Organizaciones Como Sistemas Abiertos
martinezanayuly8 de Mayo de 2014
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LAS ORGANIZACIONES COMO SISTEMAS ABIERTOS
Las organizaciones vienen caracterizadas como sistemas abiertos de tipo social. Frente a los sistemas cerrados de las ciencias físicas, que permiten considerar las estructuras auto contenidas como si fueran independientes de las fuerzas externas, los sistemas abiertos, como los organismos vivientes biológicos y sociales, se mantienen gracias al flujo y reflujo de energía que atraviesa sus limitaciones permeables. Katz yKahn señalan que la diferencia esencial entre un sistema abierto y un sistema cerrado se puede establecer en términos del concepto de entropía y de la 2ª ley de la termodinámica. Un sistema se mueve hacia su equilibrio, la entropía se hace máxima y el sistema físico alcanza su equilibrio cuando consigue el estado de distribución más probable de sus elementos. En los sistemas sociales, la estructura tiende más a una mayor elaboración que a una menor diferenciación, lo cual es así porque la operación de la entropía es contrarrestada con la importación de energía, los sistemas vivientes se caracterizan por una entropía negativa más que positiva.
Limitaciones y problemas del sistema cerrado:
• la desconsideración del ambiente como fuente de inputs para el sistema,
• la excesiva preocupación por los principios de funcionamiento interno.
De estas insuficiencias se derivan los planteamientos erróneos cuando se trata de explicar los sistemas vivos y sociales:
• el sistema cerrado niega la posibilidad del principio de equifinalidad. En los sistemas cerrados sólo hay un modo de llegar a un resultado dado. Unas mismas condiciones iniciales deben llevar a un mismo resultado final, si no ha cambiado nada, nada cambiará. Hecho que puede ser cierto en condiciones totalmente conocidas y determinadas, pero que no se cumple en los sistemas vivos ni en los más complejos como puedan ser las organizaciones;
• el sistema cerrado trata los sucesos disruptivos del ambiente como error de varianza. Sin embargo, la teoría de sistemas abiertos mantiene que las influencias ambientales no son fuente de error sino que se integran en el funcionamiento del sistema y éste no puede ser adecuadamente comprendido sin un estudio constante de las fuerzas que lo afectan.
Los organismos humanos y las formaciones sociales que forman (grupos, organizaciones, instituciones, etc.) son sistemas abiertos y todos comporten características definitorias
CARACTERÍSTICAS DEFINITORIAS DE UN SISTEMA ABIERTO
Importación de energía.
Los sistemas abiertos importan alguna forma de energía del ambiente externo. Las organizaciones sociales deben captar nuevos suministros de energía de otras instituciones, personas o del ambiente material.
Transformación.
Los sistemas abiertos transforman la energía de que disponen. La organización, o crea un producto nuevo o procesa materiales o entrena personas o proporciona un servicio. Actividades que suponen algún tipo de reorganización del input.
Output o salida.
Los sistemas abiertos exportan algún producto a su entorno. La continuidad de la salida del producto del sistema depende de la receptividad de ese entorno
Los sistemas como ciclos
El producto exportado al ambiente proporciona la fuente de energía para la repetición del ciclo de actividades. Los ciclos son más fáciles de observar en sistemas que posean límites físicos como el cuerpo humano. Existe un punto de cierre en la cadena de sucesos para que el ciclo se repita, lo que no significa la necesaria similaridad de los eventos. Los ciclos pueden combinarse hasta dar lugar a una estructura enorme.
Entropía negativa
El ciclo input-transformación-output es un ciclo de entropía negativa, lo que es esencial para la supervivencia del sistema abierto. Los organismos sociales a diferencia de los biológicos, pueden contrarrestar de forma casi indefinida el proceso entrópico aunque hay muchos de ellos que desaparecen.
Inputs informativos, feedback negativo y proceso de codificación
Los inputs no son sólo energéticos sino que tienen también carácter informativo y proporcionan a la estructura señales sobre el ambiente y de su propio funcionamiento en relación al ambiente. El tipo de input informativo más simple es el feedback negativo. El proceso de codificación tiene que ver con lo selectivo del sistema en su recepción de inputs, proceso que simplifica todo lo que viene del exterior en categorías básicas que tienen sentido para un sistema dado. La naturaleza de las funciones que ejecuta el sistema es lo que determina sus mecanismos de codificación y éstos perpetúan este tipo de funcionamiento.
