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El Malestar De La Globalizacion


Enviado por   •  17 de Febrero de 2014  •  6.379 Palabras (26 Páginas)  •  174 Visitas

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INTRODUCCION

Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001 y vicepresidente senior del Banco Mundial, vivió y presenció desde las primeras butacas los efectos nocivos que trae consigo la aplicación, en el marco de la globalización, de políticas económicas manipuladas por intereses financieros e ideológicos. El autor sostiene que la globalización, en sí, no es buena ni mala: si beneficia o golpea a los países y a sus habitantes, depende exclusivamente de sus administradores y árbitros. Entonces, el autor da comienzo a la dura crítica a las instituciones económicas mundiales.

Desde el punto de vista económico, la globalización ha sido promovida a través de la disminución de las regulaciones en los mercados, las transacciones de dinero, los acuerdos de libre comercio, la creación de bloques económicos y/o mercados comunes entre países y regiones, entre otros. Liberización de los mercados parece ser el primer mandamiento (y el primer error) para aquellos países que pretenden huir de la pobreza. Pero es hipócrita pretender ayudar a los países subdesarrollados obligándoles a abrir sus mercados para ser inundados por productos de países industrializados. De la misma manera, se debe dejar de coartar el accionar de los Estados cuando éstos busquen soluciones para apalear la pobreza de sus ciudadanos. Hay que lograr que los países en desarrollo consigan gobiernos fuertes y eficaces, y que los desarrollados sean justos a la hora de arreglar la economía internacional.

Este proceso de integración mundial ha tenido tanto seguidores como críticos. Por un lado, integrar la economía de un país con la del resto del mundo permite abrir nuevas oportunidades de crecimiento al país; igualmente, permite encontrar en el exterior productos que pueden ser utilizados en la economía nacional y que pueden representar un beneficio, mientras que, a nivel internacional, permite el desarrollo de instituciones comerciales internacionales, sistemas de producción integrados, etc. Sin embargo, cuando las economías están muy integradas, se corre el gran peligro de sufrir los efectos de situaciones que se presenten en otros lugares sobre las cuales no se tiene ningún control. Estas situaciones críticas pueden traer beneficios pero también pueden generan efectos desastrosos, no solamente en el lugar del problema sino en otros países y regiones, provocando desajustes, crisis e inestabilidades de gran magnitud.

Este gran peligro ya ha mostrado sus consecuencias en el mundo. La crisis asiática fue uno de los acontecimientos más grandes que puso en evidencia los peligros de la globalización: en algunos países asiáticos que presentaron gran crecimiento temporal, las inversiones disponibles después de un tiempo dejaron de ser tan rentables, produciéndose una desaceleración de la economía que desincentivó la inversión, generándose fugas de grandes recursos hacia otros destinos, con graves consecuencias para los socios comerciales de estos países. Por ejemplo, el sector financiero japonés tenía invertido aproximadamente el 40% de su cartera en el sudeste asiático; al sobrevenir la crisis, la quiebra de corporaciones e instituciones fue masiva, con terribles efectos para los habitantes de estos países y los de otros en los cuales estos bancos hacían presencia, incluyendo el propio Japón.

La tecnología ha sido un factor fundamental en el proceso de globalización: el avance en las telecomunicaciones, en los sistemas de información, en la interconexión entre personas alrededor del mundo ha permitido que el comercio y los recursos, se movilicen, redireccionen o reinviertan rápidamente. Por lo tanto, si se presentan oportunidades en uno o muchos lugares, la distancia ya no es un impedimento para acceder a ellas; de la misma forma, cuando se presentan peligros inminentes, se puede lograr la rápida salida de los recursos de ese lugar sin importar lo lejano que esté.

Las políticas económicas de los países han tenido que tomar nuevos rumbos con el fin prever las anteriores situaciones e implantar mecanismos para contrarrestarlas. Algunos de estos mecanismos afectan las finanzas nacionales porque implican recortes presupuestales en inversión social para destinar recursos a estos nuevos propósitos. Como consecuencia, se ve afectando el nivel de vida de los habitantes.

Las instituciones internacionales, los Estados y todas las demás personas del mundo deben comprender que, de continuar el mundo que exacerba las diferencias sociales, a largo plazo sólo se alcanzará la quiebra del orden mundial. Si elegimos y vamos a vivir en un mundo globalizado, no permitamos que se globalice la miseria y la desigualdad. No podemos permitir que el FMI culpe a los países de no haber sufrido lo suficiente para alcanzar una economía de mercado. Hay que luchar por el desarrollo sostenible de los pueblos: un desarrollo que no necesite del sufrimiento de los mismos para ser alcanzado.

Es necesario un debate abierto y sincero sobre las estrategias que vayan a aplicarse en los diversos países. Y es necesario que dichas estrategias se centren en: promover el crecimiento y reducir la pobreza; en trabajar con los Gobiernos de los países en desarrollo y desarrollados para atender a las inquietudes tanto del primer mundo como del mundo subdesarrollado, y en lograr la cooperación de la comunidad financiera internacional.

Debemos llegar a un punto en donde los pobres compartan las ganancias del país donde viven cuando éste crece, y que los ricos de dicho país compartan las penurias sociales en momentos de crisis. Debemos llegar a un punto en donde los pobres reciban aquello que es suyo. Debemos llegar a un punto en donde se atienda de la misma manera a poderosos y pobres. En fin, debemos llegar a un mundo justo y humano.

Entendamos que el desarrollo no consiste en el enriquecimiento de un puñado de individuos. Como expresa el autor "(...) no consiste en traer a Prada y Benetton, Ralph Lauren o Louis Vuitton para los ricos de las ciudades, abandonando a los pobres del campo a su miseria". El desarrollo consiste en transformar las sociedades sin destruirlas, mejorar las vidas de los pobres, permitir que todos tengan la oportunidad de salir adelante y permitir el acceso de todos a la salud y sobre todo a la educación.

Comencemos por abordar el modesto sueño de un mundo menos pobre. Y luego estaremos en condiciones de pensar y de luchar por un mundo sin pobreza.

LA PROMESA DE LAS INSTITUCIONES GLOBALES

La globalización, la supresión de las barreras de libre comercio y la mayor integración de las economías nacionales puede ser una fuerza beneficia y su potencial es el enriquecimiento de todos, particularmente

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