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LICENCIATURA EN FILOSOFÍA PENSAMIENTO POLÍTICO Y ECONÓMICO


Enviado por   •  1 de Mayo de 2017  •  Ensayos  •  1.144 Palabras (5 Páginas)  •  111 Visitas

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FILOSOFÍA ANTIGUA

INGRID PAOLA ALVARADO RAMIREZ

UNIVERSIDAD SANTO TOMAS

FACULTAD EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN FILOSOFÍA PENSAMIENTO POLÍTICO Y ECONÓMICO

CHIQUINQUIRA

  1. Diferencia entre mito y logos

(PitBox Blog, 2016).

Los griegos disponían de un gran número de mitos, al igual que en muchas otras culturas actuales permanecen elementos que pueden considerarse míticos. Ya sea clásico o contemporáneo, el mito cumple tanto una función explicativa como una función ejemplificadora. Además, en las narraciones míticas intervienen la imaginación y las creencias.

La narración de los mitos representa una necesidad vital. Con ella se pretende, por un lado, aplacar o propiciar la acción sobrehumana de los dioses y, por otro lado, estimular las mismas dotes creativas y espirituales de la imaginación del ser humano. En esta doble vertiente, los mitos disponen de las características que a continuación se enumeran:

  • La muerte y la vida, el amor y el odio, la lluvia, la guerra, la fertilidad.

Se personifican y divinizan a través del mito. Con el culto, los ritos y las plegarias se conseguían la intervención beneficiosa de los dioses para poner remedio a las diferentes catástrofes.

  • Los sucesos del mundo dependen de la voluntad de los dioses, que actúan de una forma caprichosa. Así pues, si una enfermedad acontecía era porque un dios estaba irritado con esa colectividad.
  • Los objetos adquieren propiedades distintas a las que les corresponde por naturaleza. De esta forma, una piedra se contaría tras un ritual en un talismán y su magia permitía curar enfermedades y convocar a los espíritus y dioses.

El mito en el contexto griego hace referencia a un conjunto de narraciones, algunas de tradición oral y las más conocidas de tradición escrita, que quedaron registradas en obras como la Teogonía de Hesíodo y la Ilíada y la Odisea, de Homero.

Logos tiene diferentes significados en griego. Por un lado, se corresponde con «razonamiento», «argumentación» o «habla». Por otro lado, puede ser entendido como «inteligencia», «estudio», «»ciencia, «pensamiento» o «sentido». Al contrario que ocurre con los mitos, el logos es el conocimiento que se adquiere a través de la razón y no a partir de creencias.

Como complemento a la explicación mítica, que perdurará en la civilización griega, con los primeros pensadores aparecerá el logos, término que denota una actitud racional. Las principales características de esta razón, que trata de comprender y dominar el mundo natural y humano, son las siguientes:

  • Frente a la arbitrariedad propia del mito, ahora se encuentra la necesidad, de tal forma que las cosas suceden cuando, donde y como deben suceder.
  • Frente al caos, que se encuentra estrechamente relacionado con el mito, en el logos se recurre a un cosmos ordenado que sigue sus propias leyes.
  • En el mito, a la apariencia se contrapone la esencia o naturaleza última e invariable de las cosas de la realidad en el logos.
  • Frente a la angustia que provoca el futuro y frente a la ignorancia hacia las circunstancias que rodean al ser humano propias del mito, se encuentra la confianza en el poder explicativo de la razón.
  • Frente al mito o la imaginación, circunscritos a la tradición basada en la obediencia ciega, está el logos o la razón, representados por la capacidad crítica, la necesidad, el diálogo, el análisis y la síntesis.


             

  1. Cuadro comparativo

CUADRO COMPARATIVO   PRESOCRÁTICOS

FILOSOFO

Tales de Mileto

(624-546 a.C.)[pic 2]

Anaximandro

(611-546 a. C)[pic 3]

Anaxímenes

(585-525 a.C.)[pic 4]

Heráclito

La realidad como devenir[pic 5]

Empédocles

Los pluralistas[pic 6]

ARJÈ

Agua

   Lo indefinido

     El aire

Logos y fuego

Raíces: tierra,  aire, fuego y agua.

OPINIÓN DE CADA FILOSOFO

Tales introducen el agua, la humedad, como elemento para explicar el arjè o el principio del universo, basándose en la observación del siclo del agua  y el principio húmedo de todos los vivos.

Anaximandro, milesio también, es el primero que utiliza la palabra   arjè para referirse al principio del universo. Escribió aunque no lo conservamos, un tratado titulado Acerca de la naturaleza.

 En Anaxímedes volvemos a encontrar un elementó material  que es fundamento permanente de todo lo existente: el aire.

Si para los físicos de Mileto  el orden del universo  procedía de un  arjè (agua àperion, aire) y para los pitagóricos  la armonía del cosmos era el resultado  de una  pacífica unión de opuestos,  para Heráclito  la unidad surge  de la oposición de contrarios:” lo mismo es vida y muerte, juventud y vejez; aquellas  se cambian en estas, y estas en aquellas”.

Nada permanece. Todo cambia, “lo frio se calienta, lo  caliente se enfría, lo húmedo se seca “. El fundamento  de la realidad no es la permanencia  de un elemento,  si no la lucha  entre opuestos. La realidad es devenir,  y la lucha de los contrarios es el arjè  que explica todo lo existente. 

Según Empédocles, Arjè  no está constituido  por un solo elementó, si no por cuatro:   aire, agua,  tierra   y fuego.  Así codifica hasta  la renovación  científica, los cuatro elementos  fundamentales de la física griega. El quinto elemento será  el éter.

Nos encontramos por primera vez con un elemento físico  que da sentido a lo existente  sin recurrir a una analogía con lo trascendente desde un único principio  o un elementó de orden natural.

Para Anaximandro, el erjè   o principio o rigen  del mundo a causa de todo ser es el ser es el àprion: lo indeterminado, ilimitado e indefinido, a partir del cual  se separaron lo frio  y lo caliente, lo seco y lo húmedo.

Un solo elemento  por su naturaleza sutil, puede ser explicación, por simple condensación  y expansión, de la variedad de los fenómenos naturales.

Del aire por rarefacción surge el fuego y, por condensación, el viento las nubes, el agua y la tierra.

Que la realidad es devenir, que nada es permanente, significa  que no podemos  establecer  un único elemento   como principio permanente del mundo, pues sería necesario  la existencia  en lucha de su opuesto.

El devenir de Heráclito  nos obliga a distinguir  entre lo que podemos conocer de las cosas  y lo que son las cosas.

Para conciliar la permanencia del ser, establecida  por Parménides, con el devenir, Empédocles afirma que la generación  surge por la mezcla  de los cuatro elementos  inmutables  y la corrupción  es la separación  de los mismos. Pero ¿por qué  estos elementos  se unen y se separan? Para Empédocles  existen dos fuerzas  cósmicas: el amor y el odio, que constituyen el principio de la asociación  y separación de los elementos, respectivamente.

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