México En La Inercia De La Globalización
djosh30 de Junio de 2011
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MEXICO EN LA INERCIA DE LA GLOBALIZACION
La crisis a partir de diciembre de 1994.
A 20 días de haber tomado la posesión como presidente de la República, Ernesto Zedillo tuvo que anunciar la devaluación del peso y mayores sacrificios a los mexicanos, en lugar del bienestar que prometiera durante su campaña y todavía en su discurso del primero de diciembre. A partir de ese momento se desencadenó una crisis de mayor profundidad que la iniciada en 1982 y la especulación cobro nuevos bríos. Para evitar la suspensión de pagos del gobierno mexicano, el estadounidense intervino con el mayor paquete de rescate de la historia, esto se dio por medio de su presidente Bill Clinton, solicitando al congreso de su país la autorización de una línea de crédito por veinte mil millones de dólares para el gobierno Mexicano, imponiendo condiciones de dureza acorde con el monto del salvamento, por su parte, en México el presupuesto Federal se cambio dos veces en tres meses, imponiendo mayores restricciones conforme aumentaba la necesidad de créditos externos, y comprometiendo los recursos petroleros para garantizar el pago de los nuevos préstamos procedentes de los Estados Unidos. Un breve recuento de los sucesos más notorios permite apreciar la magnitud del problema, sobre todo por la alta proporción de corto plazo de la deuda externa (y que una parte sustantiva de ésta vencía en 1995) y el carácter privado de los acreedores.
El creciente déficit de cuenta corriente, que para 1924 las autoridades de hacienda calculaban casi 28,000 millones de dólares, creo incertidumbre en algunos inversionistas, quienes vieron como insostenible el programa económico que Zedillo presentó al Congreso a principios de Diciembre y que fue aprobado, como de costumbre, al ser la mayoría los miembros del partido oficial. En este programa se planteaba una estrategia cambiaria similar a la anterior para lograr una tasa de inflación de 5% en 1995, con un déficit de cuenta corriente de 31,000 millones de dólares, en un marco de crecimiento económico favorecido por un aumento de 5.1% del gasto público.
Ante la deuda de que el Gobierno pudiera mantener la estabilidad del tipo de cambio se intensificó la salida de capitales en diciembre, misma que había iniciado a raíz del asesinato del candidato del PRI a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio, ocurrido el 23 de marzo.
De esa fecha a la segunda quincena de abril habían huido 12,307 millones de dólares, de tal suerte que la reserva del Banco de México se redujera a 17,287 millones de dólares, cuando había llegado a 29,549.8 a fines de febrero, el máximo nivel alcanzado, al haber aumentado 5,000 millones de dólares en los dos primeros meses del año ante las expectativas abiertas con la entrada en vigor del TLC. Dichas reservas se mantuvieron más o menos estables hasta el 31 de octubre, ya que en su último informe de gobierno e presidente Salinas afirma que en esta fecha se situaban en 17,242 millones de dólares. La salida de capitales aceleró en los dos últimos mese del año, alcanzando 10,742 millones de dólares, y provocando un acelerado descenso de las reservas del Banco de México.
Desde el momento de la devaluación, los responsables de la política económica del país anunciaron que para hacer frente al encarecimiento de la deuda externa por la medida devaluatoria se aplicarían los programas de privatización de puertos, aeropuertos, carretera de cuota, plantas energéticas, plantas petroquímicas propiedad de Pemex y otras paraestatales.
Causas
Administración de Carlos Salinas de Gortari
La administración del presidente Carlos Salinas de Gortari, 1988 -1994, tomó medidas para lograr una rápida transición al capitalismo y dio especial importancia a la inversión extranjera. Esta administración privatizó la banca nacional (la cual estaba en manos del estado y había sido intervenida apenas doce años antes por el presidente José López Portillo). Los fondos provenientes de estas ventas y de las de otras compañías del gobierno se invirtieron en infraestructura con el objetivo de aprovechar las posibilidades del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá. La popularidad y credibilidad de Salinas alcanzaron niveles altos, ya que la burbuja de crecimiento económico propiciada por la estabilidad y la baja inflación, hizo que muchos políticos y los medios afirmaran que «México estaba a punto de convertirse en una nación de primer mundo, y de hecho, fue la primera de las naciones recientemente industrializadas en ser aceptada en la organización para la cooperación y el desarrollo económico OCDE en mayo de 1994. No obstante, era un hecho conocido que el peso estaba sobrevaluado (al menos un 20%, de acuerdo a algunas fuentes), pero la vulnerabilidad económica no era bien conocida o era minimizada por los políticos de Salinas o por los medios. Esta vulnerabilidad se agravó por varias decisiones de política macroeconómica de su administración y por varios eventos de inestabilidad política que se suscitaron en 1994.
