El concepto de inversión de cartera

Una cartera de inversión es un conjunto de activos financieros en los que un inversor pone su dinero con el fin de generar mayores retornos. Por lo tanto, una cartera de inversiones se compone generalmente de dinero en efectivo (por lo general en una cuenta de ahorro o fija), acciones y bonos. Estos son los elementos de la cartera de inversión que la mayoría de la gente conoce. Otros inversores más sofisticados colocan su dinero en otras partidas de inversión como las materias primas, las opciones y los metales sólidos (por ejemplo, el oro).

¿Cómo se gestionan las carteras de inversión?

El tamaño y los componentes de la cartera de inversiones están determinados por el dinero que el inversor tiene disponible para invertir, el apetito de riesgo del inversor y los objetivos de inversión.

No es probable que un inversor que tiene una cantidad limitada de dinero para invertir dé su cartera a un gestor de inversiones profesional, incurriendo en altos gastos. Lo más probable es que compre sus inversiones él mismo y, probablemente, que se limite a las acciones y a los instrumentos del mercado monetario, como las cuentas de depósitos que generan intereses. Además, no querrá asumir muchos riesgos invirtiendo en instrumentos financieros volátiles, como los contratos de petróleo crudo. También es posible que prefiera liquidar sus ganancias en el menor plazo posible.

Hay inversores que tienen grandes reservas de dinero y quieren un lugar donde invertirlo. Estos inversores pueden pagar honorarios profesionales y así invertir su dinero en instrumentos exóticos como fondos cotizados (ETFs), metales y materias primas, que se puede negociar como opciones y como futuros. Estos inversores también puede darse el lujo de dejar sus inversiones durante el tiempo que deseen, y prefieren maximizar la rentabilidad de sus inversiones.

Sugerencias para desarrollar una cartera de inversiones

La mayoría de las personas que lean este artículo serán inversores individuales, por lo que los consejos anteriores van dirigidos a este tipo de inversores.

Los efectos de la crisis financiera mundial de 2008 han manifestado la locura de especular con activos de alto riesgo y de poner todos los huevos de inversión en la misma cesta. Un enfoque metodológico para el desarrollo de una cartera de inversiones puede ser resumido como sigue:

1) Adoptar una mentalidad inversora de medio a largo plazo

Un estudio de cómo funciona el interés compuesto muestra que 1.000 dólares con una rentabilidad mensual del 15% durante 5 años generará una suma de $ 4.3 millones, asumiendo que no haya pérdidas ningún mes. Esto demuestra que el mejor periodo para invertir es a largo plazo, en contraposición a la especulación a corto plazo, que produce muchos errores de inversión y pérdidas.

2) Bajo riesgo y retornos compuestos

El ejemplo anterior también demuestra que se puede desarrollar una cartera de inversión usando bajo riesgo y rentabilidad compuesta.

3) Distribuir el riesgo

No es buena idea invertir en un solo instrumento, pero también es una mala idea invertir en instrumentos con los que no estás familiarizado. La inversión en al menos tres instrumentos financieros puede protegerte si uno de ellos no está siendo rentable. Nada ilustra mejor este hecho que el alza del oro cuando los mercados del comercio de valores caían en julio-agosto de 2011.

Estas estrategias no deben interpretarse como asesoramiento profesional sobre la compra de acciones o bonos u otros instrumentos. Son puramente educativas, y tienen el objetivo de que el inversor piense antes de obrar. Antes de hacer cualquier inversión debes obtener asesoramiento profesional.

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