Gestión Del Tiempo

Introducción

Existe la impresión objetiva de que unas personas son más eficaces que otras o incluso que nosotros mismos lo somos en un tipo de tareas más que en otras.

Ganar eficacia y eficiencia en nuestro trabajo pasa por examinar cuidadosamente nuestros hábitos de comportamiento.ç

1.1 Definición de tiempo

El tiempo es uno de los responsables de ello por eso hay que tener en cuenta que para que podamos aprovechar y sacar el máximo partido de nuestro tiempo tiene que ser y estar organizado. La palabra tiempo es la magnitudes físicas que permite medir la duración o separación de las cosas sujetas a cambio. Con orden se aprovecha el tiempo y se sabe lo que se quiere hacer, lo que se está haciendo y lo que queda pendiente. Saber dónde ir supone además la intención de rectificar el rumbo cuando sea preciso. Por el contrario, una mala organización nos hará perder mucho tiempo y esto irá ligado a perder dinero o dejar de ganarlo.

En conclusión, antes de actuar hay que planear y programar cómo vamos a distribuir el tiempo del que disponemos. Distribuir nuestro tiempo, es distribuir nuestra vida.

1.1.2 Características del tiempo.

El tiempo no se ahorra, ni se presta, es indispensable y al final todo se paga con tiempo. Es un recurso atípico, equitativo, insustituible e inelástico además de inexorable ya que fluye en un sólo sentido y lo más que podemos aspirar es a gestionar de manera correcta las actividades a desarrollar en el periodo de tiempo disponible. Si esto lo trasladamos a la economía, el tiempo no es un recurso escaso siempre y cuando lo gestionemos de manera adecuada.

TERMINAMOS DE PROGRAMAR

NUESTRAS ACTIVIDADES

Es muy importante entender que, primero que nada, el tiempo es un recurso, y como tal, presenta algunas señas de identidad que son de gran utilidad; veamos de cuáles se trata:

ATIPICO; o lo que es lo mismo, indispensable para cualquier tipo de acción; no tiene nada que ver con el resto de los recursos de que disponemos.

EQUITATIVO; Todos disponemos de 24 horas por día; el cómo y el cuándo las distribuyas, es cosa tuya.

INELÁSTICO; Ni se puede acumular, ni ahorrar, ni prestarse.

INDISPENSABLE; ¿Conoces algo que hayas hecho tu o alguien que conoces que haya sido realizado al margen de un parámetro temporal?

INSUSTITUÍBLE: Prueba a sustituir tu tiempo por alguna otra cosa, y verás el nefasto resultado que obtendrás.

INEXORABLE: No podemos manipularlo, ni cambiar su trayectoria; en definitiva, que él no se adapta a nosotros, sino al contrario.

Es importante que quede claro esto:

Todos disponemos de todo el tiempo que existe, mientras vivamos; otra cosa es el uso que hagamos del mismo.

¡Esta es la paradoja! No podemos "gestionar" el Tiempo, sólo podemos gestionar nuestra Actividad.

1.2 Definición de gestión del tiempo.

Para nosotros, el concepto de cómo usar el tiempo está mal aplicado: sería más bien de cómo gestionar las actividades.

Por ello, Hablar de gestión del tiempo es hablar de organización y de orden en lo que se tiene que hacer, virtud decisiva para la eficacia de cualquier trabajo, diferenciando las tareas urgentes de las que no lo son, lo que nos va a permitir optimizar el tiempo. Para ello, lo importante es establecer prioridades de manera que nos alcance para lograr nuestros objetivos y metas.

1.2.1 Características de la gestión del tiempo

Manejar bien el tiempo NO es trabajar deprisa.

La mayoría de personas NO pueden resolver sus problemas de tiempo trabajando más horas.

Los que se concentran en trabajar eficientemente NO son los más eficaces. La eficacia, más que hacer las cosas bien, exige hacer lo que hay que hacer.

Hacer varias cosas a la vez NO es un uso eficaz del tiempo.

Resulta más eficaz concentrar tiempo y esfuerzo en una cosa, terminarla y abordar otra con igual concentración.

La mayoría de personas NO tienen exceso de trabajo por las propias exigencias de su puesto. El tiempo nunca es suficiente para realizar todo cuanto se desearía hacer, y es necesario elegir.

Siempre se puede elegir en función de las prioridades. Siempre hay cosas más importantes que otras, por conducir más directamente a los objetivos. Y son éstas las que requieren prioridad.

Todas las actividades diarias pueden ser planificadas. Aunque no es necesario respetar ciegamente esta planificación si luego surge una actividad alternativa de mayor interés.

En general, NO solemos saber en qué empleamos nuestro tiempo y cuáles son las causas que hacen que lo perdamos a veces.

Los individuos más atareados y activos NO son los que obtienen mejores resultados. Es evidente que, a igualdad de eficacia, una mayor actividad produce mejores resultados, pero una gran actividad, por si misma, no garantiza nada.

La simplificación de tareas directivas NO es una buena manera de ganar tiempo.

Controlar el tiempo NO lleva a perder oportunidades inesperadas pero interesantes.

Manejar bien el tiempo NO supone trabajar como un robot. La libertad se preserva con la elección deliberada del empleo de nuestro tiempo, y no dejándonos arrastrar por las circunstancias

Las personas de mayor responsabilidad NO deben trabajar más tiempo para dar ejemplo. La responsabilidad, la dificultad o calidad del trabajo no se manifiestan por un mayor número de horas trabajadas.

Mi responsabilidad NO me exige estar siempre disponible para el que me necesite. La responsabilidad y disponibilidad son conceptos independientes.

La calidad de las decisiones NO mejora por tomarlas con más tiempo. Una vez recogida la información suficiente, cuanto más tiempo se deje pasar, menos eficaz resultará la decisión. Nunca se dispondrá,

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