria.

“Estructura de mercado en la que hay muchos vendedores que ofrecen bienes que son sustitutos cercanos, pero no perfectos. En este tipo de mercado, cada empresa puede influir en cierta medida en el precio de su producto.

Aparentemente son homogéneos sin embargo los productos son diferenciados. La diferenciación de los productos origina cierto control de precios por parte de las empresas, empero, la variación de precios de una empresa afecta de manera poco significativa a la competencia”. (Robert, 2009: 238)

El comportamiento de este mercado es explica en Stiglitz y Walsh (2009: 571), donde nos indican que en competencia monopolística el número de empresas es suficientemente grande como para que una de ellas crea que sus rivales no aumentarán el precio aunque ella baje el suyo, y para que sea posible que los beneficios tiendan a cero. El grado de competencia existente en la competencia monopolística es mayor que en el oligopolio. Ello se debe a que en condiciones de competencia monopolística hay un número de empresas suficiente para que cada una de ellas pueda ignorar las reacciones de cualquiera de sus rivales. Si una empresa baja su precio, puede hacerse con un elevado número de clientes. Pero el número de clientes que le quita a cualquier rival es tan reducido que ninguna de ellas tiene motivos para tomar represalias.

“Una fuente de ineficiencia, en un mercado de competencia monopolística, es el precio sobrecargado sobre el costo marginal. Debido al sobreprecio de los consumidores, que dan al producto un valor superior al de su costo marginal de producción (pero al menor de su precio) no se animarán a comprarlo. Por lo tanto un mercado de competencia monopolística tiene la misma pérdida irrecuperable de eficiencia que la que tiene un monopolio. Más aun al regular a las empresas de competencia monopolística, podría acarrear todos los problemas que representa en regular a un monopolio natural. En particular si se les pidiera a las empresas de competencia monopolística que bajaran sus precios hasta igualar su costo marginal, esto les originaría pérdidas, ya que estas empresas tienen ganancias de cero. Para mantener a estas empresas en el mercado, el estado tendría que ayudarlas a cubrir esas pérdidas. En vez de subir los impuestos para pagar los subsidios. Las entidades encargadas de crear las políticas pueden decidir que es mejor vivir con la ineficiencia causada por los sistemas

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