Contabilidad Sin ética, Una Bomba De Tiempo

Contabilidad sin ética, una bomba de tiempo.

Al igual que una máquina de rayos X revela en una placa una estructura ósea y evidencia de esta manera su estado real, análogamente la contabilidad debería revelar bajo el umbral de la ética el estado real de la situación económico financiera de una empresa. Sin embargo, en los últimos años hechos protagonizados por grandes empresas alrededor del mundo han evidenciado la ausencia de ética en los procesos contables de las mismas, causando pérdidas billonarias y afectando socialmente a miles de personas.

De acuerdo con Gellerman (1989) en su libro Why good managers make bad ethical choices: “En los últimos diez años, aproximadamente los dos tercios de las mayores compañías norteamericanas se han visto implicadas, en diversa medida, en alguna forma de conducta ilegal” (p.18). Así, Llorente (2013) refiere casos como el de la compañía estadounidense de electricidad ENRON en el cual se mantuvieron deudas millonarias fuera de los estados financieros, ocasionando luego de su descubrimiento en el año 2001 la pérdida de 74 billones de dólares para los accionistas, así como la pérdida de cuentas de retiro de miles de empleados e inversionistas y los empleos de otro miles más; lo curioso es que dicha compañía fue nominada como la compañía más innovadora de los Estados Unidos durante 5 años por la revista Fortune antes de la develación de tales prácticas, hecho que evidencia cuán posible es distorsionar el estado real de una empresa a través de sus estados financieros. Otro caso resaltante es la compañía de telecomunicaciones estadounidense WORLDCOM , la cual incremento ficticiamente su activo por más de 11 billones de dólares, hecho que fue descubierto en el año 2002 ocasionando la pérdida de 30,000 puestos de trabajo y 180 billones a los inversionistas. En el mismo año, la compañía de origen estadounidense TYCO que abarca diversos sectores de la industria como la electrónica, ingeniería, seguridad industrial, e hidráulica, descubrió un robo de 150 millones de dólares que efectuaron el CEO y CFO de la misma, lo que les obligo a registrar ingresos ficticios por 500 millones de dólares; posteriormente una demanda colectiva obligo a pagar a dicha compañía la suma de 2,9 billones de dólares a los inversionistas. El año 2003 la compañía americana de cuidados de la salud HEALTHSOUTH simulo ganancias por 1.4 billones de dólares con la finalidad de causar expectativas en sus accionistas, hecho similar fue descubierto el mismo año en la compañía FREDDIE MAC, una corporación federal de préstamos hipotecarios garantizada por el gobierno de los Estados Unidos la cual declaro falsamente ingresos de 5 billones de dólares, lo que le costó multas por 150 millones de dólares y el despido de la mayoría de gerentes. Otro hecho que evidencia la aplicación de prácticas no éticas y deja ver las posibilidades de manejar la contabilidad de una empresa en forma fraudulenta sucedió en el año 2008 con la firma LEMAN BROTHERS , una compañía global de servicios financieros de los Estados Unidos, que escondió 50 billones en prestamos haciéndolos pasar como ventas, una vez más la crítica especializada la eligió como la firma más admirada en la revista Fortune, justo un año antes de descubrir el engaño que la condujera a la quiebra.

Los comunes denominadores de todas estas historias son que se sucintaron en empresas estadounidenses de renombre, se utilizo la contabilidad como medio fraudulento en la elaboración de sus estados financieros y en todos los casos las consecuencias fueron desastrosas a nivel económico financiero y social para miles de personas. La gran ausente en cada una de ellas: la ética. De tal conclusión, resulta la interrogante: que tan poderosa puede ser su consideración que de haberse actuado bajo su umbral se hubiese evitado tanto perjuicio y desastre a la sociedad? y es que para entender su trascendencia y alcance en los actos del ser humano, es necesario conocer de manera clara el concepto de la ética a fin de establecer los argumentos que respalden o desaprueben lo actuado por los altos ejecutivos como un comportamiento no ético de acuerdo al modelo de valores de la sociedad occidental.

Ante tales relaciones, es posible identificar que el concepto de ética congrega a las ciencias sociológicas, psicológicas, antropológicas, y legales, observándose que su entendimiento, legitimización pero sobre todo su práctica, es vital para que una sociedad se desarrolle sobre bases con valores y evite lastimarse a sí misma. Partiendo de su origen etimológico, la palabra ética proviene del griego ethos, que significa: manera de hacer o adquirir las cosas, comportamiento, costumbre, e inclusive carácter, más el sufijo griego ikhos que significa: relativo a. Profundizando en ello y para entender las raíces del alcance del concepto de la ética, la Universidad Técnica de Manabí – Ecuador (UTM) a través de su publicación Breve Historia de la Ética y de las Teorías de las Políticas refirió que se suele aceptar que hay tres grandes teorías éticas, es decir, tres grandes conjuntos de elementos, principios y reglas de razonamiento ético que explican el comportamiento humano en relación con el bien y el mal. Si las ordenamos atendiendo a su aparición cronológica en la historia de la filosofía, estas teorías son: (a) la teoría de la virtud, (b) la teoría del deber y (c) la teoría de las consecuencias. Los principales filósofos y las principales doctrinas filosóficas asociadas tradicionalmente a estas teorías son Aristóteles y la doctrina clásica de las virtudes; Kant y la doctrina de la autonomía del sujeto moral; y Mill y la doctrina de la utilidad común. Así mismo, menciona que las teorías éticas concurren en elementos comunes, los cuales son: (a) seres humanos como agentes morales libres, (b) intenciones y propósito de la voluntad humana, (c) acciones que pueden ser calificadas de buena o mala, (d) reglas morales que califican de manera consuetudinaria dichas acciones, (e) consecuencias o efectos de las acciones sobre el grupo social al que pertenecen los agentes.

Estas bases doctrinarias y filosóficas han servido para esgrimir diversos conceptos de ética; Así, de manera simple Munch (2009) estableció que la ética es una rama de la filosofía que estudia el sentido de los actos del hombre y su relación con el bien, esta misma relación fue identificada por Rebellato (1997) cuando conceptualizó la ética como una disciplina que desarrolla un análisis reflexivo, critico, y racional, en torno a las normas, valores, y actitudes de los sujetos en sus comportamientos sociales; Sánchez (1999) planteó la ética como el conjunto de principios y normas que gobiernan la conducta individual y social en la medida que

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