Factibilidad de apertura de una tienda de alimentos orgánicos.
Laura Andrea Saavedra OchoaEnsayo14 de Febrero de 2017
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Contenido
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 2
FORMULACIÓN DEL PROBLEMA 8
PREGUNTA GENERAL 8
PREGUNTAS ESPECÍFICAS 8
OBJETIVOS 9
OBJETIVO GENERAL 9
OBJETIVOS ESPECÍFICOS 9
JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN 9
TIPO DE INVESTIGACIÓN 11
EL DEBATE TEÓRICO DE LA PROBLEMÁTICA 12
BASES TEÓRICAS 12
ESTUDIOS PREVIOS 13
BIBLIOGRAFÍA 14
PERFIL DE INVESTIGACIÓN
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
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La población mundial va en rápido aumento, se determinó que entre 2005 y 2015 la tasa de crecimiento fue de 1,15, es decir, que 81,7 millones de habitantes se suman por año. En la actualidad el número de habitantes sobrepasa los 7,000 millones de personas. Teniendo en cuenta que tuvieron que transcurrir 123 años para que la población pasará de 1,000 millones a 2,000 millones de habitantes, al mundo actual sólo le tomó 20 años, entre 1994 y 2014, sumar alrededor de 2,000 millones de habitantes.[1][pic 6]
En Bolivia la historia no es diferente, ya que en 1994 la población alcanzaba la cifra de 7.419.000 habitantes y para 2015 la población registrada fue de 10.724.705. En 20 años la población creció por más de 3 millones de habitantes. Según los últimos datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el país crece en aproximadamente 162 mil personas al año[2].
En el caso específico de la ciudad La Paz - según el anuario presentado por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP) - la población del municipio de La Paz es de 881.349 habitantes para 2011, si se realiza una comparación a 20 años atrás el municipio creció en 165 mil habitantes aproximadamente, ahora bien siendo más específicos todavía el Macro distrito Sur, el cual está conformado por 3 distritos (Distritos 18, 19 y 20), tiene una población de 141.350 habitantes para 2011, comparado 20 años atrás la población creció en más de 50.000 habitantes.
Ahora bien, la importancia de presentar estos resultados como primera instancia, es para ayudarnos a comprender la velocidad con la que el mundo se está multiplicando, además nos permita ver con mayor claridad cómo el crecimiento acelerado de la población mundial, afecta y se interrelaciona con distintas áreas de estudio. Para este estudio en particular el tema de crecimiento poblacional se encuentra interrelacionado con las variables medioambientales y la producción y consumo responsable de los alimentos[3], ambas variables evaluadas desde el punto de vista del desarrollo sostenible, que vela por contrarrestar los efectos negativos del rápido crecimiento de la población mundial, dando alternativas que sean sostenibles y sustentables en el tiempo.[pic 7][pic 8]
El acelerado crecimiento poblacional implica que se necesitan mayores recursos para satisfacer las necesidades básicas de subsistencia (salud, alimentación, etc.) y protección (vivienda, sistemas de previsión y seguridad, etc.), por lo cual la utilización de recursos naturales, como ser, agua, tierra, aire y cultivos, se incrementan proporcionalmente con el crecimiento de la población, lo que conlleva también a suponer que el desperdicio que genera cada ser humano, también crece proporcionalmente.
El párrafo anterior permite hacer hincapié para introducir un tema que engloba todas las variables de estudio, la huella ecológica, ¿Qué es la huella ecológica? “La Huella Ecológica mide la cantidad de tierra y agua biológicamente productivas que un individuo, una ciudad, un país o una región utiliza para producir los recursos que consume y para absorber los desechos que genera.”[4] Actualmente nos encontramos con una situación en la cual se dice que se necesitarían de dos mundos para mantener el actual ritmo de consumo y generación de residuos. Por lo tanto se inviabiliza que la naturaleza complete su proceso natural de regeneración, ya que la demanda es alarmantemente alta y los tiempos de utilización también lo son.[5]
Una de las necesidades básicas o esenciales de los seres humanos es la alimentación por lo tanto, a mayor población mayor es la demanda de alimentos, esta demanda requiere de dos factores primordiales para hacer viable su producción, que son: agua y tierra, entonces para cubrir la demanda es necesario expandir las tierras empleadas para producción agrícola y según la “Food and Agriculture Organization” (F.A.O.) para hacer viable la expansión de la producción de cultivos existen tres fuentes principales: expansión de la superficie de labranza, aumento de la intensidad de los cultivos (la frecuencia a la que se cosechan los cultivos de una superficie determinada) y mejoras de rendimiento.
