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Capítulo 12 ECONOMÍA-MUNDO Y ECONOMÍA COLONIAL: MERCADO EXTERNO Y MERCADO INTERNO

zaiirajazSíntesis21 de Noviembre de 2015

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Capítulo 12 ECONOMÍA-MUNDO Y ECONOMÍA COLONIAL: MERCADO EXTERNO Y MERCADO INTERNO

Los castellanos invaden entre otras provincias Sevilla y con ello van conquistando espacio marítimo en el atlántico, reafirmándose así su larga tradición marinera.  Sevilla se convierte en centro de atracción para emigrantes y aventureros

En el s XVI los ingresos provenientes de la india eran de 367 millones de maravedíes (rubro más importante de la real hacienda castellana), luego seguían las alcabalas peninsulares con 333 millones. Para ese entonces ingresaban a España 2 millones de productos americanos y 11 millones en metales "mediterráneo en atlántico";  la casa de avis (dinastía del reino de Portugal entre 1385-1580) en gobierno de enrique el navegante se expande hacia el atlántico. A la muerte de Enrique el Navegante (1460), Portugal poseía ya un vasto Imperio que incluía sus posesiones en las islas y la costa africana;

Hacia macronecia donde en un tiempo la madera y posteriormente el azúcar seria el centro de la actividad económica. Todas estas acciones intervendrían en el rompimiento de relaciones entre las sociedades africanas, el mayor aspecto fue la importación de esclavos puesto que este acto se incrementó de una manera insólita; se puede ver una relación inversamente proporcional entre el valor y el peso de las mercancías.

En este caso como se importaba más plata que oro, la primera se desvalorizo de forma muy lenta respecto al oro. De acuerdo a lo anterior la mitad de las importaciones europeas provenían del nuevo mundo.

Durante mucho tiempo los navíos no tenían protección en sus viajes, incrementándose así el robo por parte de los piratas, provenientes de otras potencias europeas obligando a España a diseñar el sistema de flotas, era un numero variable de flotas custodiadas por naves de guerra.

Existieron dos flotas la primera se dirigía hacia la nueva España y se llamaba " la flota" la segunda se llamaba "los galeones" y se dirigía hacia "tierra firme", al ingresar metales preciosos a Europa, esta se convierte en uno de los centros más dinámicos de la economía en formación del mundo. Cuando llegaba gran cantidad de importación de metales preciosos había en España especialmente inflación SXVI, por el contrario cuando a partir del S XVII se bajan las importaciones hubo desinflación y crisis, al haber mayor actividad económica, hay mayores precios, más demanda de metales preciosos y por ende más minería. Cuando empieza a nacer el mercado americano, estaba ligado a la economía.

Un aspecto importante en el capítulo es que la  sociedad estaba fuertemente estratificada en un  antiguo régimen, el mercado estaba recorrido por divisiones sociales profundas. Como había ropa de los obrajes americanos para peones jornaleros e indios, había medias de Milán o paños flamencos para encomenderos, mercaderes o hacendados. En el mundo urbano colonial, la vestimenta ocupaba un lugar central como elemento de distinción, tanto en la vida privada, como en las ceremonias públicas. Recordemos, además, que en las sociedades del antiguo régimen no se debía consumir según sus medios sino, sobre todo, de acuerdo con su rango, y pocas cosas como la indumentaria denotaban tan claramente ese rango.

Como conclusión, la economía colonial  no solo se restringe a estos dos puertos expuestos en las entradas sino que también se puede ampliar al resto de puertos de las colonias y de la metrópoli, cabe destacar que en realidad la política de libre comercio trató de abrir las rígidas compuertas del puerto único en beneficio de un mayor número de puertos, simplificar la burocracia y proporcionar una mayor agilidad y flexibilidad al tráfico. Por lo demás, este siguió siendo un comercio protegido, que trataba de favorecer la exportación de productos españoles gravando más los extranjeros, y mantuvo para América la condición de mercado reservado o cautivo. Podemos ver en este capítulo los diferentes aspectos que se dieron en la época colonial  entendiendo los compromisos entre los diferentes países y sus “productos” por decirlo de una manera de exportación e importación.

Capítulo 19 ECONOMÍA COLONIAL Y ECONOMÍA-MUNDO EN EL SIGLO DE LA CRISIS EUROPEA

La amplia expansión económica del siglo XVI con vías comerciales extensivas a cualquier parte del mundo, se terminó en las primeras décadas del siglo y medio. El objetivo, por tanto, del trabajo  supone conseguir analizar este periodo de crisis que afectó a la Europa entre 1600-1750 y para ello debemos identificar las causas de la misma y analizar primeramente las características de este siglo XVII.

Se habló así de una crisis del siglo XVII también para el espacio americano y ello parecía confirmado por una serie de indicadores internos a la economía colonial, aun cuando algunos datos hacían pensar que el área novohispana había sido mucho menos tocada por la recesión. La península Ibérica entra en una crisis que se arrastrará durante largo tiempo (al igual que la Italia del norte —con la excepción llamativa de Génova); ahora, sin que ello presuponga, ni mucho menos, una desaparición completa del mediterráneo en el flujo de los intercambios económicos, no hay duda de que el eje organizador de la economía pasa, ya en forma definitiva, al Atlántico norte

El volumen copioso de población europea durante el siglo XVI, se estancó y dejó de crecer gradualmente en el siglo XVII. Este vuelco demográfico afectó más enérgicamente a Europa central y a la zona Mediterránea. El descenso de la tasa de natalidad  tuvo a una doble coyuntura; por un lado, Por otro lado, la índice de mortandad europea se izó   a causa de las continuas crisis de subsistencia, con mayor relieve en pueblos de economía cerealista, y a causa de las epidemias de paste bubónica, viruela, tifus y gripe que se sucedieron durante este siglo XVII por toda Europa.

De igual forma, y basándose en lo expuesto anteriormente el volumen económico europeo en esta primera mitad del siglo XVII comenzó a decaer debido a la concatenación de varios elementos o factores. Primero se produjo una crisis de la economía colonial que hizo que el comercio internacional se resintiera de ello  y supuso el fin de la gran expansión europea del siglo XVI. El primer escollo comercial se produjo entre 1619 y 1622 como consecuencia del hacinamiento de productos que condujo a una especulación monetaria, es decir, a cambios en los valores del oro y la plata y a emisiones adicionales de cobre. Estas alteraciones de la ley de las monedas tuvieron el efecto de crear un caos monetario. Otro de los factores: las instituciones políticas y sociales de Europa ponían enormes trabas a los comerciantes, los cuales iban acumulando beneficios al haber escasas alternativas para la inversión. En las pocas regiones donde las instituciones apoyaron las innovaciones, hicieron que los mercados internacionales cayeran en sus manos. Así mismo, la larga depresión económica del siglo XVII no afectó del mismo modo a los países europeos, algunos no se resarcieron jamás en tanto que otros se retrasaron momentáneamente e incluso adquirieron ventajas competitivas.

Los cambios políticos y las presiones del mercado, muy diferentes según las circunstancias, hicieron que los estados europeos tomaran caminos divergentes en la agricultura, caminos buenos para unos y malos para otros.

En Alemania Occidental, la diversidad social de los estados del oeste de Alemania, evitó la extensión de una agricultura en manos de la nobleza latifundista. Su agricultura, por tanto, se basaba en unidades de producción campesinas. Al término de la Guerra de los Treinta Años en 1648, Alemania cayó en un profundo caos monetario, los príncipes se esforzaron entonces en modelar regímenes absolutistas y desarrollaron una política de oposición al latifundio y de protección al campesinado. Estas medidas que beneficiaron a la población rural, las encontramos también en Francia, Países Bajos e Inglaterra, que crearon una clase sólida de grandes agricultores.

Coyunturas opuestas: la crisis del siglo XVII en Europa e Hispanoamérica

En el continente europeo junto a esa transformación  de  políticas hubo también una trasformación del  pensamiento. La revolución científica del siglo XVII sentó las bases de una visión del mundo que no dependía de las asunciones y categorías cristianas. Al liberarse de la teología, los filósofos descubrieron nuevos aliados en la ciencia y las matemáticas. Para pensadores como Francis Bacon y el filósofo francés René Descartes, el destino del alma era menos importante que el funcionamiento del mundo natural, y aunque Bacon era empirista y Descartes un racionalista, ambos creían que el poder de la razón humana, utilizado correctamente, se imponía a la autoridad.

A partir de los estados feudales de la edad media, las regiones de Europa emergieron como naciones poderosas y centralizadas. Francia obtuvo la supremacía tras su triunfo sobre Inglaterra en la guerra de los Treinta Años en 1648. Gracias a los esfuerzos del cardenal Richelieu, Francia se convirtió en la potencia mundial dominante.

Durante el siglo XVII, España  fue acusada de recesión general europea a la vez que se enfrentaba a una crisis nacional, y a partir de 1620 perdió gran parte del control económico y comercial de su Imperio. Se  Disminuyó el contacto con América, continente sobre el que cada vez era menor su autoridad e influencia. La guerra de los Treinta Años (1618-1648) y otros conflictos agotaron las arcas del Estado, y las hambrunas y la escasez de recursos esenciales acabaron por llevar a la Monarquía Hispánica a la crisis. Por este motivo, España perdió la mayor parte de sus riquezas y se vio obligada a reducir el contacto con las colonias. Este hecho propicio que en el siglo XVII, América se convirtiera en un foco de rivalidad para las potencias europeas.

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