Iniciativa Emprendedora
woodplastic13 de Octubre de 2014
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1-. Explica què és el procés creatiu i descriu les seves etapes (1 punt).
Desde mi punto de vista pienso que el proceso creativo se refiere a las fases que se deben seguir para la aplicación de la creatividad y la generación de ideas entorno a un reto o un problema a resolver.
El proceso creativo consta de cinco fases:
1. Inversión; Sería la recogida de información, utilización de conocimientos adquiridos, realización de esquemas, etc.
2. Incubación; Fase en la que se piensa en todas las ideas.
3. Iluminación; Sería la fase cuando las piezas encajan, sería el momento de la famosa frase “Eureka!).
4. Verificación; En esta fase se analiza, verifica y valida la solución adoptada.
5. Difusión; Esta última fase sería dar a conocer la solución para que ésta fuese aceptada por el mundo.
2.3.2 Emprendimiento social
En general, cuando se define el objetivo de una empresa se piensa en la maximización del
beneficio para sus accionistas. Sin embargo, existen otro tipo de empresas, las sociales,
enfocadas a la consecución de un beneficio social. El término emprendimiento social se utiliza
actualmente para denominar una amplia gama de actividades que van desde el trabajo
comunitario, el voluntario y las organizaciones públicas, hasta aquellas empresas privadas, que,
aun pudiendo tener beneficios, están enfocadas al cumplimiento de objetivos sociales. En
algunos casos es difícil distinguir si una empresa es social; la frontera no está claramente
delimitada, especialmente en el caso de aquellos proyectos que tienen ingresos y beneficios. La
clave es que, ante una toma de decisiones en la que pueda elegirse entre maximizar la
rentabilidad o el impacto social, sea este segundo el que incline la balanza.
La tendencia de los últimos años muestra un crecimiento de los emprendimientos sociales, sin
embargo, el significado preciso del término sigue todavía en discusión. En términos generales
puede decirse que el emprendimiento social es un proceso que incluye un uso innovador de los
recursos y en el que se aprovechan las oportunidades para solventar un problema social o
catalizar el cambio social necesario para que el problema se reduzca o desaparezca (Mair y
Martí, 2006). Un aspecto común en las empresas sociales es que están enfocadas hacia las
necesidades sociales y crean valor social a través de la innovación y estimulando el cambio
social (por ejemplo, Dees et al., 2001; Thompson et al., 2000; Peredo y McLean, 2006;
Nicholls, 2006; y Weerawardena y Sullivan Mort, 2006).
Así pues, el emprendedor social muestra características como las siguientes (Peredo y Mclean,
2006):
a) se enfoca hacia la creación de valor social;
b) muestra capacidad para aprovechar las oportunidades y crea una visión;
c) es innovador, desde la invención pura hasta la adaptación novedosa de algo, en su
creación y distribución de valor social;
d) está dispuesto a aceptar un mayor nivel de riesgo en la creación y distribución de
valor social;
e) suele tener suficiente ingenio como para no dejarse intimidar por la escasez de
recursos para la puesta en marcha de su aventura social. 26
Uno de los ejemplos más reconocidos de emprendimiento social es el Banco Grameen, que
otorga microcréditos a personas humildes que no pueden acceder a sistemas de financiación
tradicional. El Banco Grameen fue creado por Muhammad Yunus en Bangladesh, quien fue
reconocido con el Premio Nobel de la Paz de 2006 "por sus esfuerzos para incentivar el
desarrollo social y económico”.
España presenta una de las tasas más reducidas de emprendedores sociales de entre los países
analizados por el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) en 2009. Solo el 0,53% de la
población adulta española está involucrada en alguna iniciativa emprendedora de carácter social,
porcentaje que es inferior al dinamismo de otros países como Estados Unidos (3,9%), Francia
(2,2%), el Reino Unido (2,1%) o Italia (1,2%) (Bosma y Levie, 2010).
2.3.3 Iniciativa emprendedora en los ámbitos cultural, científico y deportivo
• Emprendimiento cultural y deportivo
Estudios recientes muestran que las empresas culturales y creativas tienen un gran potencial
económico; de hecho, son uno de los sectores más dinámicos de Europa. Contribuyen
aproximadamente en un 2,6% al PIB de la UE, tienen un gran potencial de crecimiento, y
proporcionan empleos de calidad a unos cinco millones de personas en la UE (Comisión
Europea, 2010).
Las industrias culturales son las que diseñan, producen y distribuyen bienes o servicios
relacionados con atributos y fines estéticos, más que con aspectos utilitarios de los
consumidores (Comisión Europea, 2010). Las industrias culturales también crean productos y
servicios que cumplen importantes funciones simbólicas, como la captura, difusión y
legitimación del conocimiento y los valores (Jones y Thornton, 2005).
Puede decirse que los emprendedores culturales son agentes de cambio cultural y visionarios de
recursos que generan ingresos a través de una actividad cultural. Sus soluciones innovadoras
dan origen a empresas culturales, económicamente sostenibles, que mejoran la vida y crean
valor cultural tanto para los productores creativos como para los usuarios de los servicios y
productos culturales.
El Ministerio de Cultura de España cuenta con el proyecto Cuenta Satélite de la Cultura, que
tiene como objetivo analizar la cultura como medio de generación de riqueza, evaluando su
aportación directa al PIB español, utilizando como fuente básica la Contabilidad Nacional de
España. De acuerdo con este proyecto, las industrias culturales se clasifican en función de las 27
distintas etapas de la cadena de producción, reproducción y distribución de bienes y servicios
culturales, e incluyen las siguientes actividades:
- Patrimonio. Incluye las actividades ligadas a la gestión y explotación de elementos del
patrimonio cultural -tales como los monumentos históricos, los museos y los yacimientos
arqueológicos- generadas como consecuencia de su apertura al uso público.
- Archivos y bibliotecas. Incluye las actividades vinculadas a los archivos y bibliotecas.
- Libros y prensa. Incluye las actividades vinculadas a los libros, la prensa y las publicaciones
periódicas en diferentes formatos.
- Artes plásticas. Incluye aquellas artes cuyo elemento diferenciador es el uso en su forma de
expresión de materias, tales como la pintura, la escultura, o el trabajo de creación realizado
por los arquitectos. La fotografía se incluye también bajo esta rúbrica.
- Artes escénicas. Incluye las diversas manifestaciones en forma de espectáculos escénicos
culturales en directo tales como teatro, ópera, zarzuela o conciertos, ya sean estos de música
clásica o actual.
- Audiovisual. Incluye las actividades vinculadas al cine, al vídeo, a la música grabada, a la
televisión y la radio, y a otros formatos audiovisuales.
- Interdisciplinar. Incluye aquellas actividades que no puedan ser desglosadas al no disponerse
de información estadística suficiente.
La evolución global de las actividades culturales en España se caracterizó por un crecimiento
continuo durante el periodo 2000-2008. El valor añadido bruto estimado para las actividades
culturales ascendió de 19.080 millones de euros en el año 2000 a 29.785 millones de euros en el
2008. En términos del PIB, las actividades culturales pasaron de 19.833 millones de euros en el
año 2000 a 31.094 millones en el 2008, último periodo disponible. Por lo tanto, el crecimiento
medio anual que presentaron las actividades culturales fue del 5,8% (MCU, 2010).
En la clasificación de las actividades por su situación en la cadena de producción, destaca el
peso del sector de la creación y la producción, que supone el 55,5% del PIB de las actividades
culturales. Le siguen los sectores de la fabricación (17,2%), la distribución y difusión (13,4%),
y, a mayor distancia, las actividades educativas vinculadas a la cultura (5,3%). Es importante
señalar que las tasas medias de crecimiento anual han sido superiores a la media del conjunto de
la economía en las fases de creación y producción (7,7%), promoción y regulación (13,9%), y
en las actividades educativas (9,1%) (MCU, 2010).
Las anteriores estadísticas reflejan la importancia de fomentar en España iniciativas
emprendedoras relacionadas con este sector, en especial entre los jóvenes, que suelen mostrar
un especial interés por la cultura, concretamente por las artes plásticas, escénicas y
audiovisuales. 28
La iniciativa emprendedora también puede manifestarse en el ámbito deportivo. El deporte,
además de aportar beneficios para la salud física y el bienestar emocional, se ha puesto de moda,
por lo que actualmente hay muchas empresas deportivas en proceso de desarrollo y expansión.
En general,
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