Estado de constancia y homeostasis
Los sistemas abiertos que sobreviven se caracterizan por un estado de constancia que no significa quietud o equilibrio verdadero sino que la razón de intercambio de energía y las relaciones entre las partes permanece igual. A niveles complejos los sistemas actúan contra la entropía mediante el crecimiento y la expansión, el estado de constancia trata de ser preservado a través del propio crecimiento. Los procesos homeostáticos de ajuste no siempre tienen como objetivos volver al estado anterior sino que, en ciertas circunstancias, pueden establecer una nueva línea base sobre la que tienen lugar las fluctuaciones posteriores.
Diferenciación
Los sistemas abiertos se mueven en la dirección de diferenciación y elaboración. Las pautas globales difusas se reemplazan por funciones especializadas.
Ingegración y coordinación
Conforme avanza la diferenciación se neutraliza por procesos que reúne el sistema para una función unificada. Unificación en los sistemas sociales que puede lograrse, según Georgopoulos (1975) de 2 modos:
• coordinación, que supone la adición de varios recursos para asegurar la articulación funcional de tareas y roles,
• integración, supone lograr la unificación a través de normas y valores compartidos.
Equifinalidad
Principio característico de todo sistema abierto. Un sistema puede alcanzar el mismo estado final a partir de diferentes condiciones iniciales y por caminos distintos.
A medida que los sistemas abiertos se mueven hacia mecanismos regulatorios para controlar sus propias operaciones, la cantidad de equifinalidad puede reducirse.
LA ORGANIZACIÓN COMO CEREBRO
El cerebro
se ofrece por sí mismo como una metáfora obvia de organización y particularmente si lo que deseamos es mejorar las capacidades de inteligencia organizacional. Muchos directivos y teóricos de la organización han comprendido rápidamente este punto. En su mayoría han limitado su atención a la idea que las organizaciones necesitan un cerebro o una función similar (p.e. incorporar equipos de planificación o unidades centralizadas de investigación y de tomas de decisión) que serán capaces de pensar por e l resto de la organización y controlar e integrar cualquier actividad organizacional. Mucha de la literatura sobre planificación corporativa y planificación de estrategias utiliza la metáfora del cerebro en este sentido, comprobando el proceso de dirección de estrategia y control como el equivalente al cerebro y sistema nervioso de un organismo. Por el contrario, es mucho menos común pensar acerca de organizaciones como si éstas fueran cerebros y ver si podemos crear nuevas formas de organización que dispersen las capacidades parecidas al cerebro a través de una iniciativa, antes que confinarlas a unidades o partes especiales. La primera metáfora (la de que una organización necesite de un equivalente funcional a un cerebro) no agrega demasiado a una visión organicista. En cambio, la de que la organización
Sea
Una especie de cerebro es mucho más rica en posibilidades, y de hecho ha sido explotada por no pocas teorías recientes. Si concebimos el cerebro como un procesador de información capaz de mejorar su
Desempeño mediante lo que la psicopedagogía del siglo XX ha descubierto como “aprender a aprender”, la cuestión de los procesos decisorios (y de cómo mejorarlos) pasa a primer
Plano, como lo vio bastante temprana y muy agudamente Herbert A. Simon13. Su hipótesis acerca de las restricciones a la racionalidad de las decisiones es la pi edra angular de buena parte de los desarrollos más recientes en teoría de la organización. Pero, sobre todo, hizo descarrilar sin remedio el supuesto economicista de la racionalidad “natural” de las
Decisiones. Las aplicaciones de la cibernética14 al campo de las organizaciones se construyen sobre este mismo sustrato metafórico, y conducen a la noción clave deautoorganización. Todavía un paso más, especialmente interesante en las aplicaciones que desde él pueden ser imaginadas, es el que resulta de concebir el cerebro como un procesador dotado de una estructura holográfica. Un holograma es una forma de almacenamiento de imágenes que permite, bajo iluminación adecuada, recuperar una visión tridimensional dinámica de todo el objeto holografiado (es decir, que no sólo da la impresión de profundidad, sino que varía coherentemente a medida que varía la posición del observador). Además, la imagen del todo está contenida en cada una de las partes, de modo que la imagen total puede ser reconstruida a partir de un fragmento del holograma inicial. Se ha aventurado la idea de que
El cerebro opera “holográficamente”, es decir, que la memoria esté en él distribuida de
Modo tal que se puede recuperar la huella
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