La mayoría de los economistas e historiadores económicos, como Hufbauer y Schoot reconocen varios eventos y políticas macroeconómicas de la administración de Salinas que propiciaron la crisis económica de 1994:
• 1994 fue el último año del sexenio de Salinas, quien, siguiendo la tradición del PRI en cada año de elecciones inició un increíblemente alto gasto gubernamental en obras públicas, lo cual se tradujo en un déficit histórico.
• Para poder mantener este déficit de cuenta corriente histórico (un 7% del PIB), Salinas emitió los Tesobonos, un tipo de instrumento de deuda que aseguraba el pago en dólares, en lugar de pesos mexicanos.
• México experimentó, común en esos días, prácticas bancarias relajadas o incluso corruptas; más aun, algunos miembros de la familia de Salinas fueron acusados de transacciones ilícitas.
Administración de Zedillo
Zedillo tomó posesión el 1 de diciembre de 1994. Unos cuantos días después, tuvo una reunión con varios empresarios mexicanos y extranjeros, comentando sobre la devaluación que vendría, la cual sólo planeaba subir la banda de la tasa de cambio fija un 15%, hasta los 4 pesos por dólar (de 3.4 pesos que se encontraba en promedio en ese año), así como terminar con muchas de las prácticas económicas no ortodoxas como la compra de deuda ante la situación del país), y así detener la fuga de dólares de las reservas internacionales. Los críticos del gobierno de Zedillo argumentan que aunque la devaluación era necesaria y económicamente coherente, se manejó incorrectamente en términos políticos: al haber anunciado sus planes de devaluación, muchos extranjeros retiraron sus inversiones, agravando los efectos de la devaluación. Sin poder mantener la nueva banda de la tasa de cambio, a principios de 1995, la administración de Zedillo decidió establecer el sistema de libre flotación del peso, el cual llegaría a 7.20 pesos por dólar en tan sólo una semana. Cuando el dólar dejó de ser controlado por el gobierno el peso perdió la mitad de su valor, hecho que ocasionó que las deudas en dólares no pudieran ser pagadas. Las decisiones de Zedillo, principalmente la de anunciar la devaluación a los inversionistas, y el establecer el sistema de libre flotación, fueron el "error de diciembre" de acuerdo con el ex presidente Salinas de Gortari.
Las repercusiones sociales que tuvo esta crisis fueron incalculables: en muchos casos se tradujeron en pérdidas económicas para las familias. Muchos perdieron sus casas y autos que habían adquirido en contratos con tasa variable. Otros más perdieron todo. El sentimiento de pérdida de un futuro para el país se hizo al considerarse esta crisis económica como el final de la clase media.
Efectos
Los negocios mexicanos que tenían deudas en dólares, o que se confiaron en comprar suministros de Estados Unidos, sufrieron un golpe inmediato, con un despido masivo de empleados y varios suicidios producto de la tensión de las deudas. Negocios cuyos ejecutivos asistieron a las reuniones en las oficinas del entonces presidente Zedillo se ahorraron la pesadilla de la crisis - ya que fueron advertidos, compraron rápidamente una inmensa cantidad de dólares y renegociaron sus contratos en pesos. Para empeorar la situación, el anuncio de la devaluación se dio a mitad de semana en un miércoles, y durante el resto de la semana los inversionistas extranjeros huyeron del mercado mexicano sin que el gobierno hiciera ninguna acción para prevenirlo o desalentarlo hasta el siguiente lunes cuando ya todo fue muy tarde.
La salida de la crisis
Los Estados Unidos intervinieron rápidamente comprando pesos del mercado para evitar una mayor depreciación del peso, sin embargo esta medida no era suficiente. El presidente estadounidense Bill Clinton solicitó al congreso enviar un paquete de rescate. Sin embargo diversos representantes del Congreso que se habían opuesto al TLCAN veían esta crisis como un resultado del tratado. El congreso votó en contra de la aprobación de fondos de rescate. No obstante, algunas personas dentro del Tesoro norteamericano encontraron una vía legal para enviar el rescate por medio del Fondo de Estabilización de Divisas, la cual no requería la aprobación del Congreso de los Estados Unidos. El dólar se estabilizó a un precio de 6 pesos, y por los siguientes dos años, antes de ser afectado por la Crisis financiera asiática de 1998, se mantuvo entre 7 y 7.7 pesos.
Cambios en la política económica
Comprometido con cumplir las obligaciones del
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