La Estrategia y La Planificación. Administración Estratégica

La Estrategia y La Planificación

Miguel Angel Herrera Hernández

Administración Estratégica

Instituto IACC

06 de Abril 2015

Desarrollo

En relación a los recursos utilizados para la realización de esta tarea se basó en los contenidos de la semana y lectura de algún manual de planificación estratégica para comunicaciones, políticas públicas y estrategias de desarrollo. Lo principal está basado en relación a conocimientos adquiridos con cursos anteriores, capacitaciones y experiencias laborales.

Comienzo señalando que  La Planificación Estratégica es el proceso más importante al cual una organización se debe ver enfrentada. La podemos definir en breves palabras como un proceso sistémico y sistemático mediante el cual una organización define sus principales objetivos (Objetivos Estratégicos) y los procesos mediante los cuales buscará el logro de los mismos en el mediano y largo plazo. En efecto, en la Planificación Estratégica, al proceso de definición del sueño corporativo (Visión), el cual determina hacia donde debe ir la organización en el futuro; le siguen una serie de procesos en los cuales la organización se redefine a sí misma y reflexiona en torno a sus logros presentes y futuros.

De igual manera, el Proceso de la P.E. le permite visualizar su entorno y los factores que podrían llegar a modificar los resultados de la misma. Lo anterior por cuanto resulta fundamental detectar que factores del entorno afectan a la empresa, algunos de ellos o más bien la gran mayoría, ni siquiera es controlables por la organización. Otros sin embargo si pueden ser afectados o más bien influenciados para que afecten lo menos posible de ocurrir. Ya el simple hecho de definirlos y considerarlos en la estrategia permite reducir riesgos al determinar cursos de acción inmediatos al ocurrir. Por otra parte, podremos identificar en esta etapa claramente a nuestra  competencia directa e indirecta, debiendo en todo momento conocer sus movimientos en la industria y como podrían afectar estos a nuestra estrategia y los resultados de la organización.

En las etapas de planeamiento iniciales, un efecto o beneficio indirecto que se logra en la organización es la interacción de los equipos directivos y gerenciales de la organización, con lo cual las cabezas de la organización concuerdan en objetivos comunes y consensuados, de esta manera no solo se logra un mejor trabajo en equipo, si no que los esfuerzos gerenciales se ven coordinados en pro de objetivos estratégicos comunes, logrando en ocasiones interactuar departamentos o áreas que en otras instancias ni siquiera se comunican, no porque no lo quieran hacer, si no porque la estructura y sus procesos no se relacionan directamente.

Una vez que el sueño existe, no será un proceso sencillo lograr traducir la Misión en objetivos ambiciosos pero cumplibles, lo anterior resulta complejo e influyen muchos factores externos e internos en las organizaciones en que así sea, pero a la vez estos factores y la industria en donde se encuentre operando la organización, permitirán moldear e imprimir el sello distintivo de la misma, su alma, su carácter y finalmente su éxito. Mucho aportará en este éxito el cómo se implemente la estrategia para el logro de dichos objetivos, pero es quizás esta la tarea más compleja, debido a la cultura organizacional en parte. Es aquí, desde mi punto de vista, donde no da lo mismo el que la organización posea una cultura estratégica previa. Si esta última no existiese o fuese incipiente, la tarea de implantación de la estrategia se verá dificultada por la siempre nombrada resistencia al cambio.

Sin embargo si las acciones tendientes a implementar la Estrategia en el corazón de la organización y sus procesos es exitosa, no son menores las recompensas: procesos más eficientes y eficaces, estructuras de costos simplificadas, personal más motivado, estructura organizacional clara y sin lugar a dudas el beneficio más importante, la mejora en los resultados de la empresa.

Finalmente los procesos de control que suceden a las etapas antes descritas serán de vital importancia para ir midiendo y evaluando el logro de los objetivos que la organización se ha planteado. En esto, los instrumentos de medición como el Balance Scorecard, pueden ser una buena herramienta que nos ayude a diagnosticar si vamos por el buen camino en los objetivos planteados. Luego el resultado de estas mediciones nos debe permitir corregir las desviaciones de nuestro norte mediante la debida retroalimentación de los procesos, corrigiendo fallas y enmendando rumbos. Lo anterior redunda en una estructura de control sólida, que permite monitorizar en todo momento los resultados obtenidos. Esto último es lo que hace que la Planificación Estratégica sea un proceso sistemático y dinámico, dado que existirán múltiples factores exógenos e internos que afectaran el entorno y la organización, con lo cual resultara necesario readecuar la estrategia a los cambios si se evalúa que dichos cambios podrían afectar los resultados futuros de la organización o bien, y con mayor razón si ya los afectaron.

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