Importancia del mercado externo e interno

IMPORTANCIA DE UN MERCADO INTERNO Y EXTERNO

Primero hablare de la importancia de tener un mercado interno y después del externo.

En mi opinión es más importante tener un mercado interior porque este es el que genera el crecimiento económico, empleo. Además que para disminuir problemas sociales como la pobreza es indispensable impulsar la demanda interna, para lo cual debe aumentarse la capacidad adquisitiva de los ciudadanos. También cabe mencionar que de este (mercado interno) proviene la principal fuente de recursos monetarios en la mayoría de los países.

Para poder tener un mercado externo fuerte es necesario poseer un mercado interno fuerte. El tener un mercado interno fuerte significa en términos sociales una mejor relación de gobierno y ciudadanos, es decir, mejores relaciones justas y con moral.

Con las lecturas sobre la industrialización en países como: Francia, Alemania, Rusia, Estados Unidos y Japón se pude apreciar que estos países antes de comercializar con el exterior tenían un mercado interno muy marcado y un comercio que sustentaba al pueblo. Y esto es lo más importante del comercio interior, que permita  a la sociedad sobrevivir, ya que por un lado se cuente con las provisiones y por el otro exista un modo de conseguir los recursos para comprarlos.

Por otro parte, el mercado externo de un país igual es de relevancia porque al haber intercambio entre países, se obtienen recursos para la fabricación de productos, en otras palabras se intercambian materias primas que permiten la construcción de productos. Además, que el comercio exterior genera el ingreso de dinero al país mediante la exportación de productos, lo que genera no solo una importante operación comercial por parte de la compañía exportadora, sino también mediante el pago de impuestos de exportación, siendo estos fijados mediante leyes y normativas que retienen un porcentaje aplicado al monto total de la transacción.

IMPORTANCIA DEL ESTADO EN LOS MERCADOS (ECONOMÍA)

La intervención del estado en los mercados, es absolutamente necesaria, algo que ha sido más que probado con las crisis financieras internacionales, que en parte se debió a una escasa intervención del estado en el sector financiero.

La intervención puede ser desde un simple a complejo control, o en una intervención más directa en el comportamiento de elementos necesarios de la economía como el consumo, la oferta o hasta el ahorro.

Existen innumerables herramientas con las que el estado, interviniendo puede moldear la economía más o menos a su gusto.

Dentro de las herramientas más comunes tenemos los impuestos, los subsidios, controles de precios y el gasto público.

Mediante la aplicación de una o varias de estas herramientas, se puede influir directamente en la capacidad de consumo de la gente, en la oferta empresarial y la productividad de esta, en el nivel de ahorro de la población, y al mismo tiempo en la inflación e incluso en el valor de la moneda.

Por ejemplo, cuando el estado está interesado en impulsar o reactivar a un sector de la economía, suele crear beneficios para las empresas que inviertan en ese sector; las exenciones de impuestos a determinadas actividades, entre otros beneficios.

Pero quizás la herramienta más importante e indispensable, es el control que debe ejercer el estado a las empresas, principalmente aquellas que prestan servicios públicos o de alto impacto en la sociedad, como es el caso del sistema financiero.

El estado necesariamente debe crear un margen de control que garantice unas condiciones ideales o al menos aceptables para todos los actores económicos, de lo contrario se creará un conflicto que puede llevar a la ruina a toda la economía.

PROTECCIONISMO

1 El proteccionismo es el desarrollo de una política económica en la que, para proteger los productos del propio país, se imponen limitaciones a la entrada de similares o iguales productos extranjeros mediante la imposición de aranceles e impuestos a la importación que encarezcan el producto de tal manera que no sea rentable.
La relevancia de la política proteccionista radica en que en situaciones de crisis económica, ciertos niveles de protección a los propios productos evitan una caída de precios y por consiguiente pérdida de algún sector de la economía nacional.

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