Habilidades Gerenciales

Introducción

Las Policías de ayer no son las mismas de hoy. Actualmente el mundo se encuentra compuesto de sociedades de organizaciones, donde todas ellas requieren ser administradas para poder sobrevivir. Y no simplemente ni solamente administradas, sino administradas de forma eficiente, siguiendo una visión y una misión bien definidas y trazadas de acuerdo con un plan estratégico. Para Dirigir, los mandos o gerentes conducen de forma racional las actividades de la Institución, ya sea con o sin fines de lucro. Ello implica la planeación, organización, dirección y el control de todas las actividades, funciones o tareas. Sin planes de acción bien llevados, las policías jamás tendrían condiciones para existir y crecer.

Por todo lo anterior, el papel de los mandos o supervisores es de suma importancia. Son ellos los responsables de lograr que las cosas sucedan, ya sea bien o mal. Así de simple. Sin una buena planeación, organización, dirección y control, la policía no puede funcionar exitosamente y lograr las metas y objetivos propuestos. Mucho menos, pueden ser competitivas. Es el supervisor, esa figura de sumo valor, el eje principal, el líder, el guía y promotor de que las cosas sucedan y de que todos sigan la ruta correcta. De lo contrario, cada cual seguiría un rumbo diferente e intereses distintos. Los supervisores de la policía de antes desempeñaban un papel muy diferente al de los de ahora. Y eso se debía a que la Dirección igualmente funcionaba de modo distinto. En los últimos años se ha podido observar una transformación en el modo de operar de la dirección, debido principalmente a la tecnología, a los nuevos estatutos legales y condiciones constitucionales, donde se exige una profesionalización policial.

Al cambiar la Institución, de igual forma se ha exigido un cambio en los mandos que las dirigen y un cambio en todo el personal que trabaja en ella. La Institución de antes era menos dinámica que las de este nuevo siglo, su orientación estaba enfocada en las actividades, la reacción; y hoy día están orientadas al buen trato, servir, proteger y apoyar a la ciudadanía, no a servirse de ella. Antes existía mucho menos competencia que ahora, ahora se encuentra la policía estatal preventiva por ejemplo, aunque más bien la competencia es a nivel estado porque en el municipio solo existimos nosotros, que igual debería ser bueno crear la competencia dentro de la corporación para la mejora del servicio policial.

De igual forma, anteriormente se prestaba menos atención al recurso humano, ahora la fuerza laboral es reconocida como el recurso más importante que posee la corporación. Antes, a los supervisores no se les exigía conocer todos los aspectos que componen la dirección. Ahora sí. No importa el área que se guie, el supervisor debe tener un conocimiento integral para poder entender el engranaje laboral y poder establecer metas y planes que se integren con el resto de la corporación y de la misma forma que le permita interactuar con todos y tomar mejores decisiones.

El supervisor maneja todos los recursos de la corporación: los recursos humanos (personal) y los recursos físicos (instalaciones y equipo), este reúne en su modo de pensar y actuar la estrategia y organización, es decir es estratega, organizador y líder al mismo tiempo. Eso es lo que lo hace integral. El supervisor tiene que ser aquel que se pregunta ¿dónde estamos y a donde vamos así como estamos encaminados? Luego imaginar alternativas. No aceptar el futuro sino diseñarlo, este debe adquirir una visión de lo que podría ser la corporación del mañana. De esta visión deriva la misión de la Dirección, es decir, la articulación de su razón de ser y de sus objetivos esenciales.

Así mismo la función de la corporación no es controlar desde el tope; es darle a un grupo de personas los medios para llevar a cabo una tarea. El supervisor hace más que definir las tareas de cada uno y diseñar un organigrama con líneas de autoridad y responsabilidad. Tiene que pensar en toda la estructura de la corporación, y la organización es solamente una parte de la estructura. El desafío que enfrenta el supervisor es ajustar constantemente el esquema organizacional de la dirección a las modificaciones de la estrategia, de manera que asegure un mejor desempeño laboral. El supervisor líder estratega y organizador determina la estrategia, organiza el trabajo, administra personal, tiene que implantar sistemas de motivación, de información, de decisión, de control... Pero eso no es todo. Le falta un elemento primordial y ese es saber que el corazón de la corporación está hecho de personas.

Aunque el supervisor tenga mucho conocimiento debe contar con la madurez necesaria para poder participar en dicho puesto, esto es derivado del querer y el poder hacer las cosas que el líder pretende y que la institución persigue. Esto requiere las cualidades de comunicador y de líder. Como comunicador, el supervisor debe hacer comprender a sus colaboradores cuál es la estrategia de la corporación o de la situación y porque ésta requiere determinado esquema organizacional. Como líder, el supervisor influye en el comportamiento de sus colaboradores con miras a lograr los objetivos de la corporación en una forma más eficaz. Así, el liderazgo organizacional es una cualidad proveniente de una doble sensibilidad:

- Sensibilidad a las personas: El líder es un jefe que trabaja con personas.

- Sensibilidad a los objetivos de la corporación: El líder tiene una visión clara de las metas de la corporación.

Todos los supervisores tienen que ser capaces de pensar como altos mandos, como si fueran subdirectores, comandantes, subcomandante, etc., para poder tomar decisiones óptimas para la corporación y no sólo defender sus “territorios” (grupo o estación) dentro de la corporación.

Parte de las funciones o papeles del supervisor son:

-Delegar responsabilidades

-Manejar conflictos

-Administrar el tiempo

- Asegurar la representación de la corporación

- Dirigir a los subalternos

- Asegurar el enlace entre las corporaciones

- Actuar como vocero.

- Comunicar los objetivos de la corporación

- Controlar la implementación de la estrategia.

- Iniciar el cambio en la corporación.

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