Las preguntas que surgen a partir de esta suposición son las siguientes: ¿Hay suficiente tierra para producir más cultivos? ¿Existe suficiente agua para consumo y para regadío? ¿Cuáles serán las consecuencias de esta expansión?
La F.A.O. en una de sus investigaciones plantea que la demanda de alimentos no crecerá como lo hizo en la década de los 70’s y que crecerá lentamente hasta 2030, sin embargo proyecta la cantidad de tierra y agua que serán necesarios para ese año, los cuales se presentan en las siguientes gráficas:[pic 9]
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“La escasez de tierra y los problemas asociados con ella existen, por supuesto, tanto en los países como a nivel local, con graves consecuencias para la pobreza y la seguridad alimentaria. En muchos lugares, es probable que empeore esta situación si no se aplican medidas adecuadas.” [6]
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IMG 4. Agua Renovable y extracción de agua – FAO
“La disponibilidad de agua se considera que se convierte en un problema crítico sólo cuando se utiliza para regadío el 40 por ciento o más de los recursos hídricos renovables. Este es el nivel al que los países se ven obligados a hacer difíciles elecciones entre los sectores de abastecimiento de agua para usos agropecuarios y para uso urbano. De sobrepasar el nivel se necesitarán cambios de política e inversiones para mejorar el rendimiento del uso de agua, junto con innovaciones para mejorar la captación e infiltración de agua, así como recolección de agua, plantación de árboles, etc.” [7]
Todo esto indica que si bien aún se dispone de tierra, agua y aire, para satisfacer la demanda de alimentos, los gobiernos y ciudadanos deben precautelar la renovación de estos sin erosionarlos, agotarlos o contaminarlos, sino más bien optimizarlos y hacer que sean reutilizables para las generaciones que vienen, por lo cual el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a principios del 2016 implemento un programa denominado “Objetivos del Desarrollo Sostenible”, que contiene 17 objetivos. Estos objetivos están basados en los logros de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y además incluyen nuevos temas como ser la innovación, el consumo sostenible, la paz entre otros.[8]
Uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenible es el de Producción y Consumo Responsable, que intenta reducir la huella ecológica mediante una gestión eficiente de los recursos naturales y la forma en la que se eliminan los desechos tóxicos y los contaminantes. También sostiene que la agricultura es el principal consumidor de agua, ya que consume casi 70% del agua dulce existente para el riego.[9]
Dado que la agricultura y la demanda de alimentos van tomadas de la mano, este objetivo busca alternativas a la agricultura tradicional, que desperdicia demasiada agua y provoca desgaste de suelos, que luego dejan de ser útiles por mucho tiempo, además del uso de pesticidas tóxicos para la tierra, el agua y los alimentos como tal, por lo cual el PNUD recomienda la implementación de una agricultura sostenible, la cual tiene como objetivo optimizar la utilización de suelos y agua, la limitación de la expansión de los cultivos y la disminución de pesticidas peligrosos, a través de la modificación de las prácticas actuales.[10][pic 12][pic 13]
Bolivia es principalmente un país rural, siendo uno de los menos desarrollados de Sudamérica. Casi dos tercios de sus habitantes viven en la pobreza[11], una gran parte de la población se dedica a la agricultura y la cría de animales domésticos pero por subsistencia y no por oportunidad, sin embargo estos productores no logran satisfacer la demanda interna, por lo cual varios alimentos son importados de países vecinos, como ser Argentina, Brasil, Estados Unidos, Chile, y Perú, incluso el país importa alimentos en los cuales solía poseer soberanía productiva, llegando al grado en que en la última década la importación de alimentos subió en 146%[12].
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