Metodologia Para Mejoramiento Continuo

METODOLOGIAS PARA EL MEJORAMIENTO CONTINUO.

Sin duda alguna el mejoramiento continuo es un principio necesario y básico para la gestión de calidad, para ello, las mejoras en los procesos productivos debe ser un objetivo primordial en la estructura organizacional.

En los dos casos referenciados en la lectura “Cervecería y Maltaría Quilmes y Ford Motor Company”, se estudia claramente la aplicabilidad de las metodologías para el mejoramiento continuo, el cual, se convierte en una necesidad para el crecimiento de la empresa.

Aunque las marcas que representan las compañías en nuestro estudio “Quilmes y Ford”, tienen reconocimiento mundial, a lo largo de su evolución, estas empresas han necesitado un sistema de perfeccionamiento el cual ha posicionado la variedad de sus productos. Igualmente estas organizaciones, coinciden en la implementación de prácticas que dan participación a todos los miembros del colectivo, demostrando así; trabajo en equipo y compromiso de los empleados enfoque en los procesos y el enfoque en los clientes.

La globalización ha aumentado las exigencias y competencias en el mercado, pero gracias a la ciencia y tecnología, se ha podido evolucionar satisfactoriamente en

en la innovación de productos y la actualización de procesos, que simplemente corrobora la supervivencia de las grandes empresas en nuestro entorno global.

Asegurar una excelente calidad del producto o servicio, tiempos de respuesta más cortos y la minimización de costos son aspectos claves para posicionarse en un mercado que cada vez exige mayor flexibilidad y variedad. Considerando que, el objeto fundamental de toda empresa es la satisfacción del cliente o usuario final, pues sin su demanda la empresa no tendría sentido; éste se ha constituido en la actualidad en el actor más importante, y ejerce un papel y una influencia determinantes dentro de las actividades de cualquier organización. Su «voz» debe ser escuchada con claridad y oportunidad para implementar las mejoras, los cambios e innovaciones que se requieren. Además, el concepto de calidad está relacionado tanto con las mejoras que puedan surgir directamente en el cliente como con el concepto de excelencia y perfección. La calidad de un producto se mide en relación con el grado de satisfacción del cliente, e involucra aspectos tanto personales e individuales como sociales, políticos, culturales, ambientales y técnicos. Los modelos de excelencia permiten evaluar, a través de la consideración de múltiples criterios, si una determinada empresa alcanza ese ideal o perfección empresarial.

El empleo de una metodología que fusione estos aspectos claves de mejora continua e involucre los requerimientos del cliente es esencial para desarrollar ventajas competitivas que permitan a las empresas mantenerse activas en el mercado, para ello, se destacan las dos metodologías con enfoque de mejoramiento

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