El Origen De La Moneda

El Origen de la Moneda.

Todos sabemos que la moneda es una pieza de un material resistente, de peso y composición uniforme, normalmente de metal, de una forma circular y con los distintivos elegidos por la autoridad emisora y que se emplea como medida de cambio. Pero, ¿cómo empezó todo? A continuación se presenta un pequeño resumen del origen de la moda, el billete y se abordara un poco el tema de la “moneda virtual”.

Para poder entender el concepto de moneda, acudamos al libro de “Introducción a la Economía: Enfoque Latinoamericano” y revisemos cómo el propio Rossetti lo definía:

“La moneda además de ser un instrumento imprescindible se encuentra intrínsecamente asociada con el funcionamiento y la organización de los modernos sistemas económicos. Ella hace viable todas las formas de transacciones económicas” (Rossetti 1979: 136).

Pero la moneda no siempre existió. Así que en el pasado se establecieron diferentes sistemas de intercambio, con el objeto de permitir la sustentación y el perfeccionamiento de todo proceso de transformación. Fue acá donde nace por primera vez el trueque.

Como todavía no se habían creado sistemas monetarios, los truques se realizaban en especie. Es decir producto por producto, producto por servicio o servicio por servicio.

Fue un sistema que por el momento pareció simple y eficiente, pero que mostró muchos inconvenientes pues su funcionamiento implicaba la existencia de necesidades inversas entre los participantes.

Para que pueda entenderse de una mejor manera pondremos el siguiente ejemplo: si un productor de arroz deseaba frijoles, debía encontrarse con otro que tuviera necesidades inversas a las suyas (es decir alguien que necesitara arroz) y que deseara cambiarlos por frijoles. Además, era necesario que ambos llegaran a un acuerdo sobre la relación exacta entre los valores del trueque.

No fue solo esa la dificultad que tuvieron las economías pasadas. Además de los inconvenientes representados por la exigencia de las necesidades inversas, también tuvieron muchos problemas con la larga determinación de las escalas de los valores de cada uno de los productos a intercambiar.

Con el tiempo se superaron todas las dificultades de este orden. Fue entonces cuando las sociedades económicamente organizadas recurrieron a instrumentos monetarios. A través del uso de la moneda, los intercambios fueron siendo más fáciles y eficientes.

Con esto, el sistema se simplificó eliminándose no solo las insuperables dificultades para determinar las relaciones de cambios correspondientes, sino también la necesidad de que coincidieran recíprocamente los deseos de cada uno de los productores. (Rossetti 1979: 136).

La introducción de la moneda, hizo más eficiente los sistemas de intercambio e implicó la libertad de selección de los agentes envueltos en estas operaciones. Pero también tuvo complicaciones, el principal problema por las “mercancía-moneda” como lo menciona Rosseti (1979: 141), fue que no poseían valor constante y se presentaban bajo la forma de unidades individuales lo cual hacia muy difícil los pagos exactos del intercambio que se efectuaba.

Esto obligó a los pueblos a establecer una herramienta monetaria basada en metales. La utilización de estos se propagó y generalizó con mucha facilidad y rapidez.

Mientras Esparta recurría al hierro, en Egipto, Roma, en varias comunidades de Europa central y en China, hay pruebas de que el cobre, bronce, el oro y principalmente la plata fueron empleados muchísimo tiempo como instrumentos monetarios.

En la mayoría de las naciones se recurrió al oro y a la plata como instrumentos monetarios de curso oficial, y se decidió acuñarlos (imprimir y sellar una pieza de

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