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• OPTIMIZACIÓN DE FACTURA ELÉCTRICA INDUSTRIAL (TÉRMINO DE POTENCIA).

Como técnicos especialistas en la optimización de facturas, nos encontramos ante el caso de una PYME interesada en nuestros servicios y que nos facilita sus facturas del último año como herramienta de trabajo. Debemos optimizar el término de potencia calculando qué potencia debería tener contratada en cada tramo horario y cuál será la cuantía y el porcentaje de ahorro con el cambio sobre el coste total de la facturación anual.

La factura eléctrica se puede definir como el recibo en el cual se detalla el consumo de electricidad efectuado por cada cliente y el importe que hay que pagar por él. Dentro de la misma hay diferentes conceptos que conforman el importe total de la misma. Estos son:

• Término de potencia.

• Término de energía.

• Impuesto especial sobre la electricidad.

• Alquiler del equipo de medida.

• IVA.

En este caso, el término de la factura que se va a optimizar es el de potencia, que se puede definir como un precio fijo que resulta de tener disponible en todo momento la potencia contratada.

Para poder optimizarlo, ésta tiene que ser superior a 15 kW ya que a partir de esta cantidad la compañía eléctrica instala un maxímetro (aparato de medida que se incorpora en aquellas instalaciones que tengan contratada una potencia eléctrica superior o igual a 15 kW y que registra la potencia máxima demandada en cada periodo tarifario). Si la potencia contratada fuera inferior a 15 kW, la compañía eléctrica instala un ICP (interruptor de control de potencia) que es un limitador de la potencia consumida y que cuando ésta se supera, salta el aparato e instantáneamente el suministro eléctrico se ve interrumpido.

En este caso, como la potencia demandada va a ser superior a 15 kW, los maxímetros registran y promedian el consumo, facturando en función de las siguientes premisas:

• Si se consume menos del 85% de la potencia contratada se factura el 85% de la potencia contratada.

• Si se consume entre el 85% y el 105% de la potencia contratada, se factura la potencia medida en los maxímetros.

• Si se consume una potencia superior al 105% de la potencia contratada, se factura la potencia medida en los maxímetros más el doble de la diferencia entre la potencia medida y el 105% de la potencia contratada.

La PYME interesada en nuestros servicios tiene contratada una tarifa 3.0A, la cual es una de las tarifas más comunes para el uso de pequeñas industrias, comercios y algún tipo de edificio.

Se trata de un suministro en baja tensión y con una potencia superior a 15 kW. Igualmente, se caracteriza por tener una discriminación horaria de tres periodos (punta, llano y valle) a lo largo del día. Estos periodos son:

• Punta (P1): es el periodo en el que la electricidad es más cara (4 h diarias).

• Llano (P2): es el periodo con el precio intermedio (12 h diarias).

• Valle (P3): es el horario cuando la luz es más barata (8 h diarias).

Figura 1. Esquemas discriminación horaria tarifa 3.0A.

También la tarifa 3.0 también se caracteriza por las penalizaciones, es decir, si se consume más de lo que se tiene contratado, la compañía eléctrica aplica un sobrecoste a la factura eléctrica, pudiendo ser anualmente bastante elevado.

En el caso de esta factura, sólo se va a optimizar el término de potencia para todo el período (un año) y, para conseguirlo hay dos opciones:

• Potencia contratada inferior a la consumida por lo que la compañía eléctrica penalizará al cliente.

• Potencia contratada superior a la consumida por lo que la compañía no penaliza al cliente.

En primer lugar y después de realizar el estudio pormenorizado de las facturas facilitadas por la empresa, como en este caso sólo se optimiza el término de potencia para el período completo y los demás términos no, las facturas no se pueden mostrar como quedarían, entonces el ahorro que sale como resultado será algo menor del real.

La potencia contratada por la empresa, tanto en el tramo de punta, de llano como de valle, es de 115 kW y su gasto anual es de 2878,37 €, por lo que con la optimización de la potencia este gasto debería verse reducido. En la siguiente tabla se puede ver un resumen de esta situación:

Tabla 1. Evolución del coste en función de las diferentes potencias.

Después de analizar la tabla previa, para poder conocer cuál es la potencia óptima para contratar hay que considerar si la ideal fuese más alta o baja que la inicial, 115 kW.

Las potencias analizadas con sus respectivos precios anuales son las siguientes:

Tabla 2. Potencias contratadas con sus precios.

Y, ordenadas las potencias contratadas de mayor a menor es:

Tabla 3. Potencias y precios ordenados de mayor a menor.

Lo que se puede observar en las tablas anteriores es que 115 kW, que es la potencia inicial contratada, es la de mayor precio (2878,36 €) y, la de menor es 60 kW (2171,28 €), por lo que en este caso sería la potencia optimizada. Siguiendo el orden descendiente de precios, hay potencias que son menores a 60 kW, que son 59, 58, 57, 56, 55, 50 y 40 kW y que tienen un precio mayor. Esto quiere decir que la compañía eléctrica podría penalizar a la empresa por contratar una tarifa inferior a la necesaria.

Por otro lado, una potencia optimizada no quiere decir que todas las facturas salgan favorables, sino que el ahorro conjunto es el máximo posible. Como se puede ver a continuación esto sucede en los meses de enero, marzo y diciembre, pero, a pesar de ello, el ahorro al contratar 60 kW de potencia es de 707,08 €.

También se puede observar que los meses de marzo y junio salen duplicados y eso es porque la compañía eléctrica ha emitido dos facturas.

Tabla

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