Escuelas De Pensamiento Económico

Las diversas maneras de ver la economía, ha tenido que ver a lo largo de la historia con los cambios que se han producido en la misma; e incluso, todas las tendencias de pensamiento económico a su vez han influido de alguna manera en los mismos cambios históricos. Esto por supuesto se debe a la incesante búsqueda por determinar el mejor uso de los bienes y la administración más prudente que pueda hacerse de esa riqueza en beneficio del hombre y la comunidad. Esto último es lo que ha planteado realmente el problema económico y lo que ha determinado la aparición de diversas escuelas que propusieron soluciones y de las cuales trata el siguiente trabajo.

Por otra parte es necesario destacar en esta introducción que aunque no forma parte propiamente de una doctrina económica vemos en libros antiguos como la Biblia, elementos económicos tales como división ricos-pobres, restricciones de derecho sobre la propiedad, castigo para la usura y los abusos de diversa naturaleza. Más tarde como producto de la sociedad esclavista de Grecia y Roma, y la aparición de las ciudades Estado, filósofos como Platón y Aristóteles proveen de ciertos fundamentos al pensamiento económico: Platón, en lo relativo a la justificación de las clases sociales, un estado aristocrático que gobierne y los demás individuos dedicados a la producción y circulación de la riqueza; Aristóteles, es pionero en cuanto al análisis económico propiamente hablando ya que relativiza los conceptos de valor y equivalencia entre los productos. Por último, los romanos elevan a la agricultura como actividad económica más importante que el comercio y la industria, y van a suministrar el andamiaje jurídico a las relaciones del sistema capitalista.

Escuelas de pensamiento económico

Escuela Mercantil

En los siglos XVI y XVII se empiezan a gestar los fundamentos del desarrollo capitalista, las condiciones durante este período son de un capitalismo comercial favorecido por los descubrimientos marítimos, la colonización, las ideas renacentistas, el Protestantismo y el desarrollo de una economía monetaria. En síntesis, como su nombre lo indica, esta tendencia se funda en el comercio, lo que a su vez supone una política aduanera que favorezca las exportaciones y restrinja las importaciones, con el fin de atraer la moneda ya que se considera que la posesión de metales preciosos (oro), es la causa de prosperidad de las naciones. Ya a finales del siglo XVII, estas ideas económicas evolucionan, especialmente con pensadores como William Betty, creando una teoría del valor del trabajo, favoreciendo la propiedad privada, la producción industrial, considerando que el verdadero excedente (utilidad o ganancia) está en la producción agrícola y promoviendo que todos estos agentes económicos contribuyan con los gastos del Estado.

Escuela Fisiócrata

Podríamos decir que aquí comienza realmente la economía moderna, pues presenta las bases para que el Estado limite su intervención y la economía se desenvuelva libremente. Y todo esto lo defiendo mediante la primera exposición homogénea que se ha hecho sobre los fenómenos económicos. Los fisiócratas toman como premisa importante que la vida económica está sujeta a rigurosas leyes, por este motivo proclaman el libre cambio. Con respecto a los mercantilistas se mantiene el criterio de que la industria está subordinada a la agricultura, pues consideran que la tierra es la única fuente de las riquezas sociales. El concepto de crear excedente para determinar la esterilidad o productividad de cualquier actividad es decisivo para esta Escuela.

Escuela Clásica

Como viene sucediendo toda escuela aparece para dar explicación a nuevos fenómenos, de aquí que esta escuela asome como consecuencia del desarrollo de la revolución industrial que modifica las formas de producción, la revolución francesa que trastoca las estructuras feudales y la independencia de naciones que modifica las relaciones de colonialismo.

Frente a todo esto Adam Smith elabora una economía de libre competencia regulada por la oferta y la demanda, en este contexto tanto mercantilistas como fisiócratas no tienen razón al considerar el comercio y la agricultura como base de las riquezas de las naciones, pues

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