Dolarización en Panamá
VielkaBatista18 de Abril de 2014
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Dolarización
Es un instrumento económico que propone un régimen cambiario fijo que mantiene precios estables en el corto plazo, atacando aparentemente al problema de inflación, puede entenderse simplemente como el cambio de moneda doméstica por la moneda de otro país en cualquiera de sus tres funciones (reserva de valor, unidad de cuenta y medio de pago).
Dolarización en Panamá
Es un sistema de moneda unificada. El dólar americano nuestra moneda de curso actual.
Panamá cumple con muchas de las llamadas “Condiciones de Mundell” para tener una unión monetaria óptima con Estados Unidos, reforzada por la integración financiera y arreglos institucionales. Este conjunto explica la exitosa unión monetaria, la que se demuestra por la ausencia de crisis y una tasa promedio de inflación de 1.5 puntos porcentuales menor a la inflación de Estados Unidos. Esto debe tenerse en cuenta cuando se contrasta el caso panameño con otros países, que Panamá no es un productor de bienes, ya que sus industrias son principalmente intermediarios semi-comerciantes. Por ello una re-valuación o devaluación del dólar tiende a cambiar la demanda de mercancía importadas de Estados Unidos a mercancías del Japón o viceversa, sin afectar el tipo de cambio real efectivo.
1. La historia de la dolarización panameña
Tal vez todo empezó con el descubrimiento de oro en California en 1849. A partir de entonces se desencadenan eventos que llevan a la circulación del dólar, primero como circulante optativo y luego como moneda de curso legal. Llegar de donde se encontraba el núcleo más habitado en el norte de América hasta la costa oeste resultaba más eficiente si se hacía por veleros al Caribe panameño, en mula y en canoas a la costa pacífica y de nuevo en barco a las incipientes minas californianas. La moneda que traían en el bolsillo los expedicionarios era el dólar y una buena cantidad de ellos se quedó en el istmo para pagar alquileres de bestias, de transporte fluvial y la alimentación.
La nueva demanda por servicios de transporte creó los incentivos necesarios para la construcción del Ferrocarril Transoceánico a mediados del siglo diecinueve con el fin de aprovechar la estrechez del Istmo. Debido a la cantidad de dólares norteamericanos que se movió en la época (aún no se hablaba de un canal acuático) muchas de las transacciones locales ya se realizaban en esta moneda. Para 1853 operaban en Panamá bancos norteamericanos como el Wells Fargo y posteriormente el Wetmore Robert & Co., Parker and Torrence, Colonial Bank y otros. Todos operaban fundamentalmente con transacciones en dólares estadounidenses.
Para 1857 el Estado Federal de Panamá decidió autorizar la emisión de un papel moneda propia como resultado de la inflación galopante originada en la indisciplina fiscal colombiana. Este fue el primer intento de anclar los precios con un cambio de moneda, en este caso del peso colombiano al peso panameño (y obtener el señoreaje correspondiente).
Un período definitivo para entender los orígenes de la dolarización es el de fines del siglo diecinueve y principios del veinte cuando el entonces Departamento colombiano de Panamá se convirtió en un escenario importante de la Guerra de los Mil Días (1899- 1902) entre conservadores y liberales. Que este conflicto llevara de alguna manera a la independencia de Panamá de Colombia es historia conocida; menos lo es el hecho de que la inflación generada por el financiamiento de la guerra llegó a tres dígitos en cada uno de los tres años del conflicto. En este entorno económico se establecieron las bases del Convenio Monetario de 1904 que facilitó la circulación del dólar norteamericano que evitaría lo que hoy llamaríamos “costos de transacción innecesarios” para los trabajadores del Canal y los residentes norteamericanos.
La actual Constitución Política de Panamá, recogiendo lo establecido en las diferentes constituciones vigentes en su momento desde 1904, establece que: “No habrá en Panamá papel moneda de curso forzoso”, lo cual se puede interpretar como que las autoridades no pueden emitir moneda sin que esta posea un respaldo, no necesariamente metálico. La creación de una “caja de conversión” en la cual una moneda nacional (digamos, el balboa) estuviera respaldada a paridad con el dólar, no sería una violación a este precepto, aunque algunos constitucionalistas indican que la norma ya se violó de facto cuando el dólar dejó de tener respaldo en oro a inicios de los setenta.
Panamá tiene un patrón monetario: el balboa, pero sólo circula en moneda fraccionaria con la misma Ley metálica que el dólar norteamericano lo cual le ha permitido explotar, aunque de manera ínfima, algo de señoreaje. Las cuentas nacionales de Panamá se presentan en balboas que es para todo efecto práctico una unidad de cuenta. No es ilegal contratar en monedas diferentes al dólar; de hecho, el Código Civil (artículo 1057) establece que: “el pago de las deudas deberá hacerse en la especie pactada, y no siendo posible entregar la especie, en la moneda de plata u oro legal en Panamá, teniéndose presente las respectivas equivalencias”. Además, el Código de Comercio en su artículo 217 dice:” Cuando la moneda indicada en un contrato no tenga curso legal o comercial en Panamá y las mismas partes no hubieren determinado su valor, podrá pagarse en moneda nacional, al tipo de cambio bancario a la vista, el día del pago”.
Los cheques personales y de empresas se imprimen con el rótulo: “balboas o dólares”.
Tres episodios en la dolarización panameña después del Tratado Monetario de 1904
Esta sección presenta evidencia de que el sistema monetario panameño no ha estado inmune a propuestas de cambios profundos, algunos por consideraciones económicas y otras por circunstancias fundamentalmente políticas. De los tres hitos que expondremos, dos tuvieron que ver con la devaluación del dólar y un tercer con la crisis institucional que culminó con la invasión de 1989.
La devaluación del dólar de 1934
El Tratado del Canal de 1903 había incluido un pago de 250,000 dólares al tesoro nacional como renta anual por el uso de la vía acuática y se interpretó que este pago se refería a dólares de paridad establecida con el oro. La devaluación de 1934 llamó a las autoridades, encabezadas por Harmodio Arias, a renegociar los términos monetarios del Tratado original. Estas discusiones incluyeron diversos aspectos: aduanas, contrabando, comisariatos, la carretera transístmica, por ejemplo, entre los cuales estuvo la compensación monetaria. El artículo XIV del Tratado de 1903 acordó
“…como precio… por los derechos, poderes y privilegios cedidos en este Convenio por la República de Panamá a los Estados Unidos, diez millones de dólares (10,000,000) en moneda de oro de los Estados Unidos al intercambio de la ratificación de este Convenio y un pago anual de doscientos cincuenta mil dólares ($250,000) en monedas de oro, comenzando nueve años después de la ratificación”.
El Tesoro norteamericano pagó los $250,000 en 1934 lo que provocó que en ese año Panamá rechazara estos envíos por la ausencia de respuesta estadounidense a los reclamos de ajustes de la anualidad por razón de la devaluación del dólar. Más aún, Panamá reclamó que a partir de 1934 los pagos anuales deberían hacerse en monedas de oro, tal como se había establecido en el artículo XIV del Tratado, solicitud que no se había planteado con anterioridad por la estabilidad del dólar frente al oro. Estados Unidos acordó aumentar a $430,000 el valor de la anualidad como resultado de esta negociación. No existe evidencia de que la circulación del dólar como tal estuviera en peligro, pero advirtió a los panameños de la fragilidad (en este caso fiscal) de un sistema que dependía de las políticas monetarias del país emisor.
La devaluación del dólar en 1973
Un segundo evento tuvo lugar como consecuencia de una nueva devaluación del dólar respecto al oro. El Gobierno de Panamá solicitó una consultoría internacional para determinar si era pertinente continuar con un dólar devaluado como moneda de curso legal o cambiar el sistema al patrón oro. La solución propuesta fue continuar con el uso del dólar para evitar incertidumbres en el sistema financiero que ya estaba realizando operaciones importantes en el mercado del dólar, especialmente a partir de la promulgación de la Ley bancaria de 1970 que facilitaba las operaciones internacionales de instituciones financieras en Panamá. La propuesta fue complementada por la sugerencia de emitir moneda metálica que permitiera al Gobierno obtener parte del señoreaje que se estaba entregando al Tesoro de Estados Unidos. Esta idea fue rechazada por razones que van más allá de puros criterios económicos.
La crisis política de 1987-1989
A mediados de 1987 las declaraciones públicas del número dos de las fuerzas militares en contra del número uno iniciaron un resquebrajamiento interno que llevó a la crisis política más grave en años recientes. En 1987, casi el 12% de los depósitos se retiraron del sistema y se contrajo el otorgamiento de créditos. En marzo de 1988, se empezaron a aplicar sanciones económicas contra Panamá que incluían la prohibición del pago de impuestos por las empresas estadounidenses al fisco panameño y la retención de los pagos de la Comisión del Canal (entonces agencia norteamericana) al tesoro nacional.
Los bancos tomadores de depósitos cerraron sus puertas por temor a una retirada masiva de depósitos. Los bancos internacionales (“off-shore”) siguieron operando y se constituyeron, junto con la Zona Libre de Colón, en los
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