La “Gran Depresión” en los Estados Unidos

A finales del año 2008 cae en banca rota uno de los principales bancos de inversión,  el Lehman Brothers, así como la compañía aseguradora más grande del mundo, AIG, creando un ambiente de incertidumbre y miedo en los mercados. Una de sus principales repercusiones fue el desplome en el precio de las acciones que a su vez provocó una recesión global que generó pérdidas por miles de millones de dólares, 30 millones de desempleados y duplicó la deuda de los Estados Unidos; sin embargo esta crisis no fue accidental sino que se generó a raíz de un mercado  “fuera de control”.

I Parte: ¿Cómo llegamos aquí?        

Después de la “Gran Depresión” en los Estados Unidos se vivieron cuarenta años de crecimiento económico sin tener una sola crisis financiera, debido a las altas regulaciones y a las prohibiciones que tenían los bancos e instituciones financieras; por ejemplo: no podían especular con el dinero de los clientes; Sin embargo, a principios de los ochentas se abren los primeros bancos de inversión, lo que les otorgó fondos de los inversionistas generando riqueza en Wall Street. Bajo la administración de Ronald Reagan, se inició un periodo de treinta años de desregularización; en 1982 la administración levantó las regulaciones a las compañías de ahorro y préstamo permitiéndoles hacer inversiones de riesgo con el dinero de sus clientes, pero al final de esa misma década cientos de esas compañías se fueron a la quiebra, crisis que costó a los contribuyentes ciento cuarenta mil millones de dólares y también muchos de sus ahorros. En 1985 a raíz de una serie de eventos irregulares en el sector financiero se iniciaron una gran cantidad de investigaciones que dieron como resultado que miles de ejecutivos fueran a la cárcel por defraudar a sus empresas, uno de los casos más conocidos fue el de Charles Keating, el cual al verse inmerso en escándalos contrató al reconocido economista Alan Greenspan el cual defiende la viabilidad de inversión de Keating el cual siempre terminó en prisión, mientras que Greenspan fue electo por Ronald Reagan como el presidente del Banco Central Estadounidense(FED) y reelecto por Clinton y Bush en años posteriores.

A finales de los años noventa, el sector financiero se había consolidado con dos grandes empresas, Citicorp y Traveler las cuales se fusionaron en Citigroup, una de las empresas financieras más grandes del mundo, tan grandes que el fallo de alguna de ellas representaría una potencial amenaza para el sistema; sin embargo, este acto era ilegal según la ley Glass-Steagall, algo que Greenspan (presidente de la FED en ese momento) omitió arbitrariamente durante un año hasta la creación del “Gramm-Leach-Bliley-Act” para beneficiar a esta empresa y abrir el panorama para futuras fusiones.

Otra crisis llegó a finales de los noventa cuando los bancos de inversión crearon una burbuja con acciones de empresas de internet, sin embargo decayeron en el 2001 causando pérdidas millonarias, esto debido a que se habían considerado a empresas como potenciales según algunos análisis que después quedaron sin fundamento.

Desde el inicio de la desregularización, muchas empresas financieras se han descubierto en actos ilegales, como lavado de dinero, engañando a clientes, falsificando libros o cubriendo transferencias de dudosa procedencia.

A principios de los años noventa con la desregularización se dio pie a la invención de productos financieros llamados derivados provocando mayor inestabilidad en el mercado.

II Parte: La Burbuja

La facilidad con que las personas podían adquirir una hipoteca provocó que los precios se dispararan, creando la mayor burbuja económica de la historia; desde 1996 hasta el 2006, los precios de las viviendas se duplicaron. Countrywide Financial Corp. era el mayor acreedor suprime y obtuvo más de once mil millones de dólares en ganancias gracias a esta burbuja inmobiliaria. En Wall Street las bonificaciones anuales se dispararon causando que ejecutivos y directivos se hicieran muy ricos; otro es el caso de Lehman Brothers el cual era una evaluadora de créditos suprime cuyo presidente ganó alrededor de 485 millones de dólares.

Mediante el acta de propiedad y protección del capital, la Reserva Federal contaba con plena autoridad para regular la industria de las hipotecas; sin embargo su presidente Alan Greenspan rechazó utilizar dicha regulación. Además la comisión de bolsa de valores, no realizó ninguna investigación a los bancos de inversión durante el periodo que duró la burbuja, lo que resultó en negligencia y el despido de 146 personas.

A raíz de una serie de presiones ejercidas por diferentes figuras del sector financiero, la SEC decidió analizar la posibilidad de eliminar por completo el apalancamiento y permitir que los bancos pudieran pedir más dinero prestado, esto generó mayor especulación. Otra acción que propició esta crisis del sistema financiero, fue que AIG, la mayor aseguradora del mundo, se dedicara a vender grandes cantidades de derivados llamados ”permutas de incumplimientos crediticios” lo que representa una póliza para los bancos inversores, ante una eventual pérdida, sin embargo, estos derivados no estaban regulados y podían ser adquiridos también por especuladores, algo que representaba importantes ganancias a corto plazo, pero también una bomba de tiempo a largo plazo ya que si una inversión no resultaba, AIG debía pagarle también a los especuladores que hubieran adquirido póliza sobre esa inversión.

En 2005 el economista más importante del Fondo Monetario Internacional, presentó un estudio durante un simposio en la conferencia bancaria más exclusiva del mundo, en el cual se determinó que el desarrollo financiero estaba poniendo en riesgo la economía mundial a raíz de actos ilegales o acciones dudosas del mercado financiero, estudio que indudablemente provocó desacuerdos en muchos jerarcas de instituciones que se beneficiaban de la burbuja financiera. A raíz de estos actos ilícitos, la mayoría de los encargados de estas poderosas organizaciones,  también muchos empleados, gozaban de beneficios económicos con los que se apropiaban de autos, casas de lujo, bonificaciones y  negocios, dejando entre ver el poder económico que representaban, también asistían a clubes nocturnos y a actividades donde podían exhibirse entre personas de su mismo sector laboral.

Las calificadoras de riesgo jugaron un papel importante en esta situación económica, ya que otorgaban calificaciones triple A, a inversiones que sabían iban a fracasar, todo en común acuerdo con algunas instituciones para beneficiarse de las inversiones de forma fraudulenta. Entre esas calificadoras de riesgo, están Moody´s y Standard and Poor´s, dos de las más importantes, por lo que los inversionistas creían en sus análisis.

III Parte: La Crisis

Durante el 2006 el entonces encargado del directorio de la Reserva Federal, Ben Bernanke insistía en que el precio de las hipotecas en el país se mantenía estable, sin embargo, dicho año, fue en el que hubieron mayor cantidades de préstamos suprime. Uno de los seis gobernadores de la Reserva Federal que respondían a Bernanke, era Frederic Mishkin, el cual habló de forma explícita sobre los tipos de créditos que se estaban otorgando y el peligro que representaban para el sistema debido a muchas irregularidades; sin embargo, los demás miembros de la Reserva no hicieron nada por investigarlo. En 2004 el FBI advertía de una epidemia de fraudes hipotecarios, tasaciones desmedidas, elevada cantidad de préstamos con documentación falsificada y otra serie de acciones fraudulentas, algo que la Reserva una vez más, dejó pasar. En 2005, Raghuram Rajan (economista del FMI) expuso el potencial daño que podían provocar los incentivos. A partir de este año, muchos empresarios, analistas y\o expertos en la materia, preveían la crisis que hiciera explotar la burbuja; sin embargo, el gobierno del entonces presidente George Bush y la reserva federal, no comprendían lo delicado de la situación y no actuaron a tiempo.

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