LA DEUDA CREADA DE UNA MANO INVISIBLE CONTEMPORANEA

Creador: Diego Saavedra

Ref. Financiación del Comercio Exterior

Profesor. Ramiro Chacon

Universidad Jorge Tadeo Lozano

Bogotá D.C., Colombia

LA DEUDA CREADA DE UNA MANO INVISIBLE CONTEMPORANEA

Creados sin nacer vivimos en un mundo siniestro y sin escrúpulos, nacidos de un mismo vientre de una manera natural, donde no hay costo alguno por que hace parte de la naturaleza, hemos negociado y vendido hasta el nacimiento de nuestros pueblos y naciones, creando necesidades que jamás necesitábamos, manteniendo futuros inciertos donde un solo agente te mostrara el único camino, donde sus manipulaciones y estrategias hacen parte de lo que creemos y por lo cual vivimos, en un sistema monetario que pareciera dar vida a lo que necesita para mantenerse y fortalecerse cada minuto del día, sin parar nos acumulan como activos de nunca acabar, donde la depreciación no tiene acumulados al momento de la jubilación de algo que alguna vez les fue productivo.  Donde nos forman desde que nacemos en un mundo donde muy pocos viven tranquilos, nos llevan a formar razonamientos mezquinos que todos nos los hemos creído y hasta muchos han formado sus generaciones con lo mismo, somos tan solo un producto elaborado con tecnología de punta, pues nos cuesta aceptar un cambio lógico y constructivo para un cambio de razonamiento realmente admitido.

Es triste saber en lo que nos han convertido, la vida misma tiene un precio desde que respiramos, que aunque el aire es un recurso inagotable, muy pocos lo tienen así de puro como en aquellas épocas donde no existían todos los productos derivados del petróleo, donde todos los recursos se protegían y  mantenían su renovación por el ambiente donde se mantenían, sin abusar de sus beneficios.

En un mundo donde nos cuesta respirar día a día ya que la competencia está latente todos los días, y así es más difícil respirar tranquilo, ya no es la contaminación de las empresas si no el peso de respirar para continuar en una economía que no parara en cobrarte hasta el aire que respiras, a través de sus miles de corporaciones financieras y multinacionales las que controlan el todo, cada una y todas las partes de la economía y el mercado sin importar que seas un país emergente o no.

Donde lo más puro, natural y simple tenía más sentido que todo lo que se ha construido sin ninguna planeación estratégica asociativa y de cooperación mutua y colectiva, lamentablemente todo se ha fabricado por mentes siniestras que solo velan y velaran por sus intereses económicos de juntas directivas, donde primara a perpetuidad su adicción al poder monetario y económico mundial.

Como mantener la plena lucidez de la vida ante la inclemencia perpetua de todos los actores que han creado esta catástrofe, donde desde el primer momento que somos concebidos, recae sobre nuestros progenitores y nuestra vida misma la palabra moralmente aceptada de “la deuda” el arma usada para conquistar y esclavizar sociedades. En un mundo donde creemos esta civilizado, donde como nunca antes la ciencia ha desarrollado cosas inimaginables e impensables, como aceptar el juego de trasferencia de riqueza perpetua y deuda perpetua en el cual nos han llevado década tras década sin importar que su sistema social sea fascista, socialista, capitalista o comunista.

Nosotros mismos somos deudores de una deuda que jamás pagaremos; como mencionaba el documental “solo Dios puede crear algo de valor de la nada” de donde somos, de donde vinimos, que éramos nosotros cuando no existíamos, hasta que un día tuvimos un valor. Muchos deciden creer en la credibilidad y respaldo de un banco o sistema financiero, pero no Creemos en ese amor incondicional que nos haría libres de todas las deudas hechas de la nada, porque en realidad no existen.

Fuimos hechos con amor, de un creador de incondicional amor, sin tener deuda alguna, porque no devolver ese amor a nuestras sociedades y así tener un esquema basado en un sociedad sin dinero, trabajo y competencia, sin poder y dominio sobre los demás, se terminaría así toda la violencia ya que el factor moneda dejaría de existir como hasta ahora, sin amenaza alguna de las instituciones, donde la avaricia y corrupción no será más parte del entorno social donde crecemos, así la esclavitud económica que requería que la gente se alimente y se aloje por sí misma, sea una nueva mentalidad en la que prime el bienestar del otro de una manera de cooperación social y absoluta, con la ayuda de lo que se creó de la nada de unas manos visibles que hicieron realidad el desarrollo tecnológico y científico; pero esta vez para buenos resultados, medido no en cifras si no en calidad de vida.

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