La economía compartida. PESTEL

Trabajo. La economía compartida. PESTEL

• Objetivos de la actividad

A través de esta actividad podrás identificar los principales elementos del denominado «análisis PESTEL» con relación al desarrollo de una empresa de la economía compartida, tomando como referencia el caso de UBER. Se te plantea un caso real, con el objetivo de que puedas poner en valor los conocimientos adquiridos por medio de esta asignatura.

• Descripción de la actividad y pautas de elaboración

El aumento continuado de la participación de la economía compartida en el mercado introduce cambios clave en todos los países del mundo. Para hablar de economía compartida no puede evitarse el nombre de empresas como Airbnb, Cabify, Blablacar, que han ocupado (y seguirán ocupando) portadas de controversia y crecimiento rápido.

La actividad consiste en identificar los principales elementos del denominado «análisis PESTEL» con relación al desarrollo de la economía compartida, tomando como referencia el caso de UBER, pero desarrollando la actividad para cualquier empresa de la economía compartida (incluyendo UBER, si lo deseas). Para ello tienes que:

• Hacer una recopilación documental y selección de datos (artículos de revistas, periódicos, Internet, documentos de trabajo de entidades diversas, memorias de actividades, informes de resultados, normas jurídicas, discursos, comparecencias, ruedas de prensa, etcétera).
• Realizar el análisis del contenido documental previamente seleccionado y recopilado. En lo que concierne al análisis, se tomará en cuenta el contexto, el lugar, el tiempo y el público a quien va dirigido.

Como referencia, se tomará el siguiente artículo cuyo resumen se muestra a continuación:

https://www.expansion.com/economia-digital/companias/2019/04/13/5cb2063922601de66a8b4582.html

La compañía cuenta con una larga lista de pleitos e investigaciones gubernamentales en curso, así como relevantes retos regulatorios y problemas laborales con sus conductores.

Ninguna compañía de la historia reciente ha salido a los mercados cotizados sumida en una sombra legal tan grande como la de Uber.

"En el caso de Uber, teniendo en cuenta su anterior consejero delegado y su historia, hay más factores de riesgo que con otras [compañías]", señaló Jay Ritter, un experto en ofertas públicas de valores de la Universidad de Florida. La lista de factores de riesgo la encabeza la propia estructura de negocio de Uber, que depende de una plantilla de conductores a los que la compañía no considera empleados -y, así, no tiene que cumplir las regulaciones sobre salarios y beneficios-.

Esto ha permitido a Uber y a otras compañías de la economía gig mantener unos bajos costes laborales, pero ha dado pie a reclamaciones legales de trabajadores que quieren unas condiciones mejores, y ha invitado al escrutinio de reguladores de todo el mundo. "No se me ocurre un mayor riesgo para ellos que la idea de que esta gente se convierta en empleados", señaló John Coffee, un experto en legislación sobre valores de la Universidad de Columbia. En marzo, Uber aceptó pagar veinte millones de dólares para zanjar una larga disputa con conductores de los estados de California y Massachusetts que luchaban para que se les considerase empleados .La compañía seguirá tratándolos como trabajadores independientes, pero indicó que haría algunos cambios en su forma de eliminar a los conductores de su plataforma, y que permitirá recurrirla. Pero la clasificación, entre otras muchas cuestiones de su modelo de negocio, es una batalla que la compañía libra en muchos frentes. "[Uber] puede verse obligado a decir a cuánto ascedenderían los costes el año siguiente si cada conductor ganase la categoría de empleado. Esa cifra podría no ser agradable", advirtió Coffee.

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