Impuesto Del Valor añadido

EL IVA

El Impuesto sobre el Valor Añadido es un impuesto estatal e indirecto que recae sobre el consumo y grava las entregas de bienes y prestaciones de servicios efectuadas por empresarios o profesionales en el desarrollo de su actividad, las adquisiciones intracomunitarias de bienes y las importaciones de bienes. El sujeto pasivo es el empresario que entrega el bien o presta el servicio, pero la ley permite que se lo transmita al comprador o receptor del servicio en la correspondiente factura. De esa forma los empresarios actúan como recaudadores del IVA dado que periódicamente deben presentar declaraciones de IVA donde por regla general ingresan la diferencia entre el IVA que han repercutido en sus ventas y el que han pagado en sus compras. La cuota a pagar del IVA se obtiene de multiplicar la base imponible por el tipo impositivo. La base imponible está constituida por el precio del bien o el coste del servicio (deducidos en su caso posibles descuentos), otros gastos adicionales incluidos en factura (portes, seguros, gastos de instalación) y otros impuestos indirectos sobre los mismos bienes (Impuesto de Aduanas, Impuesto sobre la electricidad, Impuesto sobre bebidas alcohólicas, sobre el tabaco o sobre los hidrocarburos). Existen 3 tipos impositivos:

1. Superreducido (4%) - Pan, leche, queso, huevos, frutas, verduras, legumbres, periódicos, revistas, medicamentos, viviendas de protección oficial…

2. Reducido (8%) - Productos alimenticios que no estén al 4%, agua, transporte de viajeros, entradas a espectáculos públicos, viviendas libres, etc.

3. General (18%) - Aquellos bienes y servicios que no estén gravados al 4 o al 8%.

Este impuesto funciona en dos sistemas, el Régimen General, que se aplica a sociedades y empresarios que no puedan acogerse a regímenes especiales; y los Regímenes Especiales que incluyen principalmente el régimen de comercio minorista, RE de agricultura, ganadería y pesca, y el régimen simplificado.

REGIMEN GENERAL

En el Régimen General, cuando el empresario adquiere bienes o servicios para su empresa, paga el IVA que le giran en las facturas que recibe, al que se le llama IVA soportado o deducido. Posteriormente, cuando el empresario vende un bien o presta un servicio, cobra IVA en la correspondiente factura, al que se llama IVA devengado o repercutido. Por último, al hacer la declaración del IVA, Hacienda permite restar el IVA soportado del repercutido. Si el resultado es positivo, habrá que ingresar en Hacienda esa cantidad(salvo que exista IVA a compensar); y si sale negativo puede solicitar a Hacienda la devolución o compensar la cantidad negativa con otra positiva de futuros periodos. El plazo de presentación de estas declaraciones tiene periodicidad trimestral, dentro de los siguientes veinte días posteriores al término del trimestre